Por Daniel Seixo
En Nueva Revolución entrevistamos a Lola Venegas, escritora e integrante de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, y a Paula Fraga, jurista e integrante de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres.
Desde sectores cercanos al denominado feminismo liberal, se acusa al feminismo radical de hacer uso de tácticas “patriarcales o excesivamente radicales” a la hora de encarar asuntos como la explotación reproductiva o la prostitución, ¿realmente puede existir debate en este aspecto? ¿Pueden considerarse como feministas aquellas mujeres que defienden la explotación del cuerpo y las vidas de otras compañeras?
Lola Venegas – Es llamativo que se acuse al feminismo de “tácticas patriarcales” cuando exige la abolición de la prostitución que es, precisamente, una de las más arraigadas, resistentes y violentas instituciones patriarcales. La perspectiva feminista es que la existencia de la prostitución legitima la presunción patriarcal de que los cuerpos de las mujeres están a disposición de los hombres. Esa presunción interpela a todas las mujeres. Y, por tanto, al feminismo.
La perspectiva feminista es denunciar a puteros y proxenetas, también a quienes quieren blanquear la explotación sexual de las mujeres hablando de “trabajo sexual”, de “clientes” y de “empresarios”.
La prostitución es una de las formas más crueles de violencia contra las mujeres. No hay prostitución no violenta, dice Julie Bindel y la experiencia nos ha demostrado que esa violencia aumenta, no disminuye, con la regulación que propugna el llamado feminismo liberal. El caso de Alemania, que liberalizó el ejercicio de la prostitución en 2002, es paradigmático: el número de mujeres prostituidas, mujeres vulnerables procedentes en su mayoría del Este de Europa, ha crecido exponencialmente; las tarifas se han desplomado y los puteros exigen progresivamente prácticas más violentas y más aberrantes. Los megaprostíbulos alemanes ofrecen mujeres en tarifa plana y en paquetes que incluyen cerveza + salchichas + mujeres. Literal.
Cuando el feminismo liberal –si tal cosa existe- esgrime la libertad de las mujeres para ejercer la prostitución hay que recordar lo que señaló François Héritiér: “Decir que las mujeres tienen derecho a venderse oculta la afirmación de que los hombres tienen derecho a comprarlas”.
Es una denuncia que puede aplicarse también a la explotación reproductiva. El feminismo neoliberal de Ciudadanos y el de Unidas Podemos –partidarias no confesas y/o aparentemente arrepentidas, de los vientres de alquiler- caminan en la misma dirección. Explotadores reproductivos y generismo queer comparten un mismo objetivo: desvincular los conceptos madre y mujer (“madres sustitutas”, “personas gestantes”), desvincular la filiación del parto, anular, mediante un contrato mercantil, los derechos de filiación de las mujeres. Un viejo sueño patriarcal.
No repartiremos carnés de feminismo. Que cada cual decida si es feminista, si es “empoderante”, admitir que el cuerpo de las mujeres sea puesto a disposición de los deseos de los hombres.
¿Protege la jurisprudencia española a las personas transexuales? ¿Otorga en ese sentido alguna ventaja adicional a las ya existentes la llamada Ley Trans?
Paula Fraga – Sí, tanto el ordenamiento jurídico como la jurisprudencia (que ha interpretado de forma extensiva leyes relativas a derechos de las personas transexuales tales como la ley 3/2007 reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas) reconocen y protegen los derechos de las personas transexuales. El ordenamiento jurídico español reconoce y garantiza los mismos derechos a las personas transexuales que a cualquier otro ciudadano/a. La no efectividad o vulneración de algunos de estos derechos serán las mismas que pueden acontecer a cualquier persona porque vivimos en un sistema que necesita una transformación profunda para precisamente combatir tales vulneraciones y erradicar la desigualdad estructural padecida por las mujeres y la discriminación sufrida por las personas transexuales. Y por supuesto esto no se va a solucionar con la mal llamada ley trans (ley de identidad o autodeterminación de género) que supone, como llevamos mucho tiempo explicando, la vulneración de los derechos de las mujeres y un maltrato a la infancia. Pero es que además y respondiendo a tu pregunta, en ningún caso beneficia a las personas transexuales ni le garantiza o reconoce ningún derecho porque la autodeterminación de género (esto es, permitir el cambio de sexo registral sin más requisito que la declaración de voluntad) no es un derecho sino el borrado jurídico del sexo con las consecuencias nefastas que ello supone para la protección de derechos y espacios de las mujeres. Las leyes de identidad de género no hablan ya de personas transexuales sino de personas trans, un paraguas donde meten desde la invención queer del género no binario, a travestis ocasionales o cualquier hombre que diga ser o sentirse mujer y que así lo manifieste en el Registro Civil, con lo que será reconocido a todos los efectos jurídicos. Esta ley es por tanto una burla a las personas transexuales, personas con disforia de género que necesitan de acompañamiento psicológico y no de leyes que borran su realidad.
-¿Ha existido algún intento por parte del Ministerio de Igualdad para consensuar con el feminismo esta Ley? ¿A qué se debe el interés de Podemos en sacar esta ley pese a las amplias críticas del feminismo y la izquierda?
