La juventud apolítica y pasota, una de las grandes mentiras de esta década

Tenemos una juventud muy activa políticamente que milita en movimientos sociales para transformar la sociedad; los que se abstienen no es porque “se la sude”, sino porque no se consideran representados por las opciones.

Adrián Ramírez

La generación «nini», la generación del botellón, la generación desconectada de la política. Son solo algunas de las formas para definir  a la juventud española, como si hubiera una competición por ver quién usa el peor sustantivo. Lo que tendremos que preguntarnos es, ¿esto corresponde con la realidad?, radicalmente no. Entonces, ¿qué interés hay en vendernos una juventud botellonera?, eso trataré de aclararlo ahora.

Lo primero, vamos a partir de los hechos, si bien hay una media verdad en que los jóvenes de entre 18 y 24 años votan menos en comparación con otras franjas de edades; pero se oculta que los jóvenes actuales votan más que hace 35 años, y que la tendencia es que cada vez más jóvenes tengan una vida política más activa. Hace 10 años pudimos ver una expresión de esto en el 15M, donde miles de jóvenes ocuparon las principales plazas del país al grito de “que no nos representan”. Esto no ha sido flor de un día, sino que ha sido un capítulo de la lucha política de la juventud. Hay muchos capítulos en estos últimos años: podíamos coger los Fridays For Future, donde miles de jóvenes manifiestan su preocupación por la emergencia climática; el movimiento feminista donde la mayor parte de su militancia es joven; los miles de jóvenes que firmaron los manifiestos de Unidad y Solidaridad frente a la COVID-19 o el movimiento LGTBI. En todas las luchas políticas vemos  a la juventud como una columna vertebral.

Pero no solo vemos a la juventud a la hora de manifestarse en la calle, también la vemos en las urnas. Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas hay una diferencia de hasta 10 puntos en la abstención de la generación “milenial” con respecto a la anterior. Mientras que la generación “boomer” la abstención es del 34%, los jóvenes de entre 18-24 años solo se abstienen un 24%. Aunque no se puede hacer una traslación mecánica, deja ver el índice de participación. Otro dato curioso es que si miramos a los que se abstienen a votar, casi el 50% no lo hace porque no ve una opción política que le represente.

En resumen, tenemos una juventud muy activa políticamente que milita en movimientos sociales con la esperanza de transformar la sociedad. Una juventud que participa activamente en los procesos electorales, y por si fuera poco, los que se abstienen no es porque “se la sude”, sino porque no consideran representados por las opciones (que enseñan los grandes medios). La verdad están en los datos, y estos muestran una realidad contundente e incontestable. Entonces, ¿por qué ese empeño en vendernos el humo de la juventud pasota? Desde luego hay que partir de quien lo dice, cuando lo dice y para qué lo dice. Si se dice en unos momentos donde se llevan aplicando recortes sociales desde que empezó la crisis, y ahora para recibir los 140.000 millones de Bruselas están exigiendo un nuevo paquete de recortes el interés no puede ser más claro: atacar y degradar a un sector muy combativo.

Mao Tse Tung decía que la juventud es la fuerza más activa y más vital de la sociedad, y los hechos corroboran esta frase. Este empeño de degradar busca socavar la lucha, ¿para qué luchar si la mayoría pasa, si son solo 5 o 6 los que se manifiestan? Es mentira, la juventud es cada vez más política y más reivindicativa. Lo que es imprescindible para que esas luchas por acabar con el cambio climático, por romper la desigualdad social y por vivir en un mundo más justo. Porque los jóvenes queremos un futuro digno, no un presente distópico. Y para ello hemos de redistribuir la riqueza, poniendo todos los recursos del país al servicio de los intereses populares y para ello tenemos que defender la soberanía nacional para cuestionarnos los dictados de Washington y Bruselas.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.