La transición, aunque podría parecer un proceso interno, diría que es un proceso complejo y con actores internacionales determinantes, por lo que no podría considerarse solo interno, en el que España pasa a ser a imagen y semejanza de EEUU.
Por Gabriel C.I | 11/01/2025
1. Introducción
El texto está pensado para acercar al lector, en el 50 aniversario de la muerte de Franco, a la historia española y, muy especialmente, para aproximarle al entendimiento de la misma estudiando dos aspectos fundamentales que también van a tener cierta repercusión a nivel internacional: la Guerra Civil y la Transición Española.
La Guerra Civil, va a estar muy marcada por servir de terreno de pruebas para la IIGM y por la intervención internacional en ambos bandos; y la Transición, por representar un cambio político y económico a gran escala, sin la intervención de militares (ingeniería geopolítica), y por el papel que juega la comunidad internacional, y viceversa. Es decir, el papel que tiene la coyuntura internacional para que pueda darse una transición en España, y el papel que tiene esta transición sobre el propio contexto internacional.
2. Antecedentes, un poco de historia 1469-1975
Para entender lo que fue España, lo que es hoy y cómo hemos llegado hasta la Transición, y a que España no sea un ente soberano y dependa de terceros países, debemos explicar algunos antecedentes que pienso, son relevantes:
1.- El Imperio Español
España, actualmente, es un Estado-nación que tiene sus orígenes en la unión dinástica y de reinos, que se produjo con la unión matrimonial y territorial de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los Reyes Católicos, en el año 1469.
Expulsan a musulmanes y judíos de la Península Ibérica, descubren América para el resto de mundo, la conquistan y construyen un gran Imperio que va a dominar los mares y el comercio mundial desde, al menos, el siglo XVI hasta el siglo XVIII.
2.- Caída del Imperio Español
No obstante, el Imperio se desmorona en pro de EEUU en la guerra que se mantiene con esta potencia en 1898; se pierde gran parte de la influencia en toda América y Asia, Atlántico y Pacífico.
El Imperio comienza a desintegrarse, probablemente, con la Guerra de Sucesión y la entrada de los Borbones a la cabeza del reino; ¿por qué? España era algo así como una especie de sucesor del Imperio Romano, e igual que quien dominaba Roma, dominaba el mundo… quien dominara España, dominaría el mundo. Razón por la cual, muy probablemente, la herencia del trono español bien podría ser motivo de guerra entre las potencias europeas del momento. Pero también influyen la Revolución Industrial, la Revolución Francesa y la estadounidense, los procesos de independencia y la invasión francesa, a la que hay que añadirle la entrada de Inglaterra y la desaparición de gran parte de la industria del momento.
Desde la invasión francesa se van a intercalar gobiernos monárquicos, republicanos y dictaduras. Así llegamos al siglo XX, y en este ambiente de disputa de poder, con problemas con los nacionalismos de provincias de la propia metrópoli, y, especialmente con los derivados de las ideologías que se sustentan en la lucha de clases, va a estallar la Guerra Civil en 1936. Van a existir dos bandos, a imagen y semejanza de las dos grandes divisiones que empezaban a dominar el mundo y que imponían los dos modos de producción y organización existentes y opuestos: socialismo y capitalismo.
3.- Guerra Civil y Levantamiento Militar (1936-1939)
El ejército, con algunos generales al frente, como el general Francisco Franco, se levantará contra el gobierno democrático mediante un golpe de Estado que acabará en Guerra Civil y en la imposición del ejército al resto de España, mediante la ayuda de los Estados fascista y nazi de Italia y Alemania, respectivamente.
Aquí quería hacer un inciso y trasladar esta situación a la actualidad y compararla, por sus similitudes, con el conflicto en Ucrania. Ya que éste podría marcar el inicio de la IIIGM y haber sido utilizado como campo de pruebas de las nuevas tecnologías y las nuevas realidades que crean estas tecnologías en un campo de batalla, como muy probablemente también lo fuera España en su momento.
