Aunque Israel afirmó que la presencia de altos oficiales militares en una instalación diplomática justificaba el ataque, Irán interpretó el bombardeo como un ataque dentro de su propio territorio.
El hecho de que Israel y otros países fueran capaces de derribar casi todos los cientos de aviones no tripulados y misiles antes de que causaran algún daño no es tanto un testimonio de sus capacidades militares como del hecho de que se trataba de una parte calculada de la estrategia de Irán.
Israel financia y adiestra a los Muyahidin al-Jalq, verdaderos terroristas iraníes a los que Israel usa para sabotear a la República Islámica desde dentro.
Si la frontera norte es extremadamente compleja para Islamabad, la del sur, quizás es mucho más peligrosa, ya que cuenta con uno de los puntos más calientes de la política internacional: Cachemira, el territorio en disputa con India.
La nueva brecha que se ha abierto entre estas dos naciones musulmanas, será difícil de cerrarse, ya que más allá de la voluntad de Pakistán, las presiones del Departamento de Estado sobre los militares pakistaníes, serán insoportables.
Todos los indicios sobre el acto terrorista en el Cementerio de los Mártires durante el cuarto aniversario del asesinato del general iraní Qasem Soleimani y el asesinato del dirigente de Hamás al-Arouri apuntan a los servicios secretos del régimen israelí y de Estados Unidos.