La revolución armenia en imágenes

La represión, que hirió levemente a Pashinyan en una de las concentraciones, solo logró que el pueblo se echara masivamente a las calles en una manifestación donde el líder opositor anunció que no aceptaría otra cosa que la renuncia del primer ministro.

Por Angelo Nero

Hace ahora un año que comenzó una de esas guerras relámpago de las que apenas hubo breves esbozos en los telediarios y en las cabeceras de los periódicos, si a muchos españoles les cuesta situar Armenia en el mapa, y hasta desconocen la existencia del Genocidio Armenio, preludio del Holocausto Judío, es difícil –aunque tampoco hay mucho interés en intentarlo- que le presten atención a un conflicto del que apenas tienen referencias. Tal vez, y digo tal vez, uno de los medios del estado que han prestado, y lo siguen haciendo, atención al nuevo frente abierto en el espacio post-soviético, y sigue buscando nuevas voces para entender el origen y las consecuencias de la agresión azerí a la república de Artsakh.

En mis intentos de seguir profundizando en el conocimiento de la sociedad armenia, lamentablemente desde la distancia, he encontrado un documental dirigido por Garin Hovannisian, y estrenado en 2019, “I am not alone” donde sigue, durante los cuarenta días que, en 2018, cambiaron la historia reciente de Armenia, al protagonista de este cambio, Nikol Pashinyan, un periodista que había denunciado al gobierno corrupto de Serzh Sargsyan, durante décadas en el poder, y que, diez años atrás ya había sido uno de los líderes de la revolución fallida de 2008, que fue violentamente reprimida por la policía, con una decena de muertos. Esos cuarenta días, en los que temblaron los cimientos del estado armenio, comenzaron con una marcha pacífica que Pashinyan comenzó en una de las ciudades más importantes del norte del país, Gyumri, continuando hasta Vanadzod, y de allí, a la capital, Ereván, intentando levantar al pueblo para impedir una nueva reeleción de Sargyan como primer ministro.

Con un hábil manejo de las redes sociales, la campaña iniciada por el líder opositor cogió cierto impulso, aunque a la llegada a Ereván no se tradujo en el baño de multitudes que se esperaba. Aun así, Pashinyan y su equipo no se rindieron, y no tardaron en plantear nuevas estrategias, como la de paralizar el transporte público de la capital para denunciar al gobierno corrupto que intentaba perpetrarse, a través del masivo fraude electoral. Este cambio de rumbo paralizó la vida de la capital de Armenia, cada vez con más gente en la calle, poniendo al régimen contra las cuerdas con una estrategia de la desobediencia civil.

La represión, que hirió levemente a Pashinyan en una de las concentraciones, solo logró que el pueblo se echara masivamente a las calles, llegando a llenar la Plaza de la República, la más importante del país, en una manifestación sin precedentes, donde el líder opositor anunció que no aceptaría otra cosa que la renuncia del primer ministro.

En un documental con una realización que solo puede calificarse de magnifica, tanto a nivel técnico como narrativo, vemos pasar a los protagonistas de aquel momento histórico, que se denominó Revolución de Terciopelo, entre ellos Anna Hakobyan, esposa de Pashinyan, al jefe de policía Valeriy Ospyan, al primer ministro Serzh Sargsyan y al presidente Armén Sarkissian, y a algunos de los activistas de la revolución que ocuparían cargos en el nuevo gobierno salido de esta: Armen Grigoryan (que sería nombrado secretario del Consejo de Seguridad), Vahan Kerobyan (que sería ministro de Economía), Arsen Torosyan (ministros de la Diáspora), Lilit Makunts (ministra de Cultura y actual embajadora en EEUU). También sale, fugazmente, ante las cámaras, el cantante de System of a Down, Serj Tankian, uno de los productores del documental y compositor de su banda sonora.

“I am not alone” narra, de una forma bastante notable, la conversión de Nikol Pashinyan en todo un líder carismático en solo cuarenta días, con esa determinación que pocos hombres tienen para echarle un pulso al poder y ganarlo. Yo mismo fui consciente de esa fe incuestionable que el pueblo tenía en sus palabras, en la misma plaza de la República de Ereván, cuando cumplía cien días de su mandato y decía: “las multitudes que se reúnen en la plaza se deben considerar como el cuerpo supremo del gobierno del pueblo. Esto significa que en adelante los funcionarios serán responsables ante esta plaza, obedecerán a esta plaza, y todas las decisiones clave deben tomarse aquí en esta plaza”.

Mucho han cambiado las cosas en Armenia desde que hace un año, el ejército del dictador Aliev invadiera Artsakh, con la complicidad del presidente turco Erdogán, y la inanición de la Rusia de Putin, pero, pese a todo, Pashinyan sigue al frente del país, aunque sus seguidores ya no bailen el “Duxov”. Este documental da algunas claves de porqué pese a todos los conflictos, externos e internos, Nikol Pashinyan sigue siendo el líder de la nación armenia.

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