Cualquier granito de arena aportado desde una emisora, desde una plataforma de jóvenes periodistas, de universitarios, del mundo de la cultura, implica mucho, para dar a conocer la causa saharaui y darle esa visibilidad que otros medios grandes no quieren.
Por Héctor Santorum | 19/05/2024
Bahia Mahmud Awah nació en Auserd, Sáhara español, en 1960, en el seno de una familia nómada en Tiris. Realizó sus estudios entre el Sáhara Occidental y Argelia, finalizándolos entre La Habana y Madrid, donde se especializó en Telecomunicaciones, Traductología y Antropología Social. Trabajó en Radio Nacional Saharaui y desde 1999 reside en España. Participó en la formación del grupo de escritores saharauis Generación de la Amistad en 2005. Profesor honorario en la Universidad Autónoma de Madrid, ha publicado diversos libros, incluyendo «El porvenir del español en el Sahara Occidental» y «La maestra que me enseñó en una tabla de madera». Su obra abarca desde investigación hasta poesía, siendo parte de antologías de literatura saharaui en español. Además, es codirector de la película «Legna, habla el verso saharaui», galardonada en el Festival Internacional de cine del Sahara en 2014. Ha impartido conferencias sobre la cultura saharaui en universidades de EE. UU. y Europa.
Buenas noches Bahia, es un placer tenerte por aquí y poder entrevistarte.
El placer es mío siempre, pues contar con vuestra confianza, con vuestro cariño y vuestra empatía con la causa saharaui, y el compromiso que estáis llevando a favor de un proceso tan justo, tan legal, que vale la pena estar con él, y eso es lo que estáis haciendo. Muchas gracias.
Queríamos empezar preguntándote qué significado personal y social tiene para un saharaui la poesía.
La poesía es algo vigente, algo que siempre está con nosotros, para mí la poesía es un registro muy importante de la historia de nuestro pueblo, desde la época precolonial, no solamente durante el proceso colonial o postcolonial, sino más allá, y fijaros en este dato que os voy a comentar, que el primer verso escrito en hasanía, que canta la patria saharaui, fue escrito en el siglo XII, y este verso transcendió y ha sido transmitido de generación en generación, y la pertenencia de una patria, de una tierra, de un pueblo reconocido, como decía el verso, por los árabes de aquí y de allá, dan muestra de que la poesía es un registro potente y muy importante que recoge procesos perdidos en la historia, eslabones perdidos de cada cultura, de cada pueblo, y para mí y partiendo de esta anécdota, la poesía es todo porque toda nuestra historia está registrada en nuestro verso, sobretodo el de hasanía, desde el siglo XII hasta hoy en día, pasando por el proceso colonial, y luego durante el proyecto revolucionario saharaui en el que estamos inmersos los saharauis.
Este registro siempre ha sido oral, pero durante los últimos años hemos podido también pasar a otro proceso y buscar la manera de que este registro no se quede solamente en la memoria de los poetas, que son generaciones que van dejándonos, y van llevando todo lo que llevaban en la cabeza, de versos, de poesía, de historias, y se ha podido registrar en varios libros, tanto en hasanía árabe, y luego han sido traducidos al español. Entonces la poesía para mí, como había comentado al principio, es algo muy vigente en nuestra memoria, es algo que cataliza nuestra historia, nuestra memoria, y la poesía para los saharauis, si el haces una pregunta a un saharaui, te diría que nacemos aprendiendo la poesía de nuestros padres, de nuestros abuelos, de otras generaciones, y la poesía para nosotros es el registro que nos trae a nuestra historia y nos une a todos los procesos revolucionarios que se iniciaron en los años 60, hasta hoy día.
En ese sentido quería preguntarte cómo se inició tu recorrido como poeta, a que edad, y que obras y experiencias personales te marcaron más y tuvieron más influencia sobre tu obra literaria.