4.- España tras la Guerra Civil Española
Por un lado en 1939, y tras una guerra muy cruel y muy dura para la población civil por su extensión en el tiempo (alargada artificialmente por las potencias extranjeras) y por la propia dureza de ambos bandos, cautivo y desarmado el ejército republicano, Franco se proclama jefe de Estado y comienza su dictadura.
Una dictadura cuyo gobierno defendía un modelo capitalista, cercano a lo que hoy entendemos como socialdemócrata, tanto en cuanto defendía una armonía entre clases, a diferencia de lo socialistas, anarquistas y comunistas que defendían una lucha entre clases. Un sistema autárquico y de corte fascista, cuyo poder, ideas y estructuras sociales van a recaer en la Iglesia, el ejército, las familias franquistas y la FE de las JONS, muy principalmente.
5.- Estallido de la IIGM (1939-1945)
Por otro lado, en 1939, también estalla la IIGM, en la que España se declara neutral y no va a poder participar debido a su posición de debilidad tras la guerra, aunque apoya en la sombra al bando fascista y les ayuda en lo que puede. Como, por ejemplo, con las torres de control que instalan los nazis en Galicia, las famosas torres de radio de Arneiro, o con la División Azul, que es un ejército de voluntarios (lo hacen así para no enfadar a los aliados, muy al estilo del suministro de Occidente a Ucrania hoy día, por ejemplo, con respecto a Rusia) que se van a luchar en el bando alemán. Algunos republicanos que se habían visto obligados a exiliarse luchan en el bando contrario, tomando mucha relevancia, por ejemplo, en la famosa liberación de París.
Los antiguos aliados de Franco caen, y gana el bando capitaneado por Inglaterra, Rusia y EEUU. Aquí hay muchos matices, ya que aunque fueran aliados contra Hitler, en realidad eran enemigos como se demostró cuando cayó Alemania en 1945 y con el inicio de la Guerra Fría. Probablemente los países aliados no se empeñaron mucho en ayudar a Rusia contra Alemania, que justamente representan a la perfección la primera Triple Alianza formada por el Imperio Austro-Húngaro, Alemania y Rusia, pero eso es otra historia que vemos por encima en el artículo titulado “Tercermundismo y Tecnofeudalismo”.
6.- España tras la IIGM. El bloqueo y la apertura: Los pactos de 1953
España, tras el final de la IIGM, cae en desgracia y sufre un bloqueo comercial que produce hambrunas y alarga el sufrimiento de la guerra civil, que acaba en 1953 con la firma del Concordato con la Santa Sede, los Pactos de Madrid con EEUU, y la entrada en la ONU.
Realmente, quien bloquea y levanta el bloqueo es EEUU, que se hace hegemónica dentro de las potencias capitalistas occidentales y anda en guerra con la otra potencia hegemónica, la URSS. Muy probablemente, y viéndolo desde la distancia, el castigo fuera por un lado por seguir con el relato de que eran enemigos de los fascistas, por otro, porque realmente el fascismo, aunque sea de corte capitalista, no defiende el modelo estadounidense que sí es totalmente opuesto al socialismo, a diferencia de la socialdemocracia y el fascismo que son intermedios, en el que la armonía entre clases directamente no existe y se impone una clase a otra, y que con el tiempo, como estamos viendo, degeneran directamente en otros modos de producción y organización. Realmente hubo una especie de armonía entre clases en toda Europa hasta la caída de la URSS, muy probablemente para conservar la paz social, y lo van a hacer apoyándose en estas dos grandes ideologías: el fascismo y la socialdemocracia.
En este caso, los capitalistas a los trabajadores y al lumpenproletariado. Y, por último lugar, por la percepción de la propia población española con respecto al régimen español y al estadounidense. Europa entera, pues, y para entender bien la relación entre socialdemocracia y fascismo, se va a quedar divida en dos grandes bloques: Por un lado los Estados fascistas, que defendían una armonía entre clases pero desde el autoritarismo; por otro los Estados con democracias liberales que a su vez estaban divididos en dos grandes grupos +1: por un lado los partidos socialdemócratas, que también defienden una armonía entre clases pero desde la democracia liberal, por otro, los conservadores y liberales que son cercanos al modelo capitalista estadounidense, en el que mandan los poderosos, y ya.
