Por Joan Ramon Sanchis Palacio
El Tribunal de Cuentas ha hecho público el coste del rescate bancario que ha tenido que asumir el Estado español entre los años 2009 a 2015: 60.718 millones de euros. No olvidemos que una parte de dicho importe corresponde a los 41.300 millones de euros que nos prestó la Unión Europea y que el Estado va a tener que pagar con intereses durante los próximos 15 años, además de los ajustes que los bancos han tenido que hacer en reducción de oficinas y que se han traducido en una pérdida de más de 75 mil empleos. Pero esta cifra representa solo una parte de lo que realmente nos ha costado a los ciudadanos rescatar a la banca española; si sumamos ayudas directas y avales recibidos, el importe es más del doble, de momento: 122.122 millones de euros. Algunas estimaciones señalan que el coste total puede estar por encima de los 200 mil millones de euros. Si comparamos estas cifras con los gastos totales en sanidad, educación y servicios sociales nos podemos hacer una idea más clara del coste social que estamos sufriendo. Así, el gasto en las partidas sociales del conjunto de las comunidades autónomas ascendió a poco menos de 100 mil millones de euros en el año 2015 y el recorte acumulado entre 2009 y 2015 en gastos sociales ha sido de menos de 75 mil millones de euros. Conclusión: nos hemos gastado más dinero en rescatar y sanear los bancos que en cubrir las necesidades sociales (educativas, sanitarias y de servicios sociales) de los ciudadanos. Hasta aquí las cifras; ahora que cada uno saque sus propias conclusiones.
Pero al margen de las cifras, que son aplastantes, sería conveniente analizar y valorar tres aspectos que son claves en todo este proceso: porqué se ha tenido que rescatar a la banca, si habían otras opciones alternativas al rescate y si ha merecido la pena el esfuerzo que hemos tenido que hacer entre todos. Analicemos cada uno de estos aspectos por separado.
En primer lugar, sería fundamental, para poder hacer una valoración apropiada del coste asumido, saber cuáles han sido los motivos que han llevado a la banca española a esta situación y quienes han sido los responsables de ello. La mayor parte del rescate ha ido a las cajas de ahorros; las tres entidades que mayor ayuda han recibido han sido: Catalunya Banc (casi 13 mil millones), Bankia (poco más de 12 mil millones) y Banco CAM (11 mil millones). Se trata de tres entidades financieras que antes de transformarse en bancos privados eran cajas de ahorros. Las cajas de ahorros fueron fuertemente politizadas, sobre todo a partir de mediados de los años noventa, lo que produjo una desprofesionalización de su gestión; lo que unido a su vinculación con la corrupción política-urbanística, que se tradujo en la financiación de grandes proyectos empresariales ruinosos, y a malas prácticas de gestión (tarjetas black y gastos de representación desmesurados, salarios de altos directivos millonarios e indemnizaciones de banqueros desproporcionadas) acabó arrastrándolas a la quiebra. Se concedieron preśtamos y créditos hipotecarios, especialmente a constructoras y promotoras inmobiliarias, de manera desproporcionada y sin un adecuado control de riesgos. Desde mi punto de vista, el saqueo que sufrieron las cajas de ahorros fue claramente intencionado, con el único fin de eliminarlas del mercado, transformándolas en bancos privados en casi todos los casos (a través de la aprobación de la Ley 26/2013, de 27 de diciembre, de cajas de ahorros y fundaciones bancarias privadas) y vendiéndolas o regalándolas a la gran banca privada en algunos casos (CAM, Banco de Valencia, Caixa Catalunya, NovaCaixaGalicia). Es importante destacar que las cajas de ahorros no han sido nunca banca