Por María Torres
«De aspecto juvenil, cuerpo magníficamente proporcionado, erguido, fuerte, hermosamente negro, con una boca llena de perlas y unos brillantes ojos negros que siempre están riendo.”
Así describía el brigadista John Tisa, en su libro Tisa, Recuerdo de la buena lucha: una autobiografía de la guerra civil española, publicado en 1985 al joven brigadista de la imagen, cuyo nombre aún se desconoce y que fue apodado Cuba hermosa, en recuerdo a una canción política cubana titulada Lamento Cubano. Según Tisa, como otros cubanos, era un refugiado de Batista, ansioso de volver a su hogar, a su familia y a una Cuba libre.
Vino desde América con la Brigada Abraham Lincoln para defender la República. Embarcó en Nueva York en el buque Champlain el 6 de enero de 1937. Se sabe que llegó a Barcelona la mañana del 17 enero de 1937, que durmió en el Castillo de Figueras, que participó en un desfile por la tarde y después de marchó como todos sus compañeros en dirección al campo de entrenamiento de las brigadas Internacionales en Albacete. Todos pensaron que era afroamericano, incluso Zapatero quiso regalar su imagen a Obama.
Después de la ardua investigación de expertos de varios países, y de bucear entre montañas de documentación de las brigadas Internacionales, se sabe que el hombre que quedó inmortalizado en la imagen tomada por Agustí Centelles el 17 de enero de 1937 en Barcelona era cubano. Parece ser que se trataba de un cubano exiliado, participante en los círculos izquierdistas de Nueva York y que salió de EE UU con el Batallón Lincoln. Así lo ha confirmado Sebastiaan Faber, profesor de estudios hispánicos y miembro de la junta directiva del Archivo de la Brigada Abraham Lincoln.
Una segunda imagen de Agustí Centelles, que forma parte de la extraordinaria colección de fotografías de la Guerra Civil que realizó este fotógrafo y que han sido compradas por el Estado español, muestra al brigadista desconocido abrazando a un compañero cubano, Rodolfo de Armas, el líder de la Centuria Antonio Guiteras que se convirtió en un héroe para los brigadistas de Cuba tras su lucha y muerte en la batalla del Jarama.
No se sabe nada más de Cuba Hermosa.
El País publicó en noviembre de 2009, con la foto de Cuba hermosa, la noticia siguiente:
Se busca a este hombre
Los hijos de Agustí Centelles se han embarcado en una singular investigación: buscar la identidad del hombre de esta foto. El joven afroamericano había cruzado el Atlántico para luchar por una causa con la que nada tenía que ver: la permanencia del Gobierno de la Segunda República. Era 1938. Estaban en Barcelona. Poco más se sabe de este hombre cuyo retrato terminará el próximo semestre en manos del presidente de EE UU, Barack Obama.
Los hermanos Octavi y Sergi Centelles saben ya quién quiere regalarle esa imagen al hombre favorito del planeta, pero de momento prefieren mantener el misterio: «Será un regalo institucional», dicen. Están entusiasmados con la investigación casi detectivesca que han iniciado, arropados, entre otros, por un profesor de la Universidad de Columbia de Nueva York, para desvelar uno de los enigmas que encierra la obra de su padre. «Queremos encontrar a los descendientes de este brigadista, conocer su historia. Creemos que era de Alabama», cuenta Sergi Centelles.
De momento, se han hecho con una lista de 450 brigadistas afroamericanos que participaron en la Guerra Civil. Uno de ellos es el de la fotografía. Pertenecía al Batallón Lincoln, la primera fuerza armada estadounidense que integraba a blancos y negros en igualdad de condiciones. Acababa de llegar a Barcelona para participar en la Guerra Civil española en las brigadas internacionales, del lado republicano.
La mayoría se había alistado al Partido Comunista, que entabló fuertes lazos con la comunidad negra, convencida en aquel momento de que la batalla contra la opresión era universal, y empujada finalmente hacia la lucha contra el fascismo a raíz del bombardeo de Etiopía por Mussolini en 1935. «Lucharon en las batallas del Jarama, Brunete y el Ebro. Los que pudieron volver con vida a EE UU fueron despreciados porque habían estado luchando con comunistas o murieron de enfermedades contraídas en España», relata Sergi Centelles. Otros fueron enterrados en España. En el mejor de los casos, su heroicidad pasó inadvertida, y en el peor, fueron acosados durante la caza de brujas del senador McCarthy por considerarlos peligrosos amigos de la URSS. «Queremos recuperar su historia, difundirla en EE UU y que se conozcan allí las fotos de nuestro padre», explica Octavi Centelles. Por eso la serie de nueve fotos de los brigadistas afroamericanos del archivo Agustí Centelles saldrán pronto de gira por EE UU y España para que ambos países conozcan la historia de estos héroes olvidados. Se unirán a los actos por el centenario del nacimiento del fotógrafo.
Para saber más dejo está página de The Volunteer
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