Por Salva Solano | Ilustración: SrPotatus
Creo que ya puedo escribir sobre esto, han pasado casi dos meses y los ánimos se han enfriado. Es verdad que se sigue hablando de Cataluña, pero sólo del jugueteo a lo Pimpinela que se traen los de Puigdemont con los de Rajoy, no de los atentados de agosto.
De modo que ya puedo intentar responder a la pregunta del título sin que me caiga encima una turba de justicieros susceptibles: ¿Era necesario matar a los terroristas de Barcelona y Cambrils?
Dejando de lado la humanidad y la legalidad, esto de que maten a los culpables (si nos ponemos técnicos, presuntos culpables, que no se puede juzgar con una güija) es poco práctico. Si los detienes puedes interrogarlos, tratar de conseguir información que evite futuros atentados, llegar a posibles cómplices… Un muerto no habla.
La versión oficial es que los terroristas fueron abatidos (jamás oiréis el verbo matar referido a un miembro de las fuerzas del orden) porque no había más remedio. Sin embargo, si uno ve el vídeo de la muerte del quinto terrorista de Cambrils, le surgen dudas.
El terrorista está a un lado de la mediana que divide la carretera. Al otro, los coches patrullas y varios agentes. Le gritan que se eche al suelo. No lo hace y disparan. O fallan o disparan al aire, pero el terrorista sigue allí, en pie. Se siguen oyendo más tiros, cuatro, hasta que uno da en el blanco y le hace caer.
Consigue levantarse de nuevo. Cruza la mediana y lo matan. Once disparos en total.
Tuvieron tiempo más que de sobra para apuntar a las piernas, como hizo la policía finlandesa en las mismas fechas. Pero tiraron a matar. ¿Por qué? Ningún periodista pregunta, eso sería cuestionar a nuestros héroes. Los mossos informaron de que este terrorista, como los demás, llevaba un cinturón de explosivos falso, pero esto no aclara nada: sólo en lo que dura la grabación, que es incompleta, el terrorista dispuso de más de un minuto para haber detonado la supuesta bomba.
Sus cuatro compañeros ya habían sido tiroteados antes, a pesar de que salían de un vehículo que acababa de volcar, y de que ninguno portaba armas de fuego. Pero de esto no hay vídeos, así que a saber. También nos contaron que una heroica mossa había acabado ella sola con cuatro terroristas, y luego Lucky Luke resultó ser un ex legionario. Y parece que su antiguo idilio con los novios de la muerte también fue inventado.
Dejando de lado la humanidad y la legalidad, esto de que maten a los culpables es poco práctico
Los medios elogiaron esta actuación policial como un acto de mucho mérito y valentía (más aún cuando se pensaba que la protagonista era mujer). Yo no lo veo: es un agente que mata con una pistola a cuatro tíos armados sólo con cuchillos que salen de un coche que acaba de sufrir un grave accidente.
En total, seis terroristas muertos por disparos de los mossos. Nos vamos pareciendo a EEUU, muchos estarán contentos.
Esto de matar a los terroristas en vez de detenerlos se está convirtiendo en una «moda» que no me gusta nada. Lo que debería ser una medida extrema se va volviendo un hábito. Y luego, la última tendencia en la Daesh Fashion Week, los cinturones de explosivos falsos… ¿No os chirría? ¿Por qué no llevan explosivos reales?
Así, algunos especulan, en estos ataques y en otros anteriores, con los atentados de falsa bandera. No me extraña.
CIUDADANO DORY
En el caso concreto de los atentados de Cataluña, he flipado con los elogios de una parte de la izquierda a los mossos, su agradecimiento por su labor, los mensajes con corazoncitos, sois héroes, ángeles que veláis por nosotros y tal.
Habría mucho que hablar sobre la actuación policial: si podrían haber hecho algo para evitar los asesinatos de Las Ramblas, en primer lugar; o del fracaso de la operación Jaula, pues el conductor de la furgoneta, Younes Abouyaaqoub, se les escapó caminando; o de que este tipejo se les volviera a escapar de un control policial con un coche robado a Pau Pérez, que terminó muerto; o la decisión de los agentes de disparar contra este vehículo, que llevaba al propio Pau de rehén; o los cuatro días que estuvo fugado Abouyaaqoub hasta que (según nos cuentan, de esto tampoco hay grabaciones, y fíate tú de los medios) lo mataron de doce tiros al encontrarlo escondido en un viñedo en Subirats, a 50 kilómetros de Las Ramblas.