pública, aunque es verdad que en su última etapa estuvieron fuertemente controladas y dominadas por políticos. La banca pública española existió hasta la creación de Argentaria, su privatización y venta al BBV a principios de los años noventa; esta banca pública, que se manifestaba a través de entidades como el Banco de Crédito Hipotecario, el Banco de Crédito Agrícola, el Banco de Crédito Industrial, el Banco de Crédito Local, el Banco Exterior de España y la Caja Postal, funcionó adecuadamente durante muchos años y era rentable. Por ese motivo acabó en manos de la banca privada, al igual que ha pasado con las cajas de ahorros. Comento esto porque no se puede argumentar en contra de una banca pública poniendo como ejemplo lo que ha pasado con las cajas de ahorros. Una banca pública puede funcionar, como lo hizo en España durante varias décadas o como funciona en países de la Unión Europea como Alemania, Francia o Italia. Por otro lado, el rescate bancario también se ha aplicado a algunos bancos privados como el Banco de Valencia (6 mil millones) y el Banco Gallego (300 millones), aunque es cierto que eran entidades que pertenecían a grupos bancarios liderados por cajas de ahorros. Sin embargo, sí es cierto que los grandes bancos privados españoles han estado recibiendo ayudas del Estado a través de los llamados créditos fiscales, es decir, la condonación del pago del impuesto sobre los beneficios de la banca; se estima en casi 50 mil millones de euros el importe que el Estado deja de ingresar de la banca. Además, los grandes bancos privados españoles están utilizando el dinero público inyectado a través del Banco Central Europeo BCE para comprar deuda pública (en vez de financiar mediante préstamos y créditos a la economía productiva), lo que les reporta beneficios derivados de los intereses que les tiene que pagar el Estado y que corresponde a 3 ó 4 veces más que los intereses que los bancos pagan al BCE por el dinero recibido.
De esta primera cuestión analizada me surgen dos preguntas: ¿porqué no hicieron nada las autoridades financieras para evitar el desastre de las cajas de ahorros, siendo como eran conscientes sus técnicos de lo que estaba sucediendo? y ¿porqué se procedió a su fusión a través de la creación de los SIP (Sistemas Institucionales de Protección) si ya se sabía que estaban en quiebra, pues con estas fusiones solo se consiguió crear entidades bancarias aún de mayor dimensión y, por tanto, con un mayor riesgo sistémico?. La última de las cuestiones es especialmente significativa en el caso de Bankia, como ya hemos analizado en otro artículo anterior. Sin duda alguna, las autoridades financieras, en especial el Banco de España, fallaron como reguladores, supervisores y controladores del sistema bancario español. Por tanto, el Banco de España debería de asumir su responsabilidad en la crisis y lo que es más importante, debería profesionalizar su gestión. No es serio que una institución como el Banco de España esté politizada. Por otra parte, el FROB, que fue creado para gestionar la crisis financiera, se equivocó al fusionar a las cajas de ahorros en grandes grupos bancos, porque con esa medida el riesgo sistémico se multiplicó y las consecuencias han sido mucho mayores, especialmente en el caso de Bankia. Interrogantes que deberíamos exigir que nos aclararan. Por este motivo, algunos académicos y asociaciones de consumidores bancarios están pidiendo ya la creación de una comisión de investigación que se encarge de clarificar todo lo sucedido durante la crisis financiera española y las medidas que ha tomado el FROB. Hay que sumarse a esa petición, pues es la única posibilidad de que algún día podamos conocer la verdad sobre lo sucedido.
