El capitalismo, como sistema que prioriza las ganancias de corto plazo y la acumulación privada, no está preparado para prevenir ni abordar adecuadamente los fenómenos climáticos extremos.
La UE ha integrado un sistema de lobby sobre la industria armamentista e iniciado un ‘diálogo’ permanente con la industria armamentista sobre rearme, exportaciones y planes de apoyo por miles de millones.