Cómo os había comentado en alguna charla que hice con Safia y el grupo de la jaima, creo que yo tuve la suerte de ser un niño del desierto educado por una erudita, una poetisa, una mujer que nos dejó en el año 2006, en el exilio, que es mi madre, Jadiyetu Omar. Aprendí de ella muchísimo, y sin ella no me hubiera metido en este ámbito de la literatura en hasanía, y luego en español. Desde muy niño escuchaba a mis padres y a sus amigos, que eran personas también dotadas del verso, personas enteradas de la literatura saharaui, los escuchaba sin intervenir, recitar poemas, hablar de poetas anticoloniales, hablar de poetas clásicos de la literatura hasanía en el Sáhara Occidental, como en Mauritania, memorizaba todo lo que oía entonces, y luego mi madre me registró en una escuela particular de un profesor mauritano que daba literatura, explicaba la poesía, su significado, la retórica, que tiene sus giros, y ahí fui aprendiendo muchas cosas, tanto versos en árabe clásico como poesía hasaní y me incitó a mantenerme siempre ligado a la poesía. Luego también en nuestra casa siempre ha habido un transmisor de radio, y mis padres escuchaban emisoras de entonces, y escuchaba muchísmas poesías recitadas, y luego la poesía musicalizada por los grandes clásicos de la literatura en Mauritania, y a los 15 años ya me sabía muchos versos clásicos en hasanía.
Sobre el por qué me he dedicado a la poesía, o por qué forma parte como faceta de mi formación intelectual, empecé en el bachillerato, sobretodo al conocer a poetas como García Lorca, Miguel Hernández, Jorge Guillén, José Martín y otros grandes clásicos de la generación del 98 española, y luego a los de la generación del 27, y a varios poetas y escritores latinoamericanos, y empecé a compaginar estas dos facetas de mis conocimientos en la literatura, tanto escrita en hasanía árabe y en la lengua castellana de Cervantes, de Gabo, de Octavio Paz, de Jose Martí, la lengua de Lorca, y de ahí viene todo este bagaje, esta inmersión en este ámbito de la literatura, empecé a tener ese amor a la literatura.
El verso y la poesía se escribe, cuando el poeta no tiene una motivación ni una conciencia social, de una forma opaca, sin embargo, cuando tienes algo que te hace reflexionar, cuando algo te duele, cuando algo te hace reír, algo que te lleva, surge la poesía, surge el verso, la reflexión en verso, y eso es lo que nos ha pasado a todos los poetas y escritores saharauis. Sin este proceso de descolonización, sin esta revolución en la que estamos inmersos, sin este proyecto nacional de República Saharaui, que ha unido a todos los saharauis de las diferentes clases sociales dentro del Sáhara Occidental, seguramente no hubiera sido poeta, ni hubiera sido una persona interesada por el verso, sin embargo, el catalizador principal ha sido el proceso revolucionario que nos hizo poetas cuando no eramos poetas. Por eso digo siempre que yo soy poeta gracias a este proceso y a la vinculación a este proceso.
Escribir en castellano para ti debe suponer adoptar la cultura hispánica, con sus luces y sus sombras, para expresar sentimientos y realidades, ¿cómo se produce esta traducción sentimental? ¿qué dificultades encuentras y que elementos culturales facilitan tu labor?
Escribir en español para mi, desde muy temprana edad he convivido con las dos lenguas, hasanía y español, desde las cartillas del preescolar, entonces fluyo siempre en mi pensamiento en las dos lenguas, cuando escribo en español no pienso en hasanía, no estoy traduciendo en absoluto, simplemente escribo pensando en español, en sus giros, en sus grandes referentes. Lo mismo me pasa también, porque hay mucha gente que no conoce que escribo en hasanía, si compongo versos en hasanía también, pero cuando lo estoy escribiendo me remito a clásicos de la literatura saharaui, a Badi Uld Mohamed Salem o Bachir Ali Abderrahman, y muchos otros, en nuestra poesía escrita en lengua castellana, y la pregunta puede ser dirigida a otros escritores saharauis, es que no traducimos cuando escribimos poesía en español, emana desde nuestra facultad cognitiva, del bagaje que tenemos en la lengua y escribimos directamente en la lengua española, lo mismo que cuando pensamos en hasanía, esto hace que las dos lenguas han convivido mucho tiempo en la cultura saharaui, de forma muy interesante, y poco estudiada. Fijaros que, por ejemplo, los clásicos de los años 60, y un momento en el que escribieron mezclando la lengua española con la lengua hasanía, y produjeron un verso particular que solamente se puede comparar con la jarcha, durante el periodo árabe, en Al-Andalus. Debido a la convivencia de estas dos lengus, sus literaturas y su cultura, cuando escribimos pensando en las dos lenguas y nos retroalimentamos de los recursos de una y de otra.
