Siempre, el pesado vuelo de una esfera
sobre un cuerpo transparente.
Siempre el ataque en picado
desde una torre negra.
Siempre el picoteo naranja
sobre el mismo vientre.
La sumisión de siempre
y el pico cerrado,bajo el yugo
de un águila verde.
El mismo devenir cotidiano:
“Dos trajes. Corbata. Uniforme.
Dos lobos con piel de cordero.
Un camarero y dos banqueros.
Minoría absoluta”.
Siempre educación concertada,
sin reglas.
Para muchos,
plomo en la cartera.
Para el resto,
muestras de laboratorio
en probetas.
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