Marx explicó de una forma harto sugerente en La Lucha de clases (1850) todo este proceso
Por Eduardo Montagut
Las denominadas “Jornadas de Junio”, entre el 23 y el 26 de 1848, se refieren a la insurrección que tuvo lugar en París, en un intento de salvar, sin éxito, el espíritu revolucionario de la Revolución de febrero de dicho año.
Los trabajadores se pusieron en marcha por el giro conservador que estaba dando la Revolución después de las elecciones que llevaron a una mayoría moderada al poder, habida cuenta de su peso en el poderoso ámbito rural francés. La nueva Asamblea y los nuevos poderes deseaban frenar los avances sociales y revolucionarios, como, fundamentalmente, los Talleres Nacionales (estudiados en este mismo medio de El Obrero), que habían supuesto un intento de solucionar el creciente paro, y que la burguesía consiguió cerrar alegando que era un elevado gasto, y una intolerable intromisión del poder público en las relaciones sociolaborales. Miles de trabajadores y muchos miembros de la Guardia Nacional se lanzaron a la calle, levantando barricadas, pero el ejército, al mando del general Cavaignac, se esforzó en reprimir el movimiento, al contrario de lo que había ocurrido meses antes.
En tres días se sofocó la insurrección parisina. La dureza de la misma queda atestiguada por la muerte de unos mil quinientos insurgentes, y no todos en los combates, sino también en la represión desatada. Hubo unos once mil arrestos, y cuatro mil quinientos encarcelados o deportados. Si las elecciones habían marcado un giro conservador, ahora se caminaba a marchas forzadas hacia un sistema autoritario, que giraría en torno a la figura de Luis Bonaparte, el futuro emperador Napoleón III.
Marx explicó de una forma harto sugerente en La Lucha de clases (1850) todo este proceso. En este sentido, recordemos dos párrafos de dicha obra:
“A la monarquía burguesa de Luis Felipe sólo puede sucederla la república burguesa: es decir, que si en nombre del rey había dominado una parte reducida de la burguesía, en nombre del pueblo ahora dominará la totalidad de la burguesía. Las reivindicaciones del proletariado de París son tonterías utópicas, con las que hay que acabar.
El proletariado de París contestó a esta declaración de la Asamblea Nacional Constituyente con la insurrección de junio, el acontecimiento más gigantesco de la historia de las guerras civiles europeas. Venció la república burguesa. A su lado estaba la aristocracia financiera, la burguesía industrial, la clase media, los pequeños burgueses, el ejército, el infraproletariado organizado como Guardia Móvil, los intelectuales, los curas y la población rural. Al lado del proletariado de París no estaba nadie.”
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