7.- Un camino llamado libertad
Recordemos… España, con su gobierno al frente, se aísla con la caída de Hitler; la población lo percibe y las potencias triunfadoras, primero con el bloqueo y luego con ayudas, junto a una política agresiva contra el propio régimen, van allanando el camino para que dé comienzo la Transición, y van allanando el camino para que pueda existir una gran mayoría de gente que desee una democracia liberal y capitalista, al estilo de EEUU y sus Estados satélite europeos.
España sale de la autarquía derivada del bloqueo en el 53, y se va abriendo al libre mercado y al capitalismo, de la mano de EE. UU. Podríamos decir que España se afianza completamente y acaba este proceso de potencia capitalista occidental con la entrada en la UE y en la OTAN en 1986, y tras la Transición, que es la transición política que da acceso a la transición económica y militar.
En este ambiente, en 1975, Franco muere con el Rey Juan Carlos I de jefe de Estado en funciones, por la enfermedad que da muerte al dictador; y con Carlos Arias Navarro como presidente del Gobierno (Juan Carlos I es nombrado monarca del reino y sucesor de Franco, con el título de Príncipe de España, y amparándose en la Ley de Sucesión, por el propio Francisco Franco en 1969).
No obstante en las calles, en los platós, en los bares y en las plazas se respiraba cambio, paz, libertad, progreso, unión, euforia… Aires que se van a plasmar en la cultura del momento.
3. Desarrollo de la transición española 1975-1982
1.- La muerte de Franco, el inicio de la Transición (Noviembre 1975)
La transición política española comienza en 1975 con la muerte de Franco y acaba con las elecciones de 1982, en las que se impone el PSOE de Felipe González. Tras la muerte de Franco, no hay un vacío de poder, ya que Juan Carlos I, con parte del franquismo, empresarios y otros personajes relevantes de la época, son los que ya llevaban la batuta del país antes de la muerte de Franco. Es un proceso en el que ayudan las potencias extranjeras, como EEUU y Alemania, y en el que nos implantan su modelo de organización, producción, etc. Se plantearon varias alternativas al morir Franco, aunque las corrientes más mayoritarias eran dos: seguir como hasta ahora, es decir, continuar con la dictadura, o transicionar a una democracia. Juan Carlos I, junto con los que manejaban el país, lo tenían claro: España tenía que ser una democracia y pertenecer al bloque occidental capitaneado por EEUU. Y así fue.
Para llevar a cabo esta transformación en las instituciones del país y modificar el modelo legislativo y judicial, se sirven, especialmente, de tres herramientas legislativas fundamentales: la Ley de Reforma Política de 1977, la Ley de Amnistía y la Constitución Española de 1978.
El 20 de noviembre de 1975 fallece Franco, y el 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I jura fidelidad a los principios del Movimiento Nacional, a las Cortes Franquistas, y es proclamado Rey de España. En este momento, JCI, con el resto de actores del franquismo, comienzan con la transición a la democracia, que era la idea que llevaban.
Y se puede deducir de declaraciones de JCI en las que aducía que “quería ser rey de TODOS los españoles” o en otras en las que hablaba de la necesidad de que los vencedores de la guerra civil no fueran los vencidos de la democracia. Es decir, quería una armonización entre el pueblo. Una transición pacífica.
2.- Visita de D. Juan Carlos I a EEUU y reseña en el New York Times. (Junio 1976)
La primera visita de JC fue a EEUU en junio de 1976. Es recibido por el Congreso de EEUU y allí lanza un mensaje claro: quiere que España sea una democracia a imagen y semejanza de EEUU, por lo que es ovacionado durante varios minutos por los miembros del Congreso. El New York Times, el 4 de junio de 1976, le dedica su editorial y resalta “la restauración de la auténtica libertad” que el moderno rey de España quiere implementar en la atrasada España (esto no es así, pero es el mensaje que lanzan, lógicamente, y que ha calado en la sociedad española).
