Más allá de las declaraciones de buenas intenciones, ni EEUU ni la UE, ni tampoco Rusia, han realizado una condena explicita de la agresión azerí, que se suma a la larga lista de ataques que han venido protagonizando contra territorio soberano armenio
Por Angelo Nero
Nikol Pashinyán el primer ministro armenio ha confirmado la muerte de 49 militares armenios durante la ofensiva azerí sobre territorio de la República de Armenia, señalando que aunque la intensidad de los combates ha disminuido, los ataques azerís continúan en varias direcciones. También ha confirmado que la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) -en la que están Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán- está celebrando una sesión de su Consejo Permanente para analizar la situación. “Hemos hecho un llamamiento a Rusia a partir del tratado de amistad de 1997 y reclamaremos al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que la situación sea discutida con urgencia”, ha señalado el primer ministro armenio.
“Los ataques de Azerbaiyán en todos los puntos de la parte oriental de Armenia se realizan desde territorios ocupados de Artsaj a partir de la guerra de 2020. Sí, exactamente a esto se refería la idea de que Artsakh era la ‘faja’ de seguridad de Armenia”, explicó por su parte la corresponsal de Diario Armenia Betty Arslanian desde Ereván.
A las 9:00 horas del martes, 13 de septiembre, entró en vigor un alto el fuego, alcanzado gracias a la mediación del gobierno de Rusia, que en ha emitido un comunicado en el que se puede leer: “Pedimos a las partes que eviten un mayor empeoramiento de la situación, que ejerzan contención y respeten totalmente el alto el fuego, en línea con los comunicados tripartitos de los líderes de Rusia, Azerbaiyán y Armenia del 9 de noviembre de 2020 y el 11 de enero y el 26 de noviembre de 2021”. También han confirmado desde el Kremlin la petición de asistencia de Ereván, conforme a los acuerdos bilaterales y a través de la CSTO, que recordemos que a principios de año intervino en Kazajistán a petición de su gobierno.
El ministerio de defensa armenio “la intensidad del bombardeo de posiciones armenias, asentamientos e infraestructuras civiles, así como la intensidad del fuego de las batallas posicionales en dirección a Inner Hand, Verin Shorzha, Artanish y Sotk, se ha debilitado significativamente.”
El primer ministro armenio Nikol Pashinyan informó durante una sesión especial de la Asamblea Nacional: “Debemos proteger la integridad territorial, la soberanía y la independencia de la República de Armenia por todos los medios posibles. Debemos luchar por la paz por todos los medios posibles, tratando de acercar el entendimiento. Debemos reformar nuestro Ejército, nuestras Fuerzas Armadas lo más rápida y eficazmente posible por todos los medios posibles para garantizar la seguridad de la República de Armenia. Y, por supuesto, mejorar los mecanismos, las relaciones y los compromisos en nuestras alianzas y nuestras relaciones de seguridad son extremadamente importante en este contexto porque es muy importante, como dije antes, tener claro quién tiene qué obligaciones con nosotros.”
Las potencias regionales también se han posicionado. Turquía, aliado de Baku, a través de su ministro de exteriores, ha señalado: “Armenia debe poner fin a sus provocaciones y centrarse en las negociaciones de paz y la cooperación con Azerbaiyán.” Mientras que el primer ministro armenio “tuvo una conversación telefónica con el presidente iraní sobre las agresiones en territorio armenio. Este dijo que su país está listo para apoyar la paz en la región y agregó que la seguridad de Armenia es importante para Irán.” El ministro de exteriores iraní, Naser Kanaani, también ha mostrado la oposición de su país a cualquier cambio en las actuales fronteras de Armenia y Azerbaiyán.
Han sido numerosas las reacciones internacionales al ataque azerí a la frontera oriental armenia, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha mostrado su profunda preocupación por los enfrentamientos armados, a la vez que ha reclamado el fin inmediato de las hostilidades: “Estados Unidos está profundamente preocupado por las informaciones sobre ataques en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, incluidas informaciones sobre bombardeos contra asentamientos e infraestructura civil dentro de Armenia”, ha afirmado el máximo responsable de la política exterior norteamericana.
La Unión Europea también se ha manifestado a través de su enviado especial para el Cáucaso: “Los combates en la frontera y los bombardeos deben parar inmediatamente. La UE está en estrecho contacto con las dos partes para contribuir a la desescalada”, ha asegurado el enviado especial de la UE para el Cáucaso, Toivo Klaar, en un mensaje en redes sociales. En el mismo sentido se ha pronunciado el máximo representante de la política exterior europea, Josep Borrell: “Es imperativo cesar las hostilidades y que se vuelva a la mesa de negociación”.
Más allá de las declaraciones de buenas intenciones, ni EEUU ni la UE, ni tampoco Rusia, han realizado una condena explicita de la agresión azerí, que se suma a la larga lista de ataques que han venido protagonizando contra territorio soberano armenio, además de la guerra iniciada en septiembre de 2020 con la invasión de la República de Artsakh, con miles de muertos y cientos de detenidos, algunos todavía prisioneros en las cárceles del régimen de Aliyev.
A lo largo del día 13 de septiembre, Azerbaiyán también ha confirmado medio centenar de bajas en sus filas, 42 de ellos militares del ejército azerí que participaban en la ofensiva y 8 más miembros del Servicio Estatal de Fronteras.
“Creo que Aliyev ha cometido un error de cálculo. Quizás pensó que era el momento adecuado para forzar a Pashinyán a firmar un tratado de paz, pero cuando inicias una guerra así, con tantas víctimas mortales, algo que supone un déjà vu para la sociedad armenia, estás reduciendo su capacidad de maniobra”, declaró la académica y exdiputada armenia Tatevik Hayrapetián al diario El País.
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