Las elecciones no son garantía de estabilidad en Bulgaria

Bulgaria era un país muy dependiente de la energía que venía de Rusia, hasta un 90% del gas venía de allí, y ha sufrido como ningún otro país de la UE las sanciones a Moscú.

Por Angelo Nero

Cinco elecciones legislativas en dos años, este es el balance del inestable panorama político de Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea, que ha llevado a una gran parte de sus ciudadanos a dar la espalda a las convocatorias electorales, con una abstención que este domingo, 2 de abril, ha superado el 40%, un porcentaje similar al de los anteriores comicios de octubre de 2022.

El resultado, entonces, fue un parlamento fragmentado en dos grandes bloques, con frágiles alianzas y con tensiones latentes entre fuerzas con centros gravitatorios diferentes, diferencias agravadas por los efectos secundarios de la guerra de Ucrania, ya que Bulgaria era un país muy dependiente de la energía que venía de Rusia, hasta un 90% del gas venía de allí, y ha sufrido como ningún otro país de la UE las sanciones a Moscú. Este complicado panorama imposibilitó la formación de un nuevo gobierno y abocó al país a las quintas elecciones.

Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (cuyo acrónimo romanizado GERB, también significa escudo), el partido que gobernó el país entre 2009 y 2021, que fue a estos comicios en coalición con la Unión de Fuerzas Democrática (UDF), ha sido la lista más votada, alcanzando un 26,5% de porcentaje y 69 diputados, con un ligero crecimiento electoral. El GERB es un partido populista y conservador, creado en 2006, liderado por el expolicía y alcalde de Sofía, Boiko Borísov, que solo dos años después del nacimiento de esta fuerza política ganó las elecciones y se convirtió en primer ministro.

Durante los doce años de gobierno del GERB, la corrupción y el fraude se generalizaron, así como la persecución contra los periodistas, que sufrieron amenazas y prisión. Por su parte la UDF se creo a finales de los años ochenta con la unión de una docena de organizaciones anticomunistas, y durante la década de los noventa fueron la primera fuerza de la oposición, alternándose con varios gobiernos, aunque el descontento social motivado por las reformas económicas emprendidas durante sus mandatos, el desempleo generado por la privatizaciones, y varios escándalos de corrupción, fueron restándole apoyo popular, hasta convertirla en una fuerza marginal.

El segundo bloque en el parlamento salido de las elecciones del domingo es el reformista, formado por Continuamos el Cambio (PP), liderado por el ex primer ministro Kiril Petkov -estuvo al frente del gobierno desde diciembre de 2021 a agosto de 2022, cuando la coalición colapsó por una moción de censura-. El Prodŭlzhavame promyanata fue creado en 2021 bajo la bandera de la lucha contra la corrupción, y en estos comicios formó frente común con Bulgaria Democrática (BD), una coalición de verdes y conservadores. Este bloque, de fuertes convicciones europeístas y atlántistas, ha mostrado un apoyo incondicional a la OTAN y al gobierno de Ucrania, aunque el electorado ha penalizado su labor de gobierno y lo ha relegado al segundo puesto, perdiendo 9 diputados y quedando con 64, con un 24,4% de los votos.

Pero, sin duda, la novedad mas destacada de estas elecciones ha sido la extraordinaria subida del partido ultranacionalista y euroescéptico Renacimiento (Vazrazhdane), que pide un referéndum para salir de la OTAN y una renegociación de las condiciones de permanencia en la Unión Europea, además de un acercamiento a Rusia en materia energética, de la que Bulgaria, como indicábamos antes, siempre ha sido muy dependiente. El partido liderado por el polémico Kostadin Kostadinov ha aumentado sus apoyos en un 40%, hasta alcanzar el 14,5% del total de los votos emitidos, lo que le permite configurarse como el tercer bloque del parlamento, con 37 diputados. Sorprendente para un partido que hace dos años era extraparlamentario, y no llegaba al 3% de los votos.

El cuarto lugar en las elecciones búlgaras es para el liberal Movimiento por Derechos y Libertades, el partido que representa a la minoría turca, que pierde un diputado y se queda con 35, con un 13,7% de los votos.

La Coalición por Bulgaria (BPS), liderada por el Partido Socialista Búlgaro, sucesor del Partido Comunista, mantienen también sus apoyos, con un ligero descenso, pierde un diputado, pero mantiene 24 escaños, con casi un 9% de los votos, y es, además, el único bloque liderado por una mujer, Korneliya Ninova, ex viceministra y ministra de economía en el breve gabinete de Kiril Petkov, donde el BPS tuvo hasta cuatro carteras.

Por último, el populista Existe Tal Pueblo, del cantante y presentador de televisión, Slavi Trifonov, -el nombre del partido es el título de uno des sus álbumes-, regresa al parlamento con 11 diputados, y un 4%, después de haber desaparecido en la últimas elecciones. También participó en el gobierno Petkov con cuatro ministros, una de ellas la responsable de Asuntos Exteriores, Teodora Genchovska. La salida del gobierno de esta formación precipitó la perdida de la moción de censura.

El resultado que arrojan estos comicios vuelve a sembrar la duda de la formación de un gobierno frágil, y todo parece indicar que estas no serán las últimas elecciones que se convocaran en Bulgaria este año.

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