La Cultura es crítica con la realidad, no simplifica su complejidad sino que la acrecienta.
Por Lucio Martínez Pereda | 30/07/2024
No voy a poner títulos ni autores. No quiero enemistarme con nadie. Estos son la totalidad de los libros que se exponen en la principal librería de una ciudad de 300 mil habitantes: tu Salud empieza aquí, aprende a cuidarte y disfruta de una vida sana; Boticaria Garcia. Tu cerebro tiene hambre, un libro definitivo sobre alimentación y dietas; Terapia para llevar, 100 herramientas psicológicas para llevar mejor tu día a día; El cerebro del niño explicado a los padres; crímenes y misterios para resolver mientras haces caca. Ir al baño nunca había sido tan peligroso.
Todavía no se cual es la extraña razón para ponerle a este subgénero literario el nombre de “Manuales de Autoayuda” cuando en realidad son manuales de destrucción mental. La Cultura es crítica con la realidad, no simplifica su complejidad sino que la acrecienta. No consuela y no ofrece certezas: los manuales de autoayuda son pequeños y cotidianos remedios-escapulario contra multitud de incertezas cotidianas.
* Término con dos consideraciones, una teórica y otra práctica: uno está en su completo derecho de elegir ser idiota, y no me pregunten el nombre de la librería.
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