(Por cierto, ¿quién hizo y filtró a la prensa la morbosa foto de su muerte? Los mossos, imagino, pues no creo que nadie más pudiera acercarse tanto a la víctima).
Si a pesar de todo, os parece que los mossos lo hicieron bien, pues vale. Pero no nos pasemos, muchos me habéis recordado a la derecha y sus medios, siempre dispuestos a blanquear la imagen de unos cuerpos que se han ganado a pulso cada mancha.
La semana de los atentados, la policía catalana se limitó a hacer su trabajo, y lo hicieron porque les pagan, igual que un albañil se sube a un andamio y de vez en cuando se mata
Ha sucedido exactamente igual tras el 1-O. Los mossos, siguiendo órdenes políticas, se mostraron mucho más comedidos que la policía y la guardia civil a la hora de impedir el referéndum. Pero no actuaron así por cercanía al pueblo, ni solidaridad, ni empatía, ni pollas en vinagre: si les hubieran ordenado dar leña, la hubieran dado igual que los «invasores». ¿O es que no tenemos memoria? ¿Nos hemos vuelto todos como Dory?
Hablamos de los mossos, joder, un cuerpo violento donde los haya, en un país donde la policía no se caracteriza precisamente por su proporcionalidad (con la izquierda: con nazis y nostálgicos del franquismo es otra cosa). Los del caso 4-F, los del desalojo de la Plaza de Cataluña, los que han reventado ojos con pelotas de goma, los de las vejaciones a manifestantes y torturas en las comisarías, los que asesinaron a Andrés Benítez… Pero ¿cómo somos tan desmemoriados?
La semana de los atentados, la policía catalana se limitó a hacer su trabajo, y lo hicieron porque les pagan, igual que un albañil se sube a un andamio y de vez en cuando se mata, o un minero rellena sus pulmones con radón o asbesto o termina su vida bajo una manta de escombros, sin que nadie les ponga por ello una medalla póstuma al mérito.
Pero nada, que vivan los mossos. Y cuando dentro de unos meses un agente estrene su nuevo juguetito disparando contra una chica de 17 años que proteste contra los recortes en Educación de un gobierno corrupto de derechas (que eso también se nos ha olvidado, ahora Artur Mas y compañía son mártires revolucionarios, hay que joderse), que la muchacha aproveche los espasmos provocados por la táser para bailar una sardana en honor de la molt honorable policía autonómica.
Que parecemos gilipollas.
Creo que quedó alguno vivo, para contarlo, los otros fueron a parar al paraíso, que es lo mejor para ellos. Los mossos son así, a veces dulces a veces expeditivos, ahora ocúpate de la Guardia Civil y de como evitan que lleguen los emigrantes nadando a pocos metros de la costa si no lo hiciste con anterioridad, sería muy interesante que lo hicieses aunque imagino que como buen cartagenero los temas de Cataluña te sorprenden mas y llaman mas tu atención, fíjate otra policía diferente de la «mucho española» a la que han alabado ¡¡que despropósito¡¡ como si la Guardia Civil no hubiese tenido nunca alabanzas ¿verdad?¿Cuando lo del 11M no se hubiese podido evitar la explosión en la finca? Creo que se tendrían que sustituir las balas por dardos adormecedores y al despertar ver que lo nos cuentan.
Hola, «Futbolín»,
Al tema de la Guardia Civil y los inmigrantes le dediqué, al menos, dos entradas:
– «Pelotas de goma, caras de hormigón»
https://www.votaycalla.com/pelotas-de-goma
– «No creo a la Guardia Civil»
https://www.votaycalla.com/no-creo-a-la-guardia-civil
Sobre la Guardia Civil en Cataluña:
– «Guardia Civil en Calella: «más allá del deber»»
https://www.votaycalla.com/calella-guardia-civil-mas-alla-del-deber
Y de la policía cartagenera también he escrito:
-«Policía asesina»
https://www.votaycalla.com/policia-asesina
-«Vergüenza me daría»
https://www.votaycalla.com/verguenza-daria
Y he publicado artículos sobre la Policía Nacional, la Policía Local de Madrid…