«Es hora de que la administración Biden diga la verdad», pide el reconocido articulista Peter Beinart, autor del texto publicado en el New York Times.
Según un artículo publicado el miércoles por el diario estadounidense The New York Times (NYT), la Administración Biden debe empezar a revelar la realidad sobre la capacidad atómica de Israel y “dejar de acusar a Irán” de convertir Asia Occidental en una zona nuclear.
Tras advertir que «Irán podría convertir el Medio Oriente en algo nuclear, los políticos estadounidenses insinúan que la región ahora está libre de armas nucleares. Pero no lo es. Israel ya tiene armas nucleares», señala el diario.
«Este engaño socava el supuesto compromiso de Estados Unidos con la no proliferación nuclear y distorsiona el debate estadounidense sobre Irán. Es hora de que la administración Biden diga la verdad», pide el reconocido articulista Peter Beinart, autor del texto publicado en el New York Times.
«Obama prometió perseguir un mundo libre de armas nucleares. Sin embargo, para evitar la discusión pública sobre el arsenal de Israel, su administración ayudó a aplastar una conferencia de las Naciones Unidas sobre una zona libre de armas nucleares en el Medio Oriente», denuncia el medio.
Desde Kennedy a Biden
Beinart señala que, a principios de la década de 1960, cuando Israel estaba construyendo su reactor nuclear Dimona, situado en el norte de desierto del Néguev (sur de la Palestina ocupada), el entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy envió inspectores al lugar, pero los israelíes inventaron lo que el articulista define como una “treta elaborada”, que incluía la construcción de “muros falsos” para ocultar los ascensores que conducían a una planta de reprocesamiento subterránea.
En este marco, indicó que, aunque luego la CIA se enteró de que Israel ya poseía cabezas nucleares, ambos Israel y EE.UU. tramaron un trato para que Washington “no presionara” al régimen de Tel Aviv a someter sus armas nucleares a la supervisión internacional.
Según cuenta, Richard Nixon y la primera ministra Golda Meir tramaron que ni Israel ni Estados Unidos reconocerían que Israel tenía armas nucleares y Washington no presionaría a Israel para que las sometiera a la supervisión internacional. Desde hace 50 años, los presidentes estadounidenses han cumplido con esto
Se cree que cuando Israel probó un arma nuclear en el Océano Índico en 1979, la administración Carter lo encubrió. En 2009, cuando un periodista le preguntó a Barack Obama si sabía de «algún país del Medio Oriente que tenga armas nucleares», Obama respondió: «No quiero especular».
«Fingir ignorancia sobre las armas nucleares israelíes es una burla de los esfuerzos de Estados Unidos por la no proliferación. Obama prometió perseguir un mundo libre de armas nucleares», denuncia el medio. «Israel, que nunca ha firmado el TNP no permite ninguna inspección a sus instancias nucleares», pone de relieve el autor.
“El Gobierno de Biden no va a obligar a Israel a renunciar a sus armas nucleares. Pero eso no significa que deba socavar la credibilidad global del país y engañar a su propia gente al negar la realidad”, condenó Beinart.
El artículo finaliza señalando que, con las negociaciones nucleares con Teherán en riesgo de colapso, el Gobierno de Biden debería “comprometerse a levantar las sanciones” que están paralizando la economía del país persa a cambio de que Irán cese la mayoría de sus actividades de enriquecimiento.
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