La exportación del fascismo: un aviso del socialismo español (1930)

Mussolini se estaba poniendo a la cabeza del movimiento fascista en todos los países donde la reacción habría iniciado su ofensiva contra la democracia y contra el socialismo.

Por Eduardo Montagut | 21/11/2023

En el periódico socialista español, El Socialista, se insertó una columna en la primera página del último número de octubre de 1930, que pretendía ser una especie de aviso sobre la exportación del fascismo italiano.

El artículo se hacía eco del discurso que había pronunciado Mussolini en el Palacio de Venecia, en el centro de Roma, con motivo del octavo aniversario del advenimiento del fascismo en Italia, y ante los jefes de las federaciones provinciales fascistas.

Mussolini realizó una larga exaltación de las virtudes del fascismo, así como de su espíritu de sacrificio ante la próxima guerra que se vislumbraba. Aludiendo a sus “discursos belicosos” de Florencia y Milán había declarado que quería “arrancar la máscara a esta Europa vieja e hipócrita que habla de paz en Ginebra y prepara la guerra por doquier”.

Mussolini se declaraba pacifista porque se hallaba dispuesto a desarmarse si los demás se desarmaban. Mientras tanto él se armaba y anunciaba que en dos años habría cincuenta batallones de camisas negras con cincuenta mil jóvenes fascistas que, con nueve mil estandartes de todos los fascios darían en Roma un espectáculo armado como nunca se había dado.

Mussolini justificaba esta política porque, en su opinión, Italia se encontraba rodeada de enemigos que trataban de destruirla.

Pero los socialistas querían que el lector se fijase en dos pasajes del discurso de Mussolini.

En el primero, explicaba que trataba de reunir en torno suyo a todos los países vencidos. Explotando hábilmente la decepción de éstos como consecuencia de la política egoísta de los vencedores, se declaraba partidario de cierta revisión de los tratados. Aludía a Hungría, Bulgaria y Alemania.

Pero el segundo párrafo era más significativo porque el dictador italiano rectificaba unas anteriores declaraciones sobre el fascismo. Mussolini afirmó que la frase por la cual el fascismo no era un artículo de exportación debía ser corregida porque el fascismo, “como idea y doctrina de realización, es universal”. “Era italiano en sus instituciones, pero su espíritu era universal por su propia naturaleza”. Así pues, podía preverse una Europa fascista, una Europa que se inspirara para sus instituciones en las doctrinas y procedimientos del fascismo.

Para los socialistas estas palabras tenían una significación particular en el contexto en el que se vivía. Mussolini se estaba poniendo a la cabeza del movimiento fascista en todos los países donde la reacción habría iniciado su ofensiva contra la democracia y contra el socialismo. Estaba saliendo de Italia para desempeñar un papel importante en la escena política de Europa.

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