En tu opinión, ¿cuáles serían los aportes más importantes de la cultura saharaui a la hispánica, y cómo se han producido dichos aportes?
La otra vez estuve dando una clase en la Universidad Autónoma de Madrid a un grupo de tercer año de estudios Árabes y traductología y un estudiante me planteó esta pregunta, sobre los aportes culturales que habéis logrado los saharauis, y mi respuesta fue que, efectivamente, todas las colonias, los países de África que fueron colonizados, tanto las portuguesas, españolas, británicas o francesas, en ellas se produjeron movimientos intelectuales muy importantes en estas lenguas de las ex metrópolis. Si, por ejemplo, me remito a Francia, pues debo señalar el movimiento intelectual de aquellos escritores argelinos, desde Assia Djebar, Mohammed Dib, Malek Haddad, Kateb Yacine y otros muchos que eran poetas, dramaturgos, escritores, filósofos, en la lengua francesa, del colonizador. Ellos aportaron mucho a la Enciclopedia Francesa, incluso algunos fueron profesores en algunas universidades, en San Francisco, en EEUU, otros en Francia, y tuvieron muchas menciones y reconocimiento por el aporte que han hecho a la lengua francesa.
Si nos fijamos en el caso nuestro, los saharauis, lo mismo, han pasado en estos 40 últimos años, antes no había una producción reconocida y transmitida desde los ámbitos académicos, estudiada, analizada y reconocida, pero durante estos últimos, 30 o 40 años, surgieron tres movimientos intelectuales, tres escuelas, tres generaciones, que yo denomino la primera Generación del 73 Saharaui; la segunda, la Generación del Exilio; y la tercera es la Generación de la Amistad. Estas tres escuelas literarias produjeron una poesía, un pensamiento literario, en la lengua que se transmitió, con la lengua del colonizador, con la lengua hispana, en muchos ámbitos, y ha habido aportes muy interesantes a la Enciclopedia Española también, en este sentido. Lo mismo pasó con los portugueses en África, con los franceses y los ingleses.
Hasta el momento el grupo de la Generación de la Amistad, que nació el 9 de junio de 2006, aquí en Madrid, hasta el momento ha podido aportar a la lengua española muchos libros, muchas obras, desde ensayo, teatro, diccionarios, antropología, poesía, prosa, historia, y otros ámbitos. Otra de las características de nuestro aporte literario es que nuestra literatura está, hablando desde mi ámbito de antropología, digo que es antropoesía, se mezcla la antropología con la poesía, y esto lo podemos detectar, por ejemplo, en un poema, donde podemos encontrar palabras de hasanía, muchas explicadas en nota de pie, en recursos que utilizamos dentro de nuestro verso y que son prestaciones de la lengua hasanía al español.
Esto ha enriquecido también la lengua española, en su pluralidad, lo mismo pasa en Latinoamérica, cada país de Centroamérica, Sudamérica, del Caribe, que habla español, tiene una poesía que se alimenta de unos ingredientes literarios culturales de su propia cultura, y es lo mismo que pasa con nosotros. Por lo tanto, esto es un aporte muy importante a la cultura hispana, en general, no digo solamente la española, sino es un aporte muy importante a la Enciclopedia de la literatura hispana, y solamente se puede fijar, por ejemplo, en el anuario que publica el Instituto Cervantes, cada año menciona el tema de Sáhara, menciona la lengua hablada por los saharauis. Hay otros académicos también que están estudiando eso, desde tesis doctorales, en masters, en trabajos postgrado, en investigaciones postdoctorales, y esto también demuestra ese aporte que los saharauis dieron a la lengua española, con sus fenómenos literarios.
En una ampliación del foco, porque hemos estado centrando un poco la entrevista en el apartado de la poesía, -aunque es cierto que la poesía, como decía Celaya, es un arma cargada de futuro-, quería preguntarte por la construcción de la identidad saharaui, que es un componente clave para el proceso de independencia, y las actuales circunstancias del conflicto con Marruecos. ¿Cuáles son los retos para el gobierno y el pueblo de la República Árabe Saharauí Democrática , y que nos toca hacer a los que nos encontramos en la diáspora, desde tu punto de vista?
