A pesar de que las encuestas daban una bajada pronunciada en la intención de voto al SPÖ, esta ha sido mínima, bajando del 41,6% al 39,5%, y consiguiendo 43 escaños.
Burgenland siempre ha sido un feudo histórico del Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ), donde llevan gobernando desde 1964, y está gobernado, desde 2019, por el carismático Hans Peter Doskozil, que incluso disputó el liderazgo del partido.
Se confirma así el ascenso imparable de la extrema derecha, que fue la primera opción política de los austriacos en las elecciones europeas y también en las generales y parece que todavía no han llegado a su techo electoral.
La intención de los populares es que Kickl siga los pasos del carismático líder del FPÖ, Jörg Heider, cuando hace 24 años se apartó, rechazando ser ministro, para asegurar la entrada de la ultraderecha en el gobierno austriaco con el ÖVP.
De Terrinches a Abellás, de Llamazares a Patxi Bisquert, de Yereván a Kiruna, pasando por Mota del Marqués, de Carlos Velo a José Antonio Labordeta, son muchos los territorios de la memoria, algunos comunes y otros íntimos, que recorrí a través de las páginas de Virginia Mendoza.