En segundo lugar, habría que valorar si realmente el rescate a la banca era la única opción posible o si por el contrario existían otras opciones menos costosas. En EE.UU., al inicio de la crisis de las hipotecas subprime se dejó caer a Lehman Brothers y no sucedió nada. En Islandia, todos los bancos quebraron y cerraron y la economía se ha vuelto a recuperar. Garantizando los depósitos de los clientes, a través del Fondo de Garantía de Depósitos de la banca que asegura 100 mil euros por cuenta y persona, la economía española no se hubiera visto arrastrada por la caída de determinadas cajas de ahorros y bancos. Esa es la verdad y decir que no se puede dejar caer a los bancos porque son demasiado grandes (too big to fail) y arrastrarían al conjunto de la economía no es más que una falacia más en las que se sustenta el neocapitalismo de amiguetes al que nos tiene ya acostumbrados el Partido Popular y sus ideólogos. Si no, realmente están incurriendo en una seria contradicción cuando con sus medidas basadas en las fusiones y adquisiciones bancarias, lo que están consiguiendo es que el sector bancario español esté cada vez más concentrado y en manos de unos pocos bancos que cada vez son más grandes a costa de absorber a las cajas de ahorros que entre todos hemos saneado; lo que incrementa de manera muy preocupante el riesgo sistémico financiero. El FROB podría haber adoptado otras medidas diferentes basadas en la mejora de la gobernanza, el buen gobierno y la ética bancaria, eliminado las operaciones especulativas de los bancos y sus vinculaciones con los paraísos fiscales, el fraude fiscal y en algunos casos el blanqueo de dinero negro. Pero nada de eso han hecho y ni siquiera se han planteado.
En tercer y último lugar, es también muy importante hacer una valoración final sobre la conveniencia o no de haber procedido al rescate bancario. ¿Ha merecido la pena gastarte tanto dinero y tener que renunciar a una parte de la sanidad, la educación y los servicios sociales?. El coste que hemos tenido que pagar ha sido demasiado alto y desgraciadamente no garantiza que se vuelvan a producir nuevas crisis financieras porque las medidas que se han tomado por parte del FROB, del Banco de España y del Ministerio de Economía no han resuelto los problemas de gestión de fondo de la banca: su gobernanza y gestión del riesgo. A cambio, tenemos bancos cada vez más grande y poderosos, lo que probablemente se traduzca en nuevos abusos y estafas bancarias en la línea de los que se han producido durante estos años y que ya han sido analizados en otro artículo sobre el dominio de las finanzas corporativas. También habría que profesionalizar el Banco de España a través de su despolitización, como ya hemos apuntado anteriormente. Y otra cuestión importante es qué va a pasar con Bankia. En este sentido, la gran oportunidad sería aprovechar que Bankia está nacionalizada (con una aportación al capital por parte del Estado de 22 mil millones de euros) para transformarla en un banco público, al igual que se podría hacer también en el caso de Banco Mare Nostrum (en el que el Estado posee el 65,3% de su capital), antes que malvenderlos a otro gran grupo bancario o a inversores extranjeros, como ya se ha hecho con otros bancos españoles rescatados. Y es que una gran parte del dinero que hemos gastado en rescatar la banca ya no lo vamos a poder recuperar, lo que demuestra la mala gestión del FROB. Hasta la fecha apenas se ha recuperado poco más de un 5% del coste total, lo que equivale a cerca de 3 mil millones de euros.
En definitiva, las ciudadanas y ciudadanos españoles nos hemos visto obligados a rescatar a unos bancos que han sido saqueados por políticos, empresarios y banqueros y gestionados de manera desprofesionalizada con el consentimiento de las autoridades financieras y a cambio no hemos recibido más que las consecuencias de unas malas prácticas y abusos bancarios. Hemos de insistir por tanto en la absoluta necesidad de abrir una Comisión de Investigación sobre la crisis financiera y el rescate bancario que clarifique todo lo sucedido. Quedan muchos flecos pendientes e interrogantes por resolver. Y las consecuencias de todo ello están siendo muy graves. También habría que exigir responsabilidades a quienes han causado la crisis y no han actuado correctamente, por activa o por pasiva, incluyendo a los propios banqueros que estaban al frente de los bancos rescatados, al Banco de España y al FROB.
Totalmente de acuerdo con lo escrito por el articulista y como lo expuso el otro comentarista, lo que vemos es un atraco legar un proceso continuado de extorsión de la banca contra los ciudadanos. Aprobado por la elite politica, y tapado por la elite mediatica.
El origen del problema es el egoísmo del ser humano, ya que si reemplazamos a estos ladrones por gente honesta, estos nuevos honestos o sus hijos se convertirán en los nuevos ladrones del sistema. Esta pasa continuamente en la historia, hay que romper con este ciclo.
