El coronavirus nuestro de cada día.

Por Víctor Chamizo

Hacía tiempo que no derramaba tinta sobre el papel de esta columna. Habrá quien piense que, puesto que la izquierda ha llegado al poder, no hay ya nada que decir, ni objeto alguno sobre el que opinar. Cada cual es libre de pensar y de opinar lo que se le antoje, es la grandeza de la libertad de pensamiento, de la Democracia con mayúsculas. De modo que nada tengo yo que objetar sobre ello, y menos yo que nadie, que he desparramado mis pensamientos por este medio y por otros de forma continuada y constante. Y, aunque diga que se equivocan, que han sido otros asuntos los que me han distraído de este rincón de opinión y de escritura, no es mi intención convencer a nadie de ello.

No obstante, en estos días, y con este ajetreo que se nos están gastando con el coronavirus dichoso, al que ya han terminado bautizando como Codiv-19, debido a que coronavirus hay varios y diversos, y probablemente a lo hermoso de ese nombre Codiv-19, suena bien, ¿no les parece?. Pues con todo este berenjenal que han montado, se me hacinan un buen lote de preguntas, que nadie va a contestarme y que, con bastante probabilidad, a ustedes tampoco.

¿Por qué a este monstruo de medio pelo se le está dando tanta importancia, cuando se trata de un organismo que no tiene la potencia de contagio que tienen otros de sus congéneres como el Sarampión, que ha matado 6.000 personas el año pasado y el Ébola más de 2.000 en 16 meses del año pasado? ¿Por qué tantas portadas con esta pandemia de chicha y nabo que parece el Apocalipsis de la Humanidad? ¿Qué nos ocultan detrás de toda esta cortina de humo y cuarentenas y mascarillas agotadas?

Me pregunto si todo esto no es una forma soterrada de crear una nueva crisis económica  a nivel global – ¿les suena este término, global?, a que sí – con el único objeto de abaratar despidos, reducir salarios, bajar impuestos a los más ricos, con el objeto de volver a salvar la economía mundial. Una nueva forma de ingeniería político-financiera.

Más muertos va a dejar el paro que el Codiv-19.

Si no fuese así, ¿por qué los virólogos, los facultativos, los conocedores de estos asuntos tratan de desactivar un estado de alarma social y los organismos como la OMS están lanzando mensajes contrarios?

Yo no quiero ofrecerles respuestas. Respóndanse ustedes mismos.

1 Comment

  1. Hola a tod@s
    Bona nit Bona hora i Bona Sort
    Esta opinión para los demás, seguramente será muy fantasiosa, yo lo llamo política-ficción.
    Mi reflexión se dirige hacia el control de la población a través de los medios de comunicación. Un control global.
    El capitalismo ya tiene el control económico, pero en sociedades desarrolladas y democráticas, el control social es más difícil.
    La utilización del miedo es un arma supereficaz,
    Si se aplica a cuestiones sanitarias hasta dónde puede llegar?
    Sí el comportamiento de la derecha y sus ultras están siempre contra los demás, que no puede ocurrir en caso de epidemias?
    Ya lo estamos viendo, cierre de fronteras, prohibido salir y entrar.
    Prohibido relacionarse.
    A partir de ahora, váis a hacer lo que digamos nosotros. Supongo que estarán experimentando, observando cómo es el comportamiento, y de qué manera pueden desarrollarlo.
    Sería la tormenta perfecta, el control absoluto.
    Fácil no lo van a tener, y espero que no lo logren
    Algo así no me haría ninguna gracia

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