Turquía bombardea a turistas en el Kurdistán iraquí

La masacre se produjo al día siguiente de la cumbre sobre Siria, celebrada en Teherán, entre los presidentes Putin, Raissi y Erdogan, y pone en primer plano la guerra que libra desde hace meses el ejército turco en territorio iraquí contra las bases de las milicias kurdas del PKK.

Por Asia News

Nueve muertos, entre ellos un niño de un año, es el saldo de la masacre que tuvo lugar ayer (por el miércoles) en el parque de un complejo turístico de Zakho, en el Kurdistán iraquí, a pocos kilómetros de la frontera con Turquía.

Al menos cinco proyectiles de artillería cayeron sobre el complejo turístico poco después del mediodía, cuando 20 autobuses llenos de turistas acababan de arribar al lugar. La mayoría de las víctimas fatales son familias que habían subido a las montañas del Kurdistán para refrescarse del tórrido calor. Además, se reportan 26 heridos, entre ellos numerosas mujeres y niños.

La masacre se produjo al día siguiente de la cumbre sobre Siria, celebrada en Teherán, entre los presidentes Putin, Raissi y Erdogan, y pone en primer plano la guerra que libra desde hace meses el ejército turco en territorio iraquí contra las bases de las milicias kurdas del PKK.

Las autoridades iraquíes inmediatamente señalaron a Turquía como responsable de esta matanza: desde Bagdad, el primer ministro Mustafa al-Kadhimi advirtió que se reserva el “derecho a tomar represalias”, calificando el fuego de artillería de “violación flagrante” de la soberanía.

Del mismo tono fueron las declaraciones de la administración kurda local: el primer ministro Masrour Barzani emitió un comunicado solicitando una investigación internacional y advirtió que “esto debe terminar”.

En varias ciudades de Irak se desplegaron protestas frente a los consulados turcos. Bagdad retiró a su encargado de negocios en Ankara y convocó al embajador turco, exigiendo una disculpa oficial de Turquía junto con la “retirada de sus fuerzas armadas de todo el territorio iraquí”. También anunció que presentará el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Por su parte, Ankara respondió afirmando que “este tipo de atentados” son obra de “organizaciones terroristas” y que Turquía, en su campaña contra el PKK, tiene en cuenta “la protección de los civiles y las infraestructuras”.

Las palabras del gobierno turco chocan con la evidencia de lo ocurrido en los últimos meses en las fronteras entre Turquía, Siria e Irak. Hace pocas semanas, por ejemplo, se informó de la incursión del ejército turco contra el pueblo cristiano asirio de Tel Tamr, en la gobernación siria de Hesekê, una zona de mayoría kurda. El ataque culminó con la destrucción de una iglesia que ya había sido golpeada por el ISIS en 2015. En esa ocasión, fuentes locales reportaron importantes daños en las viviendas, alcanzadas por el “bombardeo indiscriminado”.

En noviembre de 2021, Asia News había informado de los bombardeos contra pueblos kurdos y cristianos en las montañas del Kurdistán iraquí, que llevaron a la población a desplazarse masivamente hacia las ciudades de Zakho y Dohuk.

El bombardeo de ayer, en una atracción turística como Zakho, indica claramente un deseo de socavar la recuperación económica de la región, que ha quedado de rodillas por la pandemia y el conflicto.

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