La solución:
1- Un cambio del modelo educativo, que trabaje sobre el egoismo, y forme ciudadanos inteligentes y sensibles. https://bienestarmutuo.org/diez-principios-de-la-nueva-educacion/
2- Exigir Transparencia total de las actividades del Estado.
https://bienestarmutuo.org/problema-supervisor-error-comun-relaciones-sociales/
3- Montar nuestro propio banco, un verdadero banco de los ciudadanos. Y abandonar a los bancos corruptos,
http://sbmlibre.com/
La afirmación sobre la politización de las CCAA sobre todo a partir de los años 90 es falaz y supongo que interesada. Quién politiza las CCAA es Felipe González y ya desde su primera legislatura, con el objetivo claro de tomar el poder sobre unas instituciones ejemplares en su función y gestión hasta entonces, ejemplo único en toda Europa. Y no existe tal rescate, es falso: Lo que hay es un atraco escandaloso de dinero publico; primero con la gestión de las entidades, donde se dedicaron miles de millones a bolsillos de promotores, políticos y toda suerte de sinvergüenzas, quebrando una a una cada CA, para luego, mediante la falsedad y el engaño a la ciudadanía, destinar otro pastizal a tapar la corrupción y los agujeros contables, y acto seguido privatizar lo que quedó en pie a precio de saldo. ¿dónde está dicho rescate cuando a los ciudadanos no nos queda otra titularidad que las deudas contraídas? Rescate sería si una vez saneadas las CCAA se pusieran al servicio de los ciudadanos cumpliendo la impagable función que durante tanto llevaron a cabo, dejando la gestión a profesionales de verdad y con auditorías serias y fiables. Esto es un atraco. Basta de paños calientes y de lenguaje engañoso.
Me parece que en mi artículo ni hay paños calientes ni lenguaje engañoso, todo lo contrario. Básicamente estoy de acuerdo con usted en lo que afirma; de hecho creo que coincide bastante con mi artículo. Evidentemente, cuando se habla de estas cuestiones hay que ser lo más preciso posible y justificar todo lo que se dice. Solo una apreciación en sus comentarios: también se produce un rescate bancario cuando se sanean las cajas de ahorros y posteriormente se venden a inversores privados y a grandes bancos; no necesariamente se tiene que poner al servicio de los ciudadanos, aunque esto es lo que realmente hubieramos deseado algunos. De hecho, si ha leido mi artículo, comprobará que mi propuesta sobre Bankia y Banco Mare Nostrum, que actualmente están nacionalizada o intervenidas parcialmente por el Estado, es transformarlos en bancos públicos con el fin de no perder el dinero del rescate que hemos tenido que pagar todos y así poder ponerlos al servicio de los ciudadanos como dice usted. No entiendo su ataque al artículo cuando estamos bastante de acuerdo en casi todo.
No existe tal ataque. Lo que no comprendo y seguiré sin comprender es esta manía de no llamar a las cosas por su nombre, que es lo que me frustra. Si no abandonamos esta actitud de recatados nos seguirán tomando el pelo. Y no es que discrepe, es que afirmo, rotundamente, que no hubo rescate y que todo estaba totalmente planificado desde el minuto uno, cuando los falsarios socialistas (…) de González y Cía, con el apoyo de aquella AP, el PC y los supuestos centrados y democráticos despacharon el asunto con un reparto del «ganado», y de aquellos polvos estos lodos. Más quisiéramos que se devolviera lo robado, y digo robado, sin ambages ni fuegos de artificio, Y que se dejase de hablar de esto como «del rescate bancario», cuando no lo es. Es lo que pido, dejar de utilizar ese lenguaje impuesto por los ladrones para parecer por encima unos héroes. De este tema, los ciudadanos decentes sólo deberían exigir que los ladrones a la cárcel y lo robado que sea repuesto más los intereses. Y la deuda que la paguen sus ***** madres. Yo no acepto otros términos.