Lola Venegas – El Ministerio no ha hecho ni un solo gesto de acercamiento al movimiento feminista. Hay una actitud de desprecio y de ninguneo en esa negativa a reunirse con las organizaciones feministas. El ministerio de Irene Montero pretende que las mujeres no tengan nada que decir en relación con una ley que tendrá consecuencias nefastas en la vida de las mujeres.
Esas consecuencias son ya visibles en países como Reino Unido, Canadá, Argentina o EEUU. Y en ámbitos como la educación, el deporte femenino, la seguridad de las mujeres, la infancia o la estadística…El feminismo ha analizado de qué forma esas leyes afectan a los derechos conquistados de las mujeres . La Alianza Contra el Borrado de las Mujeres lo está haciendo desde su web https://contraelborradodelasmujeres.org/ y a través de otras herramientas como los seminarios, la interpelaciones a los responsables políticos para que analicen lo que aprueban en los parlamentos, la denuncia jurídica de leyes que borran a las mujeres y dañan a la infancia o a través de campañas de divulgación…
No podrán esgrimir ignorancia.
¿Por qué ese empeño en sacar adelante esa ley sin debate alguno y conocedores de la oposición fundamentada del feminismo?
Lola Venegas – La pregunta habría que hacérsela a quienes promueven la ley. Pero hay al menos una respuesta documentada: el generismo queer, con el que se alinean Podemos y el ministerio de Igualdad, rehúye el debate y la exposición pública. Saben, y así lo reconocen documentos que ya son públicos[1], que con debate, con luz y taquígrafos, las leyes que borran el sexo a favor de un inexistente “género sentido”, las leyes que promueven la hormonación de las niñas y los niños no obtienen el respaldo de la opinión pública. Su única oportunidad es la ocultación, el apalancamiento tramposo a causas con apoyo social y el silenciamiento o la persecución inquisitorial de las voces discrepantes.
Desde Podemos se acusa al feminismo crítico con la Ley Trans de estar compuesto por mujeres blancas, heterosexuales y de clase media o alta, ¿responde esta descripción a la realidad de ese feminismo crítico?
Paula Fraga – Es una acusación ridícula e infantil. En primer lugar, ¿de qué forma podría deslegitimar o invalidar la crítica a las leyes de identidad que quienes la hicieran fuesen mujeres blancas, heterosexuales y de clase media o alta? Y en segundo lugar, esta afirmación es rotundamente falsa. Somos muchísimas las mujeres, en múltiples países, con diferentes condiciones personales, sociales o familiares las que estamos haciendo esta crítica. Que ante nuestra extensa y prolija argumentación contra las teorías queer y las leyes de identidad, aludan a cuestiones tan insustanciales evidencia la carencia de contraargumentación a nuestras críticas y la imposibilidad de defensa de las leyes de identidad.
¿Por qué supone la Ley trans o la teoría queer un intento de Caballo de Troya para la izquierda y el feminismo?
Paula Fraga – La “ley trans”, que está fundamentada en postulados queer como el que el sexo biológico no existe o que el género es una identidad o manifestación de la personalidad en lugar de los estereotipos sexistas, funciones o roles impuestos a las mujeres y que las subordina sexualmente, supone un abandono a lo desarrollado por la teoría feminista. Utilizan categorías de análisis feministas como el género para tergiversarlas y teorizan en un sentido que nada tiene que ver con el acervo feminista. Hablan por ejemplo de múltiples géneros cuando el feminismo desde que es teoría política clama por la abolición o erradicación del género. Las teorías queer niegan el sexo, y con ello la jerarquía sexual y el patriarcado. Proponer términos degradantes y sexistas como “cis” o personas gestantes o menstruantes que borran a las mujeres. ¿Cómo vamos a asumir esto como feminista? Por supuesto, es un caballo de Troya y si lo aceptamos será una forma penosa de desarticular la teoría feminista y de dañar profundamente al movimiento feminista.
Es también un caballo de Troya, un ataque a la izquierda porque estas teorías se hacen pasar por progresistas cuando son en realidad reacción disfrazada de diversidad. Estas teorías acientíficas (recordemos que afirman que el sexo no existe o es una realidad mutable) obvian la defensa de la verdad empírica y de la racionalidad que caracterizan a la izquierda. Las teorías queer son puro idealismo y metafísica, proponen además soluciones individuales (identificarte con géneros inventados entre otras cosas) a problemas colectivos y tan enquistados como la subordinación sexual de las mujeres. Esto es indefendible desde una posición de izquierda, atenta contra nuestros principios más fundamentales y dicho sea de paso, contra la inteligencia.
[1] https://contraelborradodelasmujeres.org/3660-2/
Enhorabuena por el artículo y por crear un espacio de debate que escapa del dogma Queer y da voz al feminismo
Excelente artículo, gracias por informar y dar voz a las que los demás medios y el Gobierno se niegan a escuchar. El Gobierno habla de «ley trans» , para dar a entender que la idea es para proteger a las transexuales, que ya están protegidas por la L. 3/2007 y todos sus derechos garantizados. Esta ley es para regular a los transgéneros o queers (travestis, dragqueens, dragkings, no binario y un largo etcétera), que se sienten mujer de forma fluida y acomodaticia, pero sin dejar de ser y parecer hombres en su cotidianidad.