Una puntilla para la Sanidad Pública y una inmensa cesión de poder a las mutuas, entidades de carácter privado al servicio de la patronal, que además de las enfermedades laborales gestionarían cualquier patología que afecte a más del 80% de la población trabajadora.
Por Iñaki Alrui | LQSomos
Un documento destapado por el sindicato vasco LAB pone en evidencia al gobierno con el mayor plan privatizador de la Sanidad en marcha.
A modo de presentación diré que el ministro José Luis Escrivá, del PSOE, cuenta en su currículo personal con haber sido presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) con el gobierno de su amigo Rajoy, o directivo del BBVA, o ministro de Seguridad Social en la actualidad con Pedro Sánchez, y que, como buen especulador, cuenta con un tranquilizador patrimonio de 1.800.000 euros, más 255.000 euros en fondos privados de pensiones… Ahora maneja una propuesta que supone la mayor privatización de la sanidad desde el año 97, con la Ley 15/97.
El documento que ha sacado a la luz pública y denunciado LAB consta de 27 páginas y es una especie de precontrato de mutuo acuerdo, a rellenar por las partes: comunidades autónomas y la mutua de turno, en el que se ceden competencias que a día de hoy son exclusivas de la Sanidad Pública a las mutuas privadas. El borrador ha sido consensuado entre la Seguridad Social y la asociación de mutuas patronales AMAT y traspasado a cada comunidad para su ejecución entre el departamento de salud correspondiente y las mutuas patronales.
Leer – Descargar documento: Propuesta confidencial de Escrivá a Comunidades autónomas, clic aquí
Esto recuerda a la ley 15/97 que, redactada por el PSOE en base al informe de Abril Martorell en 1991, fue reservada en un cajón, para al final ser aprobada en 1997, votada por PP, PSOE, CiU, CC y PNV. Fue el inicio del deterioro de la Sanidad Pública, y sus consecuencias son las que vivimos en la actualidad, da igual la comunidad autónoma en la que se viva, y da exactamente igual quien la gobierne. La ley 15/97 permitió la entrada de las empresas privadas en la Sanidad Pública, desapareciendo así la posibilidad de supervisar el servicio: mayores tiempos de espera para los pacientes, pérdida de camas hospitalarias, precarización de los contratos, falta de personal y recursos en los propios centros… un largo etcétera que es la realidad que estamos padeciendo.
Y ahora ya están preparando una vuelta de tuerca, de la que nos enteramos gracias a la honradez y ética sindical de Langile Abertzaleen Batzordeak (LAB), un documento, borrador, para que empiecen a rellenar y aplicar. ¡Y con validez de cuatro años! Prorrogable.
Una puntilla para la Sanidad Pública y una inmensa cesión de poder a las mutuas, entidades de carácter privado al servicio de la patronal, que además de las enfermedades laborales gestionarían cualquier patología que afecte a más del 80% de la población trabajadora… Vamos, que se encargarán de vigilar a la población que pueda producir y ser explotada; al margen quedarán los que ya no producen. Suena a ciencia ficción, pero no es difícil sacar conclusiones.
Lo llaman democracia pero la realidad del sistema capitalista, en el que estamos, es que el mercado se lo come todo, a los políticos y sus políticas también. Votamos solamente para cambiar de color la marioneta que se presta a aplicar las decisiones del mercado.
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