Orden Internacional en transición (2)

La presencia de un mundo con diferentes polaridades siempre ha existido, lo hemos observado casi siempre, desde un ángulo eurocentrista.

Por Mario Antonio Padilla Torres

Después del derrumbe del campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética, surgieron disímiles de teorías sobre la hegemonía y polaridad del mundo, incluso se confundían ambos términos por algunos autores.

El mundo al parecer paso a manos de un solo país, cuestión imposible, solo que se confundió su supremacía global con la de unipolar. Las tendencias fundamentalmente de autores norteamericanos llegaron a la conclusión del fin de las ideas del socialismo.

Surgieron teorías del fin de la historia de la derrota del socialismo como sistema y del capitalismo como ejemplo a seguir, vino un resurgir de la concepción norteamericana del destino manifiesto.

En este pequeño articulo daré un enfoque diferente al que tanto circuló por el mundo, por lo que me tracé el siguiente objetivo: caracterizar de forma general al mundo después del año 1992.

  • Las polaridades y la globalización neoliberal

En la medida que se perfecciona la globalización las conceptualizaciones de las etapas con polaridad en las relaciones internacionales (unipolar, bipolar, multipolar) se definen sus conceptos por investigadores de diferentes lugares del planeta. En mucho de los casos lo asocian al poder hegemónico militar, económico o de influencia en las relaciones internacionales, así como existe otro grupo que integran las tres hegemonías.

La presencia de un mundo con diferentes polaridades siempre ha existido, lo hemos observado casi siempre, desde un ángulo eurocentrista (quizás también desde la argumentación hegemónica de los EUA) y no como la realidad lo ha ido demostrando durante más de 20 años. Un solo país no gobierna el mundo en nuestros tiempos.

Mundo con diferentes matices polares siempre ha existido, lo que desgraciadamente lo analizamos en muchos casos en la hegemonía norte- norte, pero si nos colocamos desde el sur la hegemonía es diferente, porque una cosa es valorar la polaridad desde centro de poder y otra es sentir el enfrentamiento diario de la polaridad desde la hegemonía (norte) y resistencia (sur)

Desde la existencia del campo socialista, en plena guerra fría utilizábamos frases como mundo bipolar, búsqueda de la paridad nuclear, procesos de liberación nacional hacia un desarrollo progresista, procesos de transición en los diferentes escenarios mundiales, en fin, había una expresión importante ya sacramentada: mundo bipolar.

La explicación académica muy ligada a la práctica política internacional y nacional, se justificaba por la existencia de dos hegemonías, con poderes antagónicos y que podrían lograr el equilibrio mundial. Por lo tanto el mundo era bipolar: campo socialistas y países capitalistas desarrollados.

Quedaba un mundo que lo llamaron tercero que se encontraba en una tercera opción, pero para muchos estudiosos no entraban en la política de la polaridad, a pesar de ser fuentes importantes en hidrocarburos o tener un peso en la política internacional o ser incipiente potencia.

El llamado mundo unipolar se aprecia por gran cantidad de investigadores que surgió con la desintegración de la URSS, argumentándose   que fue la oportunidad a los Estados Unidos para convertirse en la única potencia mundial, valorándose en gran medida desde el punto de vista de su poderío militar y por lo tanto el nuevo orden mundial resultaba incierto para muchos países.

Es una realidad que la desaparición del campo socialista y luego la desintegración de la URSS facilitó al país de mayor desarrollo del imperialismo ocupar un lugar de avanzada a nivel global, pero por un corto tiempo quizás, porque tanto el desgaste en la carrera armamentista en medio de la guerra fría como la orientación hacia las conquistas de nuevos territorios en el medio oriente, hizo también posible que otros países del primer mundo y emergentes se concentraran en sus economías.

Los análisis de la polaridad en muchos casos están asociados por los investigadores con el poder y para su evaluación lo identifican con el poder militar, el económico, político y diplomático, pero puede haber otros: respuesta nuclear, poder regional, influencia en los organismos internacionales y su posición en estos, en fin, no hay una jerarquización consensuada.