Los retos con los que nos encontramos en la causa saharaui, y vosotros como Radio Revolución Saharaui, son retos muy importantes. Hablar es existir, absolutamente, como decía, si no hablamos de esta causa, no desempeñamos aquel papel que Franz Fanon también nos dijo, que cada generación en su relativa opacidad debe descubrir su misión, cumplirla o traicionarla, pues no habríamos avanzado nada ni aportado nada a la causa, cualquier granito de arena aportado desde una emisora, desde una plataforma de jóvenes periodistas, de universitarios, del mundo de la cultura, implica mucho, para dar a conocer la causa saharaui y darle esa visibilidad que otros medios grandes no quieren. Por eso me remito a la frase de Fanon, que hablar es existir, absolutamente, para el otro.
Por lo tanto, para la causa saharaui creo que el aporte que estáis haciendo de esta forma individual y colectiva, es algo que se aprecia, que tiene su eficacia, en dar a conocer el último vestigio de colonialismo aún pendiente de liquidar en nuestro siglo, una vergüenza para la comunidad internacional, para Naciones Unidas, para los países que todavía apoyan a regímenes dictatoriales como el régimen marroquí, y lo arropan en esta situación. Lo mismo ha pasado con el pueblo palestino en Gaza, en Cisjordania, también países occidentales al orden de las democracias, están apoyando una guerra criminal, una guerra de genocidio que se aplica en Palestina, y se aplica en el Sáhara Occidental. El reto que tenemos todos es hablar, visibilizar y dar a conocer esa realidad.
Has hablado al principio de los primeros versos referentes al Sáhara Occidental, y de toda esa historia poética, y quería preguntarte esto que es desconocido, fuera de la sociedad saharaui, ¿cuales son las estructuras políticas y culturales predominantes en el Sáhara Occidental, antes de la llegada de los españoles?
Si tengo un libro que se llama “La entidad política Precolonial Saharaui en el ideario de la República Saharaui”. El colonizador siempre en su discurso dijo que no existíamos antes, que éramos beduinos, desplazados en un desierto, sin ninguna estructura política organizativa, pero mintió en su bibliografía, y esto es algo innato al colonizador, te omite, te desdibuja, y construye su historia sobre la tuya. El colonizador cuando intentó en el siglo entrar en el territorio XVII, XVIII, tuvo muchas dificultades, porque había guerreros organizados en torno a la entidad pan tribal saharaui, que se llamaba la Mano de los 40, no pudo entrar en el territorio, ni ocuparlo, hasta 1884, que es cuando hizo varias expediciones coloniales, y tuvieron que buscar a los dirigentes de aquella entidad pan tribal saharaui precolonial, negociar con ellos, y firmar los acuerdos que cito con textos, con nombres, en el libro que había mencionado, y de ahí surgieron acuerdos pacíficos de entrada, de intercambio cultural, respetarnos nuestra religión, nuestra cultura, y podemos convivir, intercambiar mercancías y recursos, y finalmente es lo que sucedió.
Existían los saharauis mucho antes del colonizador, organizados con su estructura, con sus jueces, con sus guerreros anticoloniales, que defendían las fronteras, y eran unas fronteras infranqueables, tanto por el norte, hacia Marruecos, como hacia el Océano Atlántico, como hacia otros países africanos, y esas fronteras se llamaban la línea del miedo, las fronteras del miedo, porque eran defendidas de una manera férrea. Por lo tanto, existíamos antes del colonizador, y el colonizador sabe perfectamente, y las obras de nuestro eruditos hablaban también de esa identidad y recuerdo que también Ibn Jaldún uno de los primeros antropólogos de la historia, habló también de este tipo de estados nacionales que, en aquel entonces, el país sedentario, el país nómada, y que fue este el caso del Sáhara Occidental, por lo tanto la estructura de un estado nómada, que se desplaza de una zona a otra, pero que tenía claras sus fronteras, y que estaban muy bien defendidas.
