El resultado de las elecciones en Eslovaquia tiene que ver con la disminución del nivel de vida, no sólo en Ucrania

Robert Fico habla con los medios de comunicación el día después de las elecciones parlamentarias eslovacas el 1 de octubre de 2023 en Bratislava, Eslovaquia. (Zuzana Gogova / Getty Images)

Se informó ampliamente que las elecciones del 30 de septiembre en Eslovaquia fueron una victoria del “candidato pro Moscú” Robert Fico. Pero la izquierda debería escuchar a los votantes de la clase trabajadora que apoyaron al partido de Fico y comprender que la votación no se trataba sólo de Ucrania.

Por Jakub Bokes | Jacobin

A las 10 menos cuarto, un apartamento en el sur de Londres estalló de alegría. Era sábado 30 de septiembre y, si había que creer en las encuestas a boca de urna, la centrista y proeuropea Eslovaquia Progresista (PS) estaba en camino de una victoria histórica en las muy esperadas elecciones eslovacas. Esta noticia fue recibida con entusiasmo por un grupo de jóvenes expatriados eslovacos. Como quedaría claro más tarde, sus compatriotas de todo el mundo habían acudido en masa a votar por el PS: el partido obtuvo el 61,7 por ciento del voto en el extranjero.Pero en el propio país de Europa central, el panorama era diferente. Y cuando se contaron los primeros votos, la atmósfera en el sur de Londres se volvió más sombría.En las primeras horas del domingo, quedó claro que las encuestas a pie de urna habían sobreestimado enormemente el desempeño del PS. En cambio, las elecciones las ganó cómodamente Smer (Dirección), el partido socialdemócrata populista del ex primer ministro Robert Fico, con el PS a cinco puntos de distancia. El anuncio de los resultados fue seguido por » inquietud en Occidente «, ya que los medios internacionales informaron de la victoria de » un ex primer ministro pro-Moscú».

De hecho, el sistema electoral eslovaco hace prácticamente imposible que un partido gobierne solo, y las negociaciones en curso entre los líderes de los partidos determinarán la forma del próximo gobierno. Pero ya está claro que Eslovaquia se ha añadido a la lista de sorpresas electorales “populistas”. Al darle a esta historia un ángulo internacional, la mayoría de la prensa extranjera se ha centrado en la promesa de Fico de poner fin a la ayuda militar a Ucrania y pedir negociaciones con Rusia.

Sin embargo, en Eslovaquia los ataques del ex primer ministro contra los bancos y los minoristas de alimentos han demostrado ser igualmente resonantes, mientras los votantes sufren tres años de caída del nivel de vida. Sin duda, la utilización por parte de Fico de los recientes cruces de inmigrantes desde Hungría y su oposición a la “ideología LGBT” ayudaron a dinamizar partes de la base más antigua y socialmente conservadora de Smer. Pero si Fico es el único político eslovaco capaz de conectarse con las necesidades materiales de la gente, la izquierda necesita urgentemente empezar a escuchar al país que quiere conquistar.

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