Garantizar al menos una comida escolar a cada niño

Para muchos niños y jóvenes de los países afectados por la crisis, una comida en la escuela puede ser el único alimento que ingieren en todo el día.

Las comidas en las escuelas dan a cada niño una comida nutritiva, al mismo tiempo que aumentan las inscripciones y reducen el ausentismo del alumnado. Así se destacó durante la presentación de la Coalición de Comidas Escolares, una nueva iniciativa emergente para impulsar acciones que puedan restablecer, mejorar y ampliar con urgencia los sistemas alimentarios y educativos, apoyar la recuperación de una pandemia e impulsar acciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La iniciativa está formada por más de 60 gobiernos nacionales y 55 socios dedicados a restaurar, mejorar y ampliar los programas de comidas y los sistemas alimentarios, entre los que se encuentran varias agencias del sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El primer objetivo es que al menos vuelvan a contar con la comida escolar todos los estudiantes de primaria que contaban con ese beneficio antes del cierre de las aulas por el estallido de la pandemia de covid-19, una cifra situada en 388 millones de escolares. En abril de 2020, durante el apogeo de la crisis, casi todos los países cerraron sus escuelas, dejando a 370 millones de escolares sin acceso a la única comida diaria en la que podían confiar.

Sin embargo, la iniciativa mira más allá y pretende además llegar a todos los escolares de zonas vulnerables del mundo que no contaban con esas comidas en los planes anteriores a marzo de 2020, cuando se decretó la pandemia. Se calcula que esa población infantil suma 73 millones adicionales que conforman la población infantil mundial más vulnerable.

Mucho más que un plato de comida

Los programas de comidas escolares son mucho más que un simple plato de comida, son una importante red de seguridad para los niños y sus comunidades. Se trata de uno de los principales medios para que los niños reciban comidas saludables, ayudan a combatir la pobreza y la desnutrición.

Asimismo, su impacto en la educación se ve en el aumento del compromiso de los estudiantes, al mismo tiempo que sirven como incentivo para que las familias envíen a sus hijos, especialmente a las niñas, a las escuelas. El número de niños que reciben comidas escolares aumentó en 36 % cuando sus gobiernos incrementaron los presupuestos para estos programas.

Los programas también ofrecerán oportunidades para prácticas de desarrollo sostenible y transformaciones en los sistemas alimentarios.

Recuperación de las sociedades

“Simplemente, los niños enfermos no pueden ir a la escuela y los niños hambrientos no pueden aprender. Es esencial que invirtamos más en la salud y la nutrición de los jóvenes estudiantes, especialmente de las niñas”, señaló la directora ejecutiva Adjunta del PMA, Valerie Guarnieri, dijo:

Yasmine Sherif, directora de la ECW, indicó que “para muchos niños y jóvenes de los países afectados por la crisis, una comida en la escuela puede ser el único alimento que ingieren en todo el día y puede ser un importante incentivo para que las familias envíen y mantengan a los niños y niñas en la escuela. También es esencial para que los jóvenes se concentren y aprendan”, aseguró.

“Las comidas escolares son muy importantes para la recuperación de nuestras sociedades del impacto de la pandemia de Covid-19”, señaló el jefe de la Unidad de Desarrollo Sostenible de la Misión Permanente de Francia ante las Naciones Unidas, Olivier Richard.

Fuentes: Schoolmealscoalition, IPS, ONU.

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