Las mujeres rurales son la cuarta parte de la población mundial, sobre ellas recae la mayor parte de la labranza y la plantación de semillas, así como su recolección.
Para eliminar esta lacra es necesaria una respuesta multidisciplinar en la que uno de los primeros estadios de acción es la educación que se produce en las organizaciones educativas (formales, como es la escuela y no formales, como es el grupo de iguales) y en edades tempranas.