En ese sentido quería trasladar elementos del estado o de la sociedad del Sáhara de la actualidad y quiero tocar un tema que sé que, en cierto modo, puede ser controvertido, pero creo que es importante tratarlo, que es ¿cuál crees que es el papel del tribalismo en el Sáhara Occidental? ¿que lectura haces del uso que le da Marruecos como agente de división, y si puede llegar a ser un agente de unión o es contrario al proceso revolucionario?
El tribalismo, y me remito a unos versos del poeta Mohamed Salem, un gran poeta de nuestra Generación de la Amistad, y creo que su respuesta es la más contundente con la que se puede responder, qué papel aporta el tribalismo para la causa saharaui, cuando fue abolido por el proceso revolucionario saharaui, el 10 de mayo de 1973, en una lacra del pasado que uso para dividir a los saharauis, para enfrentarnos con otras tribus vecinas, en Mauritania, por ejemplo. El tribalismo lo aprovechó Marruecos, lo realimentó y lo sigue realimentando para mantener el pueblo saharaui dividido en dos partes, ese tribalismo decía el poeta, “yo prefiero estas piedras estoicas con las que a veces me limpio el culo” son versos de Mohamed Salem sobre el tribalismo. El tribalismo no representa nada para nosotros, ni en este momento, ni nunca lo representó en otros procesos, existió la entidad político patrial saharaui, que era una coalición de varias tribus de la época, de los siglos pasados, y que se unieron en torno a un estado, y no una tribu. Por eso la dirección ejecutiva de esa entidad se componía de 40 representantes, que formaban y daban paso a un cuerpo diferente al tribalismo, sino un cuerpo de un estado nómada, beduino. Por lo tanto este tema, es tema de controversia normalmente, porque a nadie como investigador occidental se presenta a los saharauis y le pregunta sobre el tribalismo. Por educación te dan una respuesta evadiendo el tema, porque saben que no aporta nada, saben que no significa nada para ellos, y algunos investigadores lo consideran porque las sociedades antiguas se componían de tribus, de clases sociales minoritarias, grupos étnicos, pero nunca el tribalismo trajo nada bueno a la humanidad, nunca, igual que otros fenómenos también surgidos en la historia, el nazismo, el neocolonialismo, que practica Marruecos en el Sáhara Occidental. Entonces no significa nada para nosotros el tribalismo, sino como una lacra del pasado que divide y que nos arrastra hacia trifulcas internas, guerras tribales y divisiones.
Creo que es un tema muy poco mencionado, y la verdad es muy importante porque eso Marruecos lo usa a menudo como agente de división. En último lugar quería preguntarte, para cerrar este tema, si crees que se podría resignificar el papel de la tribu como unión, aunque has dejado claro que es contrario al proceso revolucionario, pero si habría posibilidades, ya que Marruecos está poniendo el foco en eso, hacer una lucha en ello, o simplemente pasar a reivindicar el pueblo saharaui independientemente de esto.
Si, Marruecos sigue utilizando esta lacra para sus intereses, y pocos le siguen en este tema, pocos saharauis. Una categoría de esta naturaleza, el tribalismo es contrario totalmente a la revolución social democrática que trae horizontes nuevos, trae progresos nuevos, desde la igualdad de todas las capas sociales que viven en el Sáhara Occidental, y que forman parte de este tejido social. El tribalismo es estratificador, porque si nos fijamos en la obra de Julio Caro Baroja, y vemos la pirámide que dibujó sobre la estratificación que hizo el tribalismo a las clases sociales, nos encontramos divididos y en guerras, hasta el infinito. Porque ponen que unos son los primeros de arriba, en la pirámide, otros en segundo orden, le siguen otros en tercer orden, le siguen otros en cuarto orden, otros en el quinto, hasta diferenciar a las personas desde arriba a abajo, que no son iguales, unos son negros, de muy debajo, otros son de orígenes bereberes, fenicios, también en otras escala inferior, otros no son hombres del libro, otros no son hombres del fusil, otros no son hombres tajantemente de las estirpes árabes, que llegaron al territorio, y entonces hace este tipo estúpido de estratificaciones, que el proceso revolucionario refutó, rechazó, abolió, y esto es el mérito que el Frente Polisario ha traído a la sociedad saharaui, para unirla en un proyecto igualitario, un proyecto en el que cree solamente en un cuerpo llamado el pueblo del Sáhara Occidental, y no la tribu a, b, c, no, en absoluto, y creo que los poetas en hasanía, tienen mucho tema en su poesía sobre el tribalismo, criticándole, despellejando su sentido entre los que lo usan por sus intereses, buscando la nobleza, buscando el buen linaje, buscando la procedencia, la genealogía, que pretenden llevarles hasta Mahoma. Entonces hay una estructura totalmente equivocada en este sentido, y que muchas gentes, normalmente familias reaccionarias, dentro del Sáhara Occidental, familias conservadoras, familias religiosas que creen en esto cuando Ibn Jaldún dijo que el ser humano solamente puede pensar en una genealogía de cinco abuelos, más allá es imposible de conocer. El proceso revolucionario nos ha unido entorno a este pensamiento revolucionario y no al tribalismo.
