Comunistas rusos: con el arresto de Durov, Francia quiere censurar Telegram y atentar contra el derecho a informarse libremente

Bajo el pretexto de la seguridad, Occidente estaría tratando de censurar Telegram para cortar canales de información alternativos.

Por Redacción NR | 26/08/2024

En un comunicado, Yuri Afonin, primer vicepresidente del Comité Central del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR), cargó contra el arresto de Pavel Durov, creador del servicio de mensajería Telegram.

Afonin señaló que ‘es difícil evaluar el arresto de Durov como algo más que un intento del imperialismo occidental de establecer su propia censura en Telegram‘ y que resulta imposible comprender hasta qué punto están justificadas las acusaciones formuladas contra Durov, al que Francia acusa de no cooperar con las fuerzas de seguridad y por lo tanto de convertirse en cómplice del tráfico de drogas y otros delitos para los que determinados grupos criminales utilizan Telegram.

Según el dirigente del PCFR, una medida tan radical como el arresto, e incluso con la presentación de cargos que conllevan décadas de prisión responde en realidad a ‘un intento de establecer la censura occidental en Telegram‘. Yuri Afonin remarca que actualmente existen canales de Telegram con una gran audiencia que se han convertido de hecho en nuevos medios de comunicación, de manera que millones de personas se informan a través de ellos recibiendo contenidos alternativos al de los medios tradicionales.

Telegram tiene aproximadamente mil millones de usuarios activos en todos los continentes. Miles de canales de este tipo defienden los intereses de Rusia en el ámbito informativo y transmiten un punto de vista distinto a los medios occidentales que llegan a los habitantes de todo el planeta. Afonin apunta que ‘a los círculos gobernantes de Occidente esto no les gusta mucho’ y que ‘existe una gran tentación de intentar convertir Telegram en una herramienta bajo control’.

En ese sentido, Yuri Afonin aboga por que Rusia proteja a Pavel Durov como ciudadano. ‘No se trata sólo del destino del propio Durov, sino también del derecho de cientos de millones de personas a recibir información libremente’, afirma.