¿Qué es el Patriarcado Islámico?

Por Násara iahdih Said

El patriarcado islámico está compuesto por tres instituciones –La Familia, el Tribunal Social Islámico y el Sistema Islámico– que sostienen su existencia, a continuación las expondré de manera general, sin entrar en concreciones de cada contexto o país, pues dichas instituciones se amplían y son matizables en según qué contexto islámico. En términos generales, éste es su modus operandi:

  • LA FAMILIA: es la institución más poderosa, puesto que es la que permite que tanto el sistema patriarcal islámico como el Tribunal Social Islámico accedan con absoluta facilidad a nosotras para coartar nuestra libertad y oprimirnos.

La familia, por norma general, toma a nuestras madres como rehén para mantener nuestra conducta dentro de la moral islámica y así poder impedir que su honor sea perjudicado, pues en su honor reside en nuestra virginidad – si estamos solteras– o en el uso sexual que hagamos con nuestra vagina fuera del matrimonio – en caso de que estemos casadas-.

Aquí me quiero centrar especialmente en la figura de la madre como rehén de la familia, para extorsionar y someter a las mujeres a través del chantaje emocional. La madre es una figura clave para el Patriarcado Islámico. Desde que tenemos uso de razón se nos inculca la idea de que nuestras madres son seres débiles, frágiles y que requieren especial cuidado y atención por parte de sus hijas. Esto es una clara estrategia usada dentro del patriarcado islámico para convertirnos en esclavas del bienestar de nuestra madre, que en primera y última instancia es la guardiana del honor de la familia. El uso de la figura materna por parte de la familia islámica es maquiavélico y lamentablemente funciona perfectamente. Nuestras madres son conscientes que sobre ellas recae salvaguardar el honor de la familia, lo que viene siendo controlar las decisiones de su hija sobre su cuerpo y su vida.

En caso de que esta figura – cuyo sustento es el chantaje emocional – no surta efecto, entra en juego la violencia paterna o por parte de cualquier figura masculina. Desde pequeñas nos adoctrinan para ser dependientes emocionalmente de nuestra madre, nos alienan para que sus chantajes emocionales surtan efecto. En caso de que este eficaz método no surta efecto – es decir, la coacción mediante el chantaje materno– es cuando entra juego la coacción mediante el maltrato físico y psíquico por parte de las figuras masculinas de la familia. Tras ello se encargarán de culpabilizarnos del malestar o dolor de nuestra madre, nos dirán que hemos destrozado la vida de nuestra «frágil» y «débil» madre. Ella se encargará de hacérnoslo saber, lo que supone una carga terrible para cualquier hija que haya sido adoctrinada para ser esclava del bienestar de su madre y su familia. El deshonor es nuestra mayor condena familiar y una cadena perpetua para ser relegada al ostracismo.

Como podéis observar esta institución es altamente eficaz para perpetuar nuestras opresiones desde la más absoluta omertá, pues se hace muy difícil atreverse a pensar o salirse del pensamiento único – o de la conducta impuesta por el Tribunal Social Islámico– teniendo sobre una misma este entramado que opera desde que nacemos. No conocemos otro método de vida fuera de él y de ahí su eficacia. De ahí que pese a que millones de mujeres vivan bajo este sistema, apenas unas pocas intenten ni tan siquiera atreverse a pensar…

  • El Tribunal Social Islámico: Es la institución que ostenta un poder absoluto sobre la familia, la columna vertebral del patriarcado islámico. Sobre ella se rige la conducta de la familia e incluso del sistema islámico.

Es el Tribunal Social Islámico el que exigirá y juzgará a la familia en caso de que su honor se haya visto perjudicado. Dependiendo del grado de dependencia «emocional» que tenga la familia hacia el Tribunal Social Islámico, esta será más restrictiva, posesiva, coercitiva o menor. Pero es el Tribunal Social Islámico el que establece las normas consuetudinarias que recaerán sobre las mujeres.

La Familia presiona a la madre como rehén para que cumpla con su función principal –guardiana del honor de la familia mediante el chantaje emocional sobre sus hijas– porque teme ser víctima del ostracismo del Tribunal Social Islámico y ser relegados a una categoría inferior dentro de la sociedad cuyo nombre es: «vergüenza» (احشومة).