El New York Times, también destaca la “valentía” de D. Juan Carlos I por “su voluntad de enfrentarse a los franquistas y acabar con los elementos alienados y conservadores de las fuerzas armadas españolas,” imagino que es algo que podría haber hecho por ellos.
Y, por último, resalta la figura de José María de Areilza para llevar a cabo esta transición, figura muy destacable del franquismo (alcalde de Bilbao, ministro de Exteriores, embajador de España en Argentina, Francia y EEUU, secretario del Consejo Privado del Conde de Barcelona, y más tarde, ya en democracia, uno de los fundadores del Partido Popular y presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa 1981-1983).
3.- Los fundamentos del nuevo régimen (1976-1978)
En 1976 se aprueba un referéndum sobre el Proyecto de Ley para la Reforma Política, en el que participa un 77% de los españoles y que es aprobado por una abrumadora mayoría del 94%. Aquí nos podemos hacer una idea del absoluto control que ejercía el poder sobre la población y de la homogénea sociedad española.
En 1977, y tras la celebración del referéndum, se aprueba la Ley para la Reforma Política, que es un texto fundamental en la transición política, ya que legaliza los partidos políticos, plantea una amnistía a los presos políticos y propone una reforma del Código Penal que esté en armonía con una democracia liberal, alejada de los planteamientos autoritarios y controladores derivados de la autarquía y del capitalismo de Estado. Así pues, se reforma el Código Penal permitiendo una primera amnistía parcial que se va a desarrollar en la Ley de Amnistía de 1977.
Con la puesta en marcha de la Ley de Reforma Política, se establece el marco político necesario para seguir con el plan de democratizar España, y así, en junio del mismo año (1977), se pueden celebrar las primeras elecciones democráticas en 41 años (regulación electoral de las elecciones del 77), y de las que sale vencedora la UCD, con Adolfo Suárez al frente. La UCD desempeña un papel muy importante en la transición, y es capitaneada por el que fue el presidente de RTVE con Franco, Adolfo Suárez. Gana la UCD, y se establece un bipartidismo en el cual la UCD va a ser sustituida por el PP (entonces Alianza Popular) y en el que se van a disputar el poder con el PSOE, apoyándose en los partidos nacionalistas. La prensa, en general, vio en los resultados de las elecciones del 77 un “triunfo de la moderación.” (Recordemos que prácticamente votaban lo que les decían, no muy diferente a ahora).
3.1 La Constitución de 1978
Llegados a este punto, con un marco jurídico mínimo y en funciones, unas elecciones y unos poderes del Estado perfectamente definidos, faltaba la guinda final: la elaboración de una Constitución que sembrará las bases de la organización política y económica, y que va a ser el faro que alumbrará la nueva sociedad que está por llegar.
El texto fue elaborado con varios representantes de los partidos elegidos en las elecciones y entregado al Congreso para su debate el 5 de enero de 1978. Se aprobó el 27 de octubre de 1978 casi por unanimidad, con 325 votos a favor de 350. Se votó en referéndum el día 6 de diciembre de 1978, y fue apoyada por un 87% de los votantes. Así entra en vigor el día 29 de diciembre de 1978.
La Constitución establece de España un “estado social y democrático, de derecho” y con una Monarquía Parlamentaria como forma de gobierno. Es decir, una democracia liberal regida por el Estado de derecho y la separación de poderes surgidas de las revoluciones liberales, con un Rey como jefe de Estado y de las FFAA. Cabe destacar el apartado dedicado a los derechos fundamentales y al derecho de autonomía, por el que se crean las distintas CCAA en base a los artículos de esta constitución.
