El xenófobo Alternativa para Alemania ha conseguido el 32,9%, logrando casi cuatrocientos mil votos, lo que se traducirá en 32 escaños en el Parlamento de Turingia.
Por Angelo Nero | 2/09/2024
Turingia es uno de los 16 estados federados de Alemania, poblado por más de dos millones y medio de habitantes, y desde 1949 hasta 1990 formó parte de la República Democrática Alemana. El pasado domingo, 1 de septiembre, ha celebrado elecciones para renovar los 88 escaños del Parlamento Estatal Turingio (Thüringer Landtag), donde la extrema derecha, bajo el liderazgo de Björn Höcke, por primera vez desde la caída del régimen nazi, se ha alzado con la primera posición. Turingia fue el primer lugar donde, en 1930, entraron en un gobierno regional alemán.
El xenófobo Alternativa para Alemania (Alternative für Deutschland, AdF) ha conseguido el 32,9% -en los anteriores comicios estatales, en 2019, habían tenido un 23,4%- logrando casi cuatrocientos mil votos, lo que se traducirá en 32 escaños en el Parlamento de Turingia, 10 más de los que ya tenían.
“Por primera vez somos la primera fuerza parlamentaria. Los partidos tradicionales deben mostrar humildad y aceptar el resultado. La gente votó y dijo que quería cambios, y solo los habrá con la AfD; la gente está harta de que se hable de un cordón sanitario contra nosotros”, declaró Björn Höcke a la televisión pública alemana.
En segundo lugar ha quedado la conservadora Unión Demócrata Cristiana (Christlich Demokratische Union Deutschlands, CDU), liderada por Mario Voigt, que pasa de un 21,7% a un 23,6%, un pequeño aumento en el porcentaje de votos, que le hace ganar dos escaños, y pasar de ser el tercer grupo político de la cámara al segundo, con 23 diputados.
El gobierno de coalición turingio estaba formado, desde 2014, por La Izquierda (Die Linke), el Partido Socialdemócrata (Sozialdemokratische Partei Deutschlands, SPD) y Los Verdes, encabezado por el Ministro-Presidente Bodo Ramelow de La Izquierda, ya que esta había sido la ganadora de las elecciones en 2019, con un 31% de los votos, y 29 escaños, pero este 1 de septiembre, la lista de Ramelow ha sufrido un fuerte varapalo, no alcanzado más del 13% y quedando solo con 12 escaños.
Parte del voto de Die Linke se lo ha llevado una escisión suya, la Alianza Sahra Wagenknecht-Por la Razón y la Justicia (Bündnis Sahra Wagenknecht-Vernunft und Gerechtigkeit, BSW), con la lista encabezada por Katja Wolf, que se convierte en el tercer grupo del Parlamento con 15 escaños y el 15,8% de los votos. El BSW está creciendo en toda Alemania, gracias a su postura favorable a limitar la inmigración, y a una negociación que ponga fin a la guerra de Ucrania.
El Partido Socialdemócrata, la formación política del canciller alemán, Olaf Scholz, que en Turingia lidera Georg Maier, sigue con su caída, y pasa del 8,2% de porcentaje de voto logrado en 2019, al 6,1% de estas elecciones, pierde también dos diputados y se queda con seis. Pero todavía es peor el resultado del domingo para sus tradicionales socios de Alianza 90/Los Verdes (Bündnis 90/Die Grünen) que pierden los cinco escaños que tenían en el Parlamento y se quedan sin representación, con un exiguo 3%.
También pierden sus cinco diputados, y se quedan fuera del parlamento los liberales del Partido Democrático Libre (Freie Demokratische Partei). Hay que recordar que tanto los liberales como los verdes, forman parte de la “coalición semáforo” que sustenta el gobierno federal de Scholz.
La ultraderechista AfD, pese a ganar las elecciones, tiene difícil gobernar en Turingia, si la CDU, a la que saca seis puntos, no levanta el cordón sanitario que mantienen los democristianos con la extrema derecha, todavía más complicado en este lander, donde el lider de AfD, Björn Höcke, es uno de los rostros más visibles del ala más extremista del partido.
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