Esta jugada a dos bandas y a dos tiempos entre Junts y el PSOE me ha hecho disfrutar tanto como una buena serie de Netflix.
Por Lucio Martínez Pereda | 30/01/2025
El Gobierno ha conseguido dejar al PP “fuera de juego” y cierra un acuerdo con Junts para aprobar otro decreto del escudo social. La hábil maniobra de Junts -aprobación del decreto a cambio de moción de confianza- deja en ridículo todo el inútil ruido mediático montado por Feijóo. Esta jugada a dos bandas y a dos tiempos entre Junts y el PSOE me ha hecho disfrutar tanto como una buena serie de Netflix. Aunque pueda parecer un poco cruel decirlo, me ha gustado ver a Feijóo convertido en una especie de loncha de mortadela tonta aplastado en medio de los dos panes de un sándwich. Pocas veces -desde que tengo uso de razón política- he visto a un líder de la derecha hacer tanto el imbécil. En política – como decía Tarradellas- se puede hacer de todo menos el ridículo.
Pero cuando parecía que ese ridículo había llegado a su máxima evidencia posible, el señor Feijóo demuestra que no es así. La dimisión del Fiscal del Estado es otra tabla a la que Feijóo se agarra como náufrago desesperado. Según el líder del PP : “ El Fiscal General del Estado debería dimitir o ser cesado”. El señor Feijóo ignora una cuestión muy básica: el Fiscal General no puede ser cesado. Alguien que desconoce un aspecto tan fundamental sobre el funcionamiento de la separación de poderes en cualquier democracia, no debería ser presentado por su fuerza política como candidato para ser presidente de gobierno. Estoy seguro que incluso la señora Ayuso -pese ser una notable ágrafa funcional- no hubiese evidenciado una carencia formativa tan grave . El Fiscal General del Estado en España no puede ser cesado por el Gobierno ya que precisa tener garantizada la independencia del cargo frente a posibles presiones políticas. Este garantía está establecida en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal desde 1981. El fiscal solo puede cesar por petición propia, incapacidad, incompatibilidades legales, o al cesar el Gobierno que lo propuso.
Creo que esta severa incompetencia de Feijoo sobre el conocimiento de aspectos fundamentales del funcionamiento de un régimen democrático debe ser acreditada con su cronología documental exacta: Núñez Feijóo, afirmó el 28 de enero de 2025 en declaraciones públicas que si estuviera en el Gobierno, el fiscal general del Estado no le habría durado “ni diez minutos” en el cargo. También señaló que el Fiscal General debería haber sido cesado hace tiempo y acusó a Sánchez de mantenerlo porque “lo necesita para defender a su partido y su familia”.
Creo que el señor Feijoo es un líder del PP fungible, que está ahí para pasar una etapa de tránsito, una etapa no pensada para llegar con él a la presidencia del gobierno sino para aguantar el tirón de Vox. Y que una vez resulte quemando el Partido Popular dirimirá a cara de perro su siguiente liderazgo entre la brutalizada Ayuso o el silenciado y escondido señor Casado. Feijóo tan sólo es el empleado de la empresa de autobuses: conduce la línea que le han asignado pero no fija su trayecto ni decide cuáles son las paradas. Tan sólo le dejan bajar de vez en cuando a hacer pipi
El problema de Feijóo no es solamente su falta de liderazgo en el partido – que si- ni su constante variación ideológica- primero liberal conservador y ahora ultraderecha- que si- ni su falta de una propuesta alternativa de gobierno- que si- ni su repetición de los eslóganes voxianos- que si. El problema de Feijóo es más grave, silencioso y peligroso : su principal problema es una notable carencia intelectual
Su ignorancia anteriormente señalada sobre los mecanismos legislativos que protegen la separación de poderes en un régimen democrático no es la única que evidencia las carencias formativas del señor Feijoó. Durante una entrevista en El Hormiguero, mostró no conocer el funcionamiento de leyes clave como la ley trans, la del aborto y la eutanasia. El mismo tipo de carencias se evidenciaron sobre el funcionamiento del artículo 155 de la constitución; Feijóo apuntó que Pedro Sánchez podría aplicarlo arbitrariamente a Madrid, ignorando que requiere aprobación del Senado, controlado por el PP, lo que revela una otra grave falta sobre el conocimientos de los mecanismos que regulan las instituciones del estado español
Para finalizar. Los casos son muchos. No he recogido todos. Pero creo que la gravedad de los errores citados evidencian que en el caso del señor Feijóo no se puede hablar de carencias de conocimiento sobre detalles insignificantes, despistes en cuestiones secundarias o valoraciones subjetivas perfectamente admisibles. No, vamos a decirlo claramente : en el caso del actual líder del Partido Popular estamos hablando de ignorancia pura y dura. Ignorancia clamorosa .
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