La Amnistía ha hecho emerger a los sectores más reaccionarios de la derecha española, quienes además de tomar las calles vienen lanzando consignas abiertamente golpistas.
Por Redacción NR | 18/11/2023
El acuerdo para la Amnistía firmado entre el Partido Socialista y Junts ha desatado una ola de protestas en las calles españolas protagonizadas por ciudadanos que se oponen a esta medida por considerarla injusta. Sin embargo, dichas movilizaciones han venido acompañadas también de un conjunto de declaraciones públicas de carácter golpista de determinados sectores del ámbito político y de la seguridad del Estado.
El ex Presidente Jose María Aznar decía el 2 de noviembre en un acto vinculado a la Fundación FAES, que Pedro Sánchez «es un peligro para la democracia» y animaba a «el que pueda hacer, que haga», invitando a frenar la Amnistía por todos los medios posibles, sin matizar en sus palabras si esto debía ser por la vía legal o ilegal.
El 7 de noviembre, el dirigente de VOX, Santiago Abascal, añadía más leña al fuego en unas polémicas declaraciones en las que pedía a la policía que no cumpliera las órdenes del Ministerio del Interior a la hora de cargar y mantener el orden durante los disturbios acontecidos en Madrid frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz.
El 14 de noviembre el Ministerio del Interior anunció la apertura de un expediente disciplinario y la suspensión de empleo y sueldo a tres guardias civiles que afirmaron en un comunicado que se comprometían «a derramar hasta la última gota de nuestra sangre en defensa de la soberanía e independencia de España».
La noche del 16 de noviembre, el también dirigente de VOX, Javier Ortega Smith, compartía la jornada de protesta en las cercanías del Congreso de los Diputados junto a manifestantes con banderas franquistas y esvásticas y consignas fascistas.
Por si fuera poco, medio centenar de militares retirados agrupados en la Asociación de Militares Españoles (AME) publicaba una carta el 17 de noviembre en la que pedía al Ejército que destituyera al Presidente Pedro Sánchez. Un llamamiento directo a ejecutar un golpe de Estado contra el legítimo gobierno salido de las urnas.
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