4.- El Golpe de Estado de 1981
El 23 de febrero de 1981, el coronel del ejército, Antonio Tejero, con un grupo de guardias civiles y militares, asalta el Congreso de los Diputados y da un golpe de Estado fallido, pero que es relevante para explicar al pueblo español que todo puede ir a mal de repente y que hay que cuidar la naciente democracia si quieren que prospere.
5.- Las elecciones de 1982
El 28 de octubre de 1982 fueron las siguientes elecciones generales, en las que se impone el PSOE con una gran mayoría absoluta. Este hecho, sumado a la entrada a la OTAN de España, da por zanjada la transición española, y afianza al país como una potencia democrática y liberal funcional y similar al resto de democracias occidentales.
6.- Contexto social y económico
España era un país, en general y con respecto al resto, próspero, con subidas de la economía del 7% anual (solo superado por Japón tras el plan de estabilización del 59), siendo la doceava potencia industrial, o la octava potencia mundial por PIB per cápita.
Con una economía basada en el capitalismo de Estado, boyante y abierta al resto del mundo. Pero la sociedad estaba asustada por unas leyes autoritarias, y enjaulada en unos valores católicos que entendían “anticuados” y que llegaron a producir bastante rechazo entre la sociedad, muy joven, española. Querían libertad y tuvimos libertad, gracias a la transición.
El mundo se divide en dos grandes bloques enfrentados tras la IIGM que dan lugar a la Guerra Fría. España, a pesar de ser neutral, colabora con los perdedores y los aliados la aíslan internacionalmente. Pero en 1953 todo cambia con la llegada de las tropas norteamericanas a sus bases en territorio español, y comienza la asimilación por parte de España del sistema democrático liberal y capitalista occidental, y su cultura.
El mundo que rodeaba a España era un mundo de democracias liberales… Cabe destacar la Revolución de los Claveles de Portugal, cuyo gobierno era otra dictadura de corte fascista, y que tras la Revolución pasa a ser otra democracia liberal (1974). Este acontecimiento acelera los propios acontecimientos en España.
4.- Conclusión
La transición, aunque podría parecer un proceso interno, diría que es un proceso complejo y con actores internacionales determinantes, por lo que no podría considerarse solo interno, en el que España pasa a ser a imagen y semejanza de EEUU. Se extiende en el tiempo, y cuyo inicio podría situarse, indirectamente, con la instalación de las bases norteamericanas de 1953 en territorio español; y que culmina con la entrada en la OTAN (1982) y en la UE (1986), con uno de los partidos franquicia del sistema bipartidista de EEUU: el PSOE.
Podríamos hablar del comiendo de una transición total en la que se cambian todos los aspectos de la vida de los españoles y en la que el vicepresidente del gobierno, el señor Alfonso Guerra, plasma perfectamente en una famosa frase en 1982: “a España no la va a conocer ni la madre que la parió,”.
Pero cuando Alfonso Guerra pronunció la frase, lo cierto es que España probablemente ya era otra, como hemos comentado, lo que facilitó el cambio político.
Primero iniciaron una transición ideológica alejándose de la iglesia, de sus valores y cultura, y abrazando el progreso y los avances que ofrecían las potencias extranjeras hegemónicas. Lo hicieron con la apertura económica y mediante ingeniería social: propaganda en prensa, especialmente.
El hecho de que dé comienzo la transición es precisamente esto: la apertura económica, las ayudas económicas estadounidenses, y la implantación de bases militares estadounidenses: la sumisión a EEUU. EEUU chantajea a la España franquista con un bloqueo comercial, que, literalmente, mata de hambre a la población, tras la soledad internacional que sufre por la disputa de las dos grandes potencias que forman los dos grandes bloques hegemónicos. Así, a Franco, no le queda más remedio que capitular y entregar el país a EEUU.
En este contexto, y con España bajo bloqueo comercial de EEUU y enfrentada a la URSS, se levanta el bloqueo y, Franco, probablemente, abraza (obligado o no) el modelo estadounidense y lo va implementando “pacíficamente” y con ayuda de otros actores, como podrían ser Juan Carlos I o Adolfo Suárez.
