La masonería ejerce en nuestro mundo una evidente fascinación porque está asociada a lo secreto, a grupos de hombres y mujeres que se reúnen privadamente en lo que se llaman logias, aunque no se sabe muy bien con qué fin.
Por Eduardo Montagut | 30/07/2024
Llevamos unos años compaginando el trabajo sobre la historia del movimiento obrero con la de la masonería, tan presente en la sociedad occidental. Es más, nos estamos especializando en el estudio de las relaciones complejas entre esos dos mundos, el del movimiento obrero, ya sea de signo socialista, ya comunista o anarquista con la masonería, un tema menos tratado por la historiografía.
No se trata de realizar panegíricos ni ensalzamientos sobre la misma porque esa no es la misión de un historiador, pero sí la de combatir con fuentes e interpretaciones no apriorísticas, las mitologías generadas en el pasado y todavía hoy presentes sobre supuestos cultos satánicos, conspiraciones para combatir a la religión o para manejar los hilos políticos, económicos y culturales del mundo.
En este contexto hemos sacado un libro en la editorial Almuzara, en su conocida colección sobre lo que “no está en tu libro de…”. El trabajo se titula, Eso no estaba en mi libro de la Masonería.
La masonería ejerce en nuestro mundo una evidente fascinación porque está asociada a lo secreto, a grupos de hombres y mujeres que se reúnen privadamente en lo que se llaman logias, aunque no se sabe muy bien con qué fin. Pero, además, la masonería ha sido demonizada y perseguida por la Iglesia y los poderes políticos, y eso, curiosamente, en nuestro presente, también provoca interés, aunque sea, en muchas ocasiones, adornado por el morbo. Pero ese interés evidente, tanto sea para acercarse a la masonería, como para conocerla, y hasta para seguir denostándola, ha generado, en la era digital, especialmente, una acumulación de información poco contrastada, basada en medias verdades o heredera, aunque sea a través de la red, de prejuicios muy arraigados desde el pasado en otros medios, como los púlpitos, los decretos gubernamentales, los libros, y también los periódicos. El océano de Internet es proceloso y cuando se intenta llegar a la masonería a través de ese medio es fácil naufragar porque se publica todo sin ningún filtro serio.
Nuestro objetivo con este libro ha sido acercar a los lectores interesados, pero también avisados contra el imperio de los juicios apriorísticos, como decíamos al principio, algunas cuestiones que tienen que ver con la masonería y sobre su relación con el mundo.
Es más que un libro de historia, aunque algo de historia hay que tratar siempre, y más con una organización tan arraigada en el tiempo y deudora de muchas tradiciones, sino, como decimos, un acercamiento, desde la divulgación, aunque creemos desde el rigor también, a distintos temas de este universo, uno de los peores conocidos de la condición humana. Esperemos que les guste, y que vean a la masonería desde otras perspectivas, críticas siempre, por supuesto, pero no con los velos, nada transparentes, por cierto, que se han impuesto durante tanto tiempo por quienes no han querido o no han podido ver con serenidad y respeto a quienes, con sus grandezas, pero también con sus miserias, han intentado contribuir a que el mundo marchase por mejores sendas.
Si se consigue que usted amable lector o lectora se interese por la masonería el objetivo estaría logrado, y si quiere ahondar existe una muy rica y bien elaborada bibliografía al respecto, lejos del panfleto.
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