Ante las puertas del Ministerio de Asuntos Exteriores han tomado la palabra: Teresa Aranguren, periodista; Begoña Lalana, abogada y Javier Sáenz Munilla, periodista. Han explicado los motivos de esta iniciativa en defensa de la Libertad de Prensa y de los Derechos Humanos, ambos vulnerados desde la detención de Pablo González el 28 de febrero de 2022
Por Periodistas y juristas por la libertad de Pablo González
En la mañana de hoy, martes 25 de octubre, Día Europeo de la JUSTICIA, se ha entregado en diversas instituciones de Madrid una carta respaldada por más de ciento cincuenta periodistas y juristas reclamando su implicación en el caso del periodista Pablo González Yagüe, encarcelado en Polonia desde hace nueve meses.
Confluyen en esta iniciativa tanto periodistas reclamando el respeto de la libertad de expresión y la libertad de prensa, pues Pablo González fue arrestado mientras cubría el conflicto en Ucrania para distintos medios españoles, como juristas reclamando que se respeten las garantías procesales en un país que forma parte de la Unión Europea y está sujeto, por consiguiente, al Derecho comunitario. Polonia mantiene a Pablo González desde el 28 de febrero en prisión preventiva sin que se inicie procedimiento y en situación de incomunicación, es decir: sin haber podido en todo este tiempo mantener una simple conversación telefónica con su pareja y sus hijos ni verse con su abogado español.
Entre las personas firmantes del ámbito del periodismo se encuentran: Teresa Aranguren, Rafael Poch, Olga Rodríguez, Rosa María Calaf, Martxelo Otamendi, Ana María Pascual, Antonio Maestre, Pascual Serrano, Mirta Núñez, J. M. Martín Medem, Rafael Fraguas de Pablo, Teresa Carreras, Manuel Blanco Chivite, Mariano Muniesa, Javier Sáenz Munilla y muchos más. La carta también ha sido suscrita por el equipo editorial de Nueva Revolución.
Del ámbito del Derecho, avala esta carta la Asociación Libre de Abogadas y Abogados (ALA), y han firmado personalmente: Begoña Lalana, Endika Zulueta, Gonzalo Boye, Benet Salellas, Ángeles Chinarro, Eduardo Gómez Cuadrado, Jacinto Lara, Lluís-Ignasi Pastrana y otros muchos.
Ante las puertas del Ministerio de Asuntos Exteriores han tomado la palabra: Teresa Aranguren, periodista; Begoña Lalana, abogada y Javier Sáenz Munilla, periodista. Han explicado los motivos de esta iniciativa en defensa de la Libertad de Prensa y de los Derechos Humanos, ambos vulnerados desde la detención de Pablo González el 28 de febrero de 2022.
Entendemos que el Ministerio de Asuntos Exteriores no está actuando para lograr que Polonia respete las garantías procesales y los derechos fundamentales de este ciudadano español, cuya doble nacionalidad española y rusa no puede de ningún modo justificar la falta de respeto del Derecho internacional y del Derecho comunitario. Pablo González Yagüe lleva ya nueve meses en incomunicación, situación más parecida al secuestro que a la prisión provisional. En todo este tiempo únicamente ha recibido tres visitas del cónsul español, y es obvio que no se está realizando labor diplomática en su apoyo.
Tras entregar la carta en el registro del Ministerio de Asuntos Exteriores, se ha presentado copia en la Representación de la Comisión Europea en España con un escrito dirigido a su directora, Dña. María Ángeles Benítez Salas, reclamando también la implicación de las instituciones europeas, que no deberían consentir tales vulneraciones de los derechos humanos en su propio territorio, y solicitando su remisión al Comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders. Se ha presentado igualmente en la Oficina Parlamento Europeo en España, con escrito en el mismo sentido dirigido a su directora, Dña. María Andrés, a quien se ha solicitado la transmisión de esta reclamación a la Subcomision de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
Por último, se ha presentado copia de la carta en la Embajada de Polonia, junto con un escrito dirigido al ministro de Justicia, el Sr. Zbigniew Ziobro, a quien se reclama que libere a Pablo González y que ofrezca explicaciones públicas sobre el trato que su país está dando a un ciudadano español.
La iniciativa no pretendía ser una recogida de firmas al estilo plataforma, sino trasladar la fuerza del compromiso personal de profesionales de los sectores más ligados a este caso, su solidaridad y su indignación.
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