Con la transición ideológica iniciada y avanzada, y con la pérdida de soberanía militar en favor de EEUU, un día Franco enferma y acaba muriendo. En este punto, tras la muerte del dictador, se aceleran los acontecimientos; pero España ya quería libertad… ya había penetrado la propaganda capitalista y los españoles no querían seguir siendo los mismos españoles.
Aunque hay un sector de la población, perfectamente representado en la figura de Carrero Blanco, que no traga con que España deje de ser esa España franquista para convertirse en una colonia capitalista de EEUU. Este sector, en 1975, acaba siendo minoritario incluso dentro del propio Gobierno de Franco, probablemente, con la muy inestimable ayuda de la parte capitalista europea y, principalmente, de EEUU.
La transición política acaba con la frase de Alfonso Guerra, y con el PSOE haciéndose con el poder tras las elecciones democráticas de 1982. Los que iniciaron la transición allá por 1953 ya tenían el poder, y podían acabar lo que comenzaron décadas atrás.
En el mismo año de las elecciones que gana el PSOE, España entra en la OTAN, y cuatro años más tarde, en la UE de la mano del mismo PSOE. España abandona completamente el capitalismo de Estado para ser un país neoliberal al uso. ¿Cómo lo logran? Con la destrucción del Estado y su reemplazo por capitalistas de todo el mundo. Probablemente privatizando la industria estatal y convirtiendo el Estado en una gran máquina (una gran red clientelar, o muchas) para dar favores y repartirse el dinero, pero en descomposición por la propia falta de gestión, y por su propia naturaleza suicida de “privatización”. Un Estado en manos de capitales extranjeros. Privatizaciones, que hoy día, se siguen dando a nivel municipal, autonómico y estatal. Cuando renacionalizan, suele ser porque no es rentable para el dueño capitalista, y lo cargan en la hucha del resto de españoles, atacando igualmente al Estado, que se ve inevitablemente reemplazado por el poder capitalista. Hoy en día, transformadas en multinacionales y fondos de buitres que se alimentan de la mermada y defenestrada (a propósito, y mediante políticas perfectamente calculadas y tangibles) clase trabajadora española.
Por lo tanto, es en 1953 y años posteriores, pero con Franco vivo, es realmente cuando se empieza a cocinar la transición, muy probablemente, con el visto bueno del propio Franco, y que se cuece a fuego lento hasta que Franco muere y se aceleran los acontecimientos.
Esta transición se va a plasmar en un cambio político, social e ideológico (de un Estado fuerte, militarizado, totalitario, católico y dictatorial, a un Estado débil, sin soberanía, abierto, laico y democrático) y en un cambio económico (de un Estado autárquico, a un Estado neoliberal, pasando por una etapa desarrollista de capitalismo de Estado, similar a las socialdemocracias europeas o al capitalismo de Estado que defendía China antes de convertirse en la gran potencia hegemónica que es hoy en día).
Podríamos decir que la sociedad está en un constante cambio, en una constante construcción y destrucción que da lugar a un estado eterno de transición entre diferentes modos de organización, de producción, de distribución, de aculturación, etc.
Y a lo que llamamos “Transición Española” es una pequeña revolución (cambio brusco en poco tiempo, es una transición y una transformación en todos los aspectos de la vida de los españoles) “pacífica” (tanto en cuanto no hubo una guerra, probablemente por la soledad internacional a la que se vio abocado el franquismo. Por la falta de un bando que le plantara cara a Juan Carlos I y a EEUU. Dominaba el modelo estadounidense, y España no podía permanecer aislada).
Con el terreno libre para gobernar y dentro de estos cambios constantes a los que llamamos Transición Española, los datamos entre 1975 y 1982 por el gran cambio que supone el paso de una dictadura a una democracia y por la entrada de lleno al bando capitalista.
Se el primero en comentar