Algo habrá hecho…Karpeta Urdinak

Ander Iriarte viene con su documental a romper tabús y a sumar su trabajo a ese pequeño hilo que se va tejiendo, muy poco a poco, a base de libros y documentales como este, que hacen por fin patente que la tortura existe también en el “jardín” de la UE, y en España con un plus.

Por Iñaki Alrui | LQSomos

Algo habrá hecho… una frase muy común, prejuicio y acusación siempre hacia las personas perseguidas, castigadas, detenidas, torturadas, asesinadas. Un “me lavo las manos” y aquí no pasa nada, normalizando. Algo habrán hecho sigue sonando cuando se habla de torturas, ¡perdón!, quería decir cuando se intenta hablar de torturas, un tema tabú siempre para papá estado, y en el caso español dicen que no existen.

Ander Iriarte viene con su documental a romper tabús y a sumar su trabajo a ese pequeño hilo que se va tejiendo, muy poco a poco, a base de libros y documentales como este, que hacen por fin patente que la tortura existe también en el “jardín” de la UE, y en España con un plus.

Partiendo del trabajo realizado en el Proyecto sobre Torturas elaborado por el Gobierno Vasco en el marco del Plan de Paz y Convivencia, Ander Iriarte arranca con el caso de su aita esta narración que, según avanza, se convierte en un grito por la Justicia, aunque esos  relatos, los procesos también dan asfixia, ahogo.

Los palabras de las víctimas son un duro golpe que no por esperado entra suave: las humillaciones, el dolor físico, el maltrato psicológico, la anulación como sujetos, todo a través de relatos en primera persona, protagonistas del peor momento de sus propias vidas. Reconstruir el relato pasa por la narración de los hechos.

Pero al lado del relato de las víctimas, el documental también camina con el trabajo que se está realizando con el Protocolo de Estambul, una herramienta de investigación y documentación efectiva sobre tortura, castigos y tratamientos crueles, inhumanos o degradantes, un conjunto de normas internacionales para documentar la tortura y sus consecuencias. Esa metodología indica técnicas y procesos para recoger esos relatos y sobre todo para que las víctimas los puedan echar fuera, de la mano de la medicina, la psicología, la psiquiatría o el mundo del derecho.

Lo que Ander Iriarte nos muestra en dos intensas horas es el resultado de seis años de trabajo documental, dedicado a estudiar 5.000 casos de víctimas documentados, en una época en que, en el marco del llamado conflicto vasco, se produjeron más de 16.000 detenciones (muchas no fueron registradas, se estima que en total rondarían las 40.000), insultos, agresiones sexuales, personas incomunicadas, golpeadas, torturadas. A estos datos hay que empezar a sumar los de Nafarroa, donde se está trabajando en la misma dirección para dejar documentados los casos de tortura.

Guardia civil, policía nacional, policía local, ertzaina, funcionarios de prisiones, todos empleados del estado que, antes de que las personas detenidas llegaran ante la Justicia, se dedicaban a aplicar directamente el castigo ¡Y cómo!.

Por cierto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado a España once veces por no haber investigado exhaustivamente las denuncias sobre torturas cometidas durante detenciones en incomunicación, y siete de esas condenas pesan sobre el actual ministro de Interior, Grande Marlaska. La tortura en España no es el capricho de un cuerpo policial, no es un poli al que se le va la mano, la tortura en España es política de estado.

Búsquenlo, véanlo, Karpeta Urdinak (Carpetas azules) no deja indiferente, y a las preguntas que nos obliga a hacernos, de igual forma nos propone respuestas, arroja luz en la obscuridad de las torturas y construye un canto coral a la defensa de los Derechos Humanos, porque los Derechos Humanos son para todas las personas. Gracias, Ander.

Bajo la alfombra de “todo es ETA” se escondió muchísima mierda, fue la excusa perfecta para los crímenes del GAL, el narcotráfico, la cal viva, la trata de blancas y la normalización del horror de la tortura… Entretanto, de cara a la galería, se promovía el ponzoñoso murmullo: ¡algo habrá hecho!

P.S. Imposible no recordar al escribir estas líneas sobre tortura y País Vasco a Ion Arretxe cuyas colaboraciones pudimos disfrutar en estas páginas, con el que compartimos grandes ratos en el Madrid disidente y del que aprendimos con la publicación en El Garaje Ediciones de Intxaurrondo. La sombra del nogal, el testimonio en primera persona de un joven de 21 años que sufrió la tortura y el horror bajo el amparo de la Ley Antiterrorista. Una atroz experiencia de la que no todos sobrevivieron. En la tortura quedó Mikel Zabalza.

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