Hay autores norteamericanos como puede confirmarse, que defienden la supremacía nuclear norteamericana como elemento suficiente para garantizar la hegemonía mundial y por lo tanto la supremacía en el sistema de relaciones internacionales, sin embargo, otros contestan, que si lo EUA tuvieran cierta superioridad nuclear esto no sería suficiente para poder tener una seguridad de que existiera una unipolaridad en el mundo. Existen   otros estudiosos que lo definen por la capacidad de respuesta del segundo ataque o del tamaño de los ejércitos, equipados con cañones a laser, armas de energía directa, aeronaves aeroespaciales hipersónicas, bombas termobáricas, armas de pulso electromagnético y el mantenimiento prolongado suficiente para mantenerse como poder unipolar.

El concepto de unipolaridad, bipolaridad o multipolaridad es común a veces asociarlo a la hegemonía, la escuela Realistas generalmente comparte la idea de que hegemonía es sinónimo de supremacía militar y por consiguiente está relacionada con una de las teorías de la polaridad, por otra parte, las escuelas constructivista y liberal- institucionalista utilizan un sinónimo de hegemonía: supremacía.

El creador de la corriente teórica del realismo estructural, Kenneth Waltz en líneas generales considera que la bipolaridad es un sistema algo más estable. Para este autor, la bipolaridad estaría caracterizada por la división del mundo en dos grandes áreas de influencia.

John J. Mearsheimer, por su parte, considera que es muy improbable que pueda darse una supremacía global, por lo que los EUA en su estrategia en las relaciones internacionales buscan impedir potencias hegemónicas regionales que le puedan hacer sombra en el liderazgo mundial.

La multipolaridad es típica en regiones y períodos históricos en que existen conflictos capaces de polarizar las posiciones de los Estados.

El equilibrio de poder multipolar ha sido el más común a lo largo de la historia, los siglos XVII, XVIII, XIX, XX, para citar los más cercanos han estado desarrollándose en ese equilibrio expuesto, excepto en momentos muy precisos y de corto plazo donde la hegemonía de algún país o coalición se ha destacado.

Como he expresado, la polaridad entonces tiene varios matices de interpretación, hasta aquí siempre ha estado relacionada con los hegemónicos, cuestión que ejemplifica donde está el poder militar, económico, político y diplomático, sin embargo, esto podría ser una visión donde estudiemos los poderosos como causa de un mundo desequilibrado y perder la consecuencia que es la otra parte de ese mundo.

Al determinar el tercero como universo de los países más explotados, no lo hemos polarizado, es decir ¿en qué nivel de existencia declarada está ante los demás países o grupo de países polarizados?

El mundo a nuestro humilde criterio, no posee polarización solo en el hegemonismo de cualquier tipo, es difícil realizar este tipo de polarización sin tener presente la mirada desde el sur.

Hegemonismo y resistencia si sería una mirada justa cuando hablamos de relaciones internacionales, todos los países querremos o no se encuentran en ese contexto. Pienso que casarnos con el término de los polos solo por poder nos limita y podría decirse que convierte en fantasma la resistencia del sur, y preciso eso, no quita para nada el conocimiento que debemos tener de que es y cómo influye lo hegemónico.

Dentro ese universo llamado tercer mundo hay también hegemonía y resistencia, países que son aliados de los llamados polos de las supremacías y aquellos que buscan transformaciones hacia el progreso y bienestar de sus pueblos.

Además, un nuevo fenómeno viene emergiendo en las relaciones internacionales que ya algunos estudiosos del tema lo citan de importancia, son los países emergentes o medianas potencias, que no surgieron ahora, solo que en nuestros días van demostrando su poderío regional, lo cual implica una preocupación para aquellos que ya han sido polarizados.

El problema de estos países, en su gran mayoría antiguas colonias, es que su polarización hacia un extremo u otro está representado en línea sinusoidal donde la causa fundamental de esta situación está dada por el hegemonismo.

Durante los años 60 y 70 del siglo pasado a pesar de la existencia de una llamada bipolaridad: con la existencia de un campo socialista y potencias capitalista de poder internacional, los pueblos de América Latina luchaban por lograr su verdadera soberanía y realizar transformaciones progresistas, al mismo tiempo que se desarrollaban en las mismas dictaduras atroces amparadas por los poderes imperialistas.En el famoso período del fin de la guerra fría, cuando el politólogo estadounidense Francis Fukuyama anunciaba el fin de la era socialista en su libro en 1992 “El fin de la historia y el último hombre”, el que defiende la teoría de que la historia humana como lucha entre ideologías ha concluido, ha dado inicio a un mundo basado en la política y economía de libre mercado.

