El documental, de 66 minutos, hace un recorrido por la Guerra Civil y la represión franquista en Elda y otras poblaciones alicantinas, centrándose en los testimonios de las familias que las sufrieron directamente
Por Redacción NR
El pasado 15 de junio se estrenó en Elda “La gente que solo buscaba la libertad”, un documental que la concejalía de Patrimonio y Memoria Histórica del Ayuntamiento de Elda trató de censurar en 2022 y que salió adelante meses después gracias a la ayuda colectiva de decenas de personas a quienes les importan la libertad y la memoria histórica.
Este documental ha tenido un éxito sin precedentes: la sala principal de la Fundación Paurides quedó con aforo completo antes de empezar el acto, por lo que el personal de la sala se vio obligado a ampliarlo retirando la pared corredera de detrás de la sala y colocando más asientos. Sin embargo, no fueron suficientes para abarcar la gran cantidad de personas que acudieron, por lo que muchas de ellas atendieron a la presentación y vieron la proyección del documental desde los pasillos laterales y la parte trasera de la sala, de pie.
El documental, de 66 minutos, hace un recorrido por la Guerra Civil y la represión franquista en Elda y otras poblaciones alicantinas, centrándose en los testimonios de las familias que las sufrieron directamente. En el acto de presentación intervinieron Isabel Ginés, directora del documental junto a Carlos Gonga; Iñaki Pérez Rico, director general de Responsabilitat Social, Foment de l’Autogovern i Qualitat Democràtica de la Generalitat Valenciana, entidad que desde el primer momento apoyó esta producción, y Bárbara Bellot, nieta de Manuel Bellot, alcalde republicano de Elda asesinado en 1938 por defender los valores democráticos de la Segunda República, que da su testimonio en el documental.
El eldense Iñaki Pérez Rico hizo énfasis en la importancia actual de la memoria democrática y en el trabajo que han llevado a cabo desde la Conselleria de Qualitat Democràtica durante los últimos cuatro años en materia de exhumaciones, declaración de lugares de memoria y retirada de vestigios franquistas. Advirtió a su vez del peligro que acecha a la sociedad con la posible derogación de la Ley de Memoria Histórica a instancias de la derecha y la ultraderecha desde el Gobierno, lo que calificó como “el mayor error que se puede cometer”, y se refirió a la inminente visualización del documental como “un ejercicio pedagógico” para “dignificar a todas esas personas que estuvieron luchando por la libertad, por la democracia, por la justicia social y que fueron asesinadas en tiempos de paz de una manera cruel”.
Por su parte, Isabel Ginés reivindicó la importancia de “dejar trabajar a quienes luchan por la recuperación de la memoria histórica” y subrayó que “la censura no tiene cabida”. Asimismo, se dirigió a todos y cada uno de los familiares allí presentes, tanto del documental que se estrenaba como de otros que su compañero Carlos Gonga y ella realizaron sobre poblaciones colindantes como Monóvar o Petrer, como “luchadores por reparar la memoria de una persona a la que asesinaron porque quería un país en libertad, un país que no estuviera a manos del genocida Francisco Franco”. Uno de los aspectos en que hizo hincapié fue que, para ambos documentalistas, “la línea roja es que jamás vamos a equiparar a verdugos y víctimas” porque “es una falta de respeto y de decencia moral”.
Por último, Bárbara Bellot habló en representación de los familiares de víctimas que dan su testimonio en este documental: “La gente que solo buscaba la libertad es nuestra gente, los que dieron su vida para crear un mundo mejor para todos y que por desgracia pagaron humildemente con sus vidas”. Su abuelo, Manuel Bellot, fue asesinado de madrugada en 1938 junto a otros doce hombres, dos de ellos de Elda, tras recibir los franquistas que le tenían preso el soplo de que en unas horas recibiría el indulto de su pena de muerte. Bárbara habló de sus familiares, entre ellos la mujer de Bellot, sus tres hijas y su hijo, comentando que “cada uno de ellos aprendió a vivir en el más absoluto de los silencios” y aprovechó para agradecer su esfuerzo a la Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo del Cementerio de Alicante, a la que pertenecen estos familiares de represaliados y que también dio su apoyo al desarrollo del documental: “Estoy orgullosa de la asociación y de toda la gente que tanto está consiguiendo con ella, aunque sea pasito a pasito”.
Respecto a la directora y al director del documental, sobre el escenario y ante un atento público de 180 personas, Bárbara Bellot les señaló que a las familias “nos consta lo mucho que habéis luchado por sacar a la luz este documental y las muchas trabas que os han puesto hasta llegar aquí. Este documental es uno más de vuestra trayectoria, como venís haciendo por tantas ciudades”. Pérez Rico puntualizó este aspecto: “Carlos e Isabel han hecho una gran labor por todo el territorio de pedagogía, de conocimiento, de poner el foco en las propias víctimas”. La nieta del alcalde eldense republicano se refirió entonces a la recuperación de la memoria histórica como “vuestra labor, tan necesaria y tan poco valorada aún a día de hoy”, una actividad “que forma parte de esta historia que se nos ha negado, y que por fin se puede saber gracias a vosotros y a tanta gente que lo hace posible”.
Finalmente, tras agradecer también su trabajo al director general de Qualitat Democràtica, el deseo de Bárbara Bellot de que “ojalá nunca más tengamos que soportar una guerra y sepamos todos respetar la historia sin odios y sin juicios de valores” dio paso al estreno del documental, que fue elogiado por todos los presentes al terminar la proyección.
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