Finalmente quería plantearte una última cuestión, que es si consideras esencial o qué papel consideras, en primer lugar, que deberían ejercer los intelectuales dentro de la República Árabe Saharaui Democrática, y por otra parte si crees que la República debería realizar un esfuerzo mas decidido para fortalecer y promover a sus intelectuales tanto en el ámbito cultural, como en la estructura gubernamental, con el fin de potenciar su influencia a nivel nacional o internacional. Serían dos líneas, la línea dentro de la propia política de la RASD, y el papel de los intelectuales dentro de la RASD.
Me remito al pensador palestino estadounidense Edward Said, en su obra “Representaciones del intelectual”, donde destaca la importancia del científico social, como solemos decir en antropología, que es el intelectual que tiene esa capacidad de decirle la verdad al poder, a cualquier poder, ya sea revolucionario, reaccionario, colonial, neocolonial, etc.
Creo que en la primera generación, la del 73 saharaui, que se sublevó contra el dominio colonial, y partieron de esa condición, y capacidad que tiene el intelectual, muchos de ellos eran universitarios, otros habían terminado solamente el bachillerato, y estaban accediendo a los primeros años de las universidades en la metrópoli, y en otras universidades, en Egipto, en Argelia, y en otros países. Esa generación saharaui fue la primera escuela intelectual que espoleó la conciencia nacional de la población saharaui y levantarla contra el domino colonial, y de ahí surgió la revolución, y luego surgió el gran proyecto de la revolución, sirvió como un embrión para él, que es la República Árabe Saharaui Democrática, si no fuera por el papel del intelectual no hubiéramos podido llegar a ninguno de estos procesos, a ninguno, y esto lo han vivido todas las colonias, los países que fueron colonizados en África, de la francofonía, de la lusofonía, de las colonias inglesas, y las dos españolas, el Sáhara Occidental y Guinea Ecuatorial, y surgieron muchos intelectuales.
Y estos intelectuales son los que llevaron todo este papel del Estado en estos países, de diferentes culturas. Ahora el papel de este intelectual en la RASD, y como la república saharaui puede entenderlo, como un eslabón sin el cual ningún estado puede avanzar, debe estudiar este papel, considerarlo, darle un espacio generacional, sobretodo, porque los que iniciaron la revolución hoy en día son octogenarios, la revolución sin las otras generaciones acabarían en nada, en poco en diez años deben pensar en retroalimentar la revolución con estas nuevas generaciones preparadas las universidades con sus estudios de masteres, sus doctorados de investigaciones, de académicos en diferentes lugares, tanto aquí en España, como en el Sáhara Occidental, como en los campamentos de refugiados saharauis, como en la diáspora, ya sea en Mauritania, como en el sur de Marruecos, y en el sur de Argelia, hay muchos.
Deben pensar en esto, y nosotros no vamos a defraudar el pensamiento de Edward Said, que vamos a decirle la verdad al poder, que vamos a señalarle sus errores, que vamos a orientarles, y que siempre vamos en el camino para converger en un punto que está en el horizonte y que todavía no hemos podido llegar, que es la recuperación de la soberanía nacional de la república saharaui, y la construcción de ese estado tan soñado, por distintas generaciones nos quedamos con esa visión del avance hacia el futuro de liberación.
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