Ante esta avalancha teórica donde coloca a los EUA como única opción del sueño del hombre, se desarrolló un complejo interpretativo de cómo se autodestruyó el socialismo en Europa, EUA junto a otros acólitos de la OTAN, comenzaban la Operación Tormenta en el Medio Oriente y al mismo tiempo se reactivaba los movimientos sociales en América Latina devenidos, partidos de izquierda o movimientos transformadores progresistas de sus pueblos, terminaba también el Apartheid y se cumplía la resolución 435 de la ONU donde se le otorgaba la independencia  a Namibia ¿Cómo definir aquí la polaridad ?

Los pueblos del Sur son entes fundamentales en las relaciones internacionales y en su transición, este último concepto no solo está ligada al poder, la hegemonía y la supremacía militar también está en consonancia con el poder de resistencia, que ha cambiado también en estos últimos 20 años.

Comparto el criterio de investigadores que ven el escenario tendencial de los EUA hacia una potencia de gran influencia a nivel mundial  al mismo tiempo cierto retroceso en su economía nacional y su influencia en la global, aunque siga siendo esencial.

Por otra parte, también observamos hoy a Europa y los centros fundamentales de poder que lo constituyen Alemania y Francia, así como inclinación de la Unión Europea a un aumento de sus relaciones con la región asiática.

Sin embargo, la región africana se presenta como nuevas oportunidades para inversiones de mayor extensión no solo de sus antiguas metrópolis, sino también de países emergentes, momento que algunos países africanos aprovecharán a pesar de las presiones imperiales.

La región asiática avanza y seguirá avanzando con un comercio fluido y relaciones más estrechas y ya se encuentran influyendo en el comercio y la economía mundial, China resulta un peligro para los países imperiales, su desarrollo en todas las esferas presenta al mundo un país a tener en cuenta en la geopolítica universal.

A pesar de la ofensiva de la derecha en los países latinoamericanos y el debilitamiento que puedan sufrir, incluso bloques y concertaciones, la influencia que pueda ofrecer China, Rusia y otros países emergentes de otros lugares, posibilitaría convertir el proceso del progreso social de Latinoamérica, como una sinusoidal que puede por las experiencias de sus últimos 15 años regresar paulatinamente hacia la lucha de resistencia.

Los polos de poder, de hegemonía son necesarios identificarlos, estudiarlos, pero el polo de la resistencia también necesita de una mayor identificación y estudios de sus interrelaciones con los hegemónicos. Hoy es difícil dirigir un mundo que cada día se hace más multipolar y de regiones hegemónicas y de resistencia… 

  • Tesis como epílogo

Es imposible dominar el mundo una sola potencia, más cuando esta también tuvo su desgaste en la llamada guerra fría.

La existencia de un reducto del socialismo demuestra que aun esas ideas doctrinales sobrevivieron (China, Corea, Vietnam, Cuba)

La resistencia de los pueblos no fue silenciada el derrumbe del socialismo europeo fue real al igual que la desintegración de la URSS, pero los pueblos demostraron su resistencia y una década después se aceleraron las ideas progresistas.

El creerse el gobierno de los EUA el único en el mundo, fue la primera fakenews de la época postsoviética.

 La vida ha demostrado de que los países emergentes se han ido convirtiendo en potencias mundiales que han rebasado los limites regionales.

El gigante imperio del norte se ha convertido en una fiera herida, tirando zarpazos inclusive hacia sus propios conciudadanos.

Los problemas globales que influyen resueltamente en las relaciones internacionales han empeorado, pensemos con optimismo que el ser humano no permita que se autodestruya para siempre, busquemos nuevos caminos consensuados de buscar que nos une, no, que nos separa… Tempora mutantur”.

 Bibliografía.

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La filosofía de Woodrow Wilson última actualización 22 de Mayo 2020

http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/moderna/vols/ehmc11/142.pdf.

Padilla Torres Mario Antonio. “Del Destino Manifiesto a la COVID-19”. 08/10/2020 

Consultar: https://www.alainet.org/es/articulo/206786

 Prieto Rozos Alberto. América Latina. Transiciones, integración y socialismo. Editorial Ciencias Sociales, La Habana. 2012.

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