El Tribunal Social Islámico está compuesto por las familias islámicas que forman parte del mismo y entre sí se presionan para mantener el honor de cada una intacto. Dicha presión se ejerce sobre las mujeres para mantenerlas subyugadas a los intereses familiares, es en ese punto en el que se nos deshumaniza ante los ojos de la sociedad y terminamos por deshumanizarnos a nosotras mismas creyendo que somos un mero objeto cuya finalidad es servir a la familia para que esta tenga un lugar «respetable» o «destacado» dentro del Tribunal Social Islámico.

  • El Sistema Islámico: es el que perpetúa las actitudes o normas cuya fuente es el Tribunal Social Islámico. Es esta institución la que permite que el Tribunal Social Islámico siga estando anclado en el Siglo VII permitiendo sus salvajes y misóginas exigencias sobre la conducta moral islámica de las mujeres.

El sistema islámico le hace el juego e incluso necesita la existencia del Tribunal Social Islámico para convertir el cuerpo de las mujeres en el objeto de batalla de sus políticas coercitivas y así lograr sacar provecho en sus políticas de desigualdad formal y material.

El sistema político se perpetúa mediante el abuso y la opresión sobre el cuerpo y las decisiones personales de las mujeres que viven subyugadas bajo sus normas. Los políticos que tienen poder, ya sea en un Estado teocrático o semi-teocrático, saben que sus políticas inhumanas de desigualdad y abuso sobre la población a la que gobiernan se verán impunes mientras fomenten una educación sexista y misógina donde la mano que las imparte es coercitiva con las mujeres que intenten salirse del pensamiento único. Siempre encontrarán amparo y consenso por parte de la población musulmana en su abuso patriarcal contra las mujeres. Aclarar que efectivamente estas presiones verticalmente jerárquicas varían según si resides en un estado teocrático (Arabia Saudí, Irán Afganistán…) o un Estado semi-teocrático (Marruecos, Argelia…) y también según el grado de radicalización de tu sociedad y familia. Así como también variará si vives en un pueblo o una ciudad, en el sur o en el norte. La perpetuación del Patriarcado Islámico se fomenta además debido a las injerencias políticas occidentales, con las consecuencias de la neocolonización y las corrientes ultraconservadoras islámicas cuyo poder es incalculable en Europa y en nuestros países desde los años 80.

Estas corrientes están teniendo un impacto y una influencia absolutamente negativa sobre nuestras luchas feministas. Los movimientos mal denominados como decoloniales – que están bifurcando nuestro objetivo en la lucha feminista y que continuamente justifican las barbaries que cometen nuestros pueblos, por ser prácticas originarias y que por tanto se han de respetar – no hacen más que infantilizar nuestra sociedad y esta se ve impotente ante sus misóginas prácticas sobre el cuerpo de las mujeres. Añadamos también a esta situación a esa izquierda –tanto europea como árabe– cobarde y relativista que se ha aliado con quienes perpetúan el patriarcado islámico. Con los islamistas europeos, esos que aseguran ser moderados, pero que trabajan duro para justificar y así perpetuar el patriarcado islámico dentro de nuestros contextos. A su vez también en el caso de la izquierda árabe tiene lugar una «alizanza» con los movimientos conservadores islámicos. Todo este complejo entramado – en el que más adelanté podré profundizar con mayor detalle – complica una lucha feminista en condiciones para conquistar derechos fundamentales para el desarrollo de nuestra emancipación.

3 Comments

  1. Gracias por escribir este gran escrito. Me he sentido muy identificada con cada palabra escrita. Me ha ayudado a ver las cosas con más claridad, debido a qué recientemente he tenido que luchar contra todas estas tres instrucciones, es muy duro ver cómo no eres comprendida por tus seres más queridos.

    Saludos.

  2. Felicitaciones por la claridad de discursos
    Me encantaría leer algún libro tuyo sobre el tema o referente para ti en el tema
    Eres una brava, fuerza en la lucha contra la opresión patriarcal capital, hermana

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