Por Earl Kiji
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(Los hechos aquí descritos pueden llegar a ser diametralmente opuestos a los acontecidos en la realidad. Este texto es pura política ficción y se ruega a quien pueda sentirse ofendido que ponga todo el cuidado que pueda en su salud biliar, con la psíquica hemos llegado tarde. El Albert Rivera aquí descrito puede estar tan próximo como lejano de la imagen que los distintos lectores puedan tener del mismo, y se encuentra dentro de la línea de ficción de esta saga).
25 de octubre de 2016-Palacio de la Zarzuela, Madrid.
Albert Rivera estrecha la mano de Felipe VI. Una amplia sonrisa muestra que se encuentra enormemente entusiasmado de volver a encontrarse con una figura que tanto idolatra. Después de las fotos de rigor, incluso en la intimidad del despacho, continúa con un gesto que dejaría agujetas en la cara de la persona más sonriente del mundo. El Borbón, que sabe que el líder de Ciudadanos no saldrá de allí con esa expresión, trata de centrarse en el contenido de la reunión y se apresura a mostrarse cordial.
Felipe VI: – Otra vez por aquí, Albert. Ni vuestra predisposición para dejar gobernar nos libra de esta intrincada situación.
Albert Rivera: -Majestad, es una cuestión de responsabilidad de Estado. Debemos favorecer la estabilidad de España. Existen dos fuerzas más o menos igual de representadas que se antojan diferentes, pero se comportan de forma similar y nosotros debemos favorecer que continúe el orden alcanzado, ayudando a conseguir un gobierno sólido que tenga que debatir sus propuestas para conseguir el auge de la democracia-dice sin aportar mucho, pero con una amplia serenidad, en tono de mitin.
FB: –Propuestas que mantengan la estabilidad del sistema democrático.
AR: -Así es.
FB: -Estabilidad financiera del Estado, pero no económica de la gente que habita en el mismo.
AR: -¿Majestad?
FB: -Albert, no podemos seguir mirando para otro lado. La continuidad del régimen del 78 con el bipartidismo está llevando a la gente de este país a una situación desesperada.-Es aquí cuando la sonrisa del político se borra por completo y deja lugar a un ademán de gran sorpresa y preocupación.-Mi padre se aseguró su continuidad contentando a muchos actores, pero se tuvieron que silenciar muchas voces de maneras que no están del todo bien encuadradas en un escenario de paz y orden al que tanto haces referencia.
AR: -Pero tenemos que obviar esos datos. Hablamos de gente ruidosa sin escrúpulos. A nadie interesa hablar de cómo se apagaron aquellas rebeliones. Cómo se introdujeron determinadas drogas duras en el país para frenar el interés de la juventud a determinados movimientos como el anarquismo, por ejemplo. Es mejor dejar constancia de que los últimos eventos oscuros se dieron en la dictadura para poder guiar al pueblo en lo que debe recordar en aras del bien común.
FB: -¿Bien común? ¿Este retroceso tan bochornoso? Si a este paso van a pedirme que proclame que sólo debo responder ante Dios, que mi cargo se me ha dado por imperativo del cielo. Ya no es poco privilegio ser rey por haber nacido hijo de mi padre.
AR: -Majestad, no veo nada claro dónde quiere llegar.
FB: -Albert, debo pedirte un favor. Intenta por un momento no pensar en tu interés personal.-Rivera se muestra ofendido, pero el monarca interviene rápido para no permitirle una interrupción.-Sé que sabes que ese bien común del que me hablas está cargado de cinismo. Que es bien para los que siempre han estado en disposición del mismo, pero que tal y como se desarrolla la evolución del sistema, va a llevarnos a una fractura social insalvable.
AR: -Pero aún hay mucha gente del lado del PP, gente que lo está pasando mal y besa la mano que viene a quitarle el pan. El Estado se está mostrando muy efectivo a la hora de acallar los pequeños conatos subversivos. La opinión pública ha aceptado el grito que los medios han lanzado para que mi partido pudiera apagar el fuego en la conciencia colectiva que podía ser Podemos, y no se habrá extinguido; pero al menos ha generado otro fuego que no deja ver todo el brillo de aquel. Porque si la contrarréplica es llamarnos cuñados porque nuestra base argumental es floja y nuestro ascenso una urgencia sin cimientos sólidos, los que están bajo el edificio, pese a que el techo pueda caerse y aplastarlos en cualquier momento, han sacado el “orgullo cuñado”. Se han mostrado sin el complejo de defender sus ideas con pocos argumentos, defendiéndolas con vehemencia y se han puesto una bandera en la muñeca que nos dice que las cosas pueden seguir igual durante mucho tiempo.-El profesional de los debates universitarios hace una característica pausa dramática con el que sabe que se gana el corazón de aquellos que escuchan sin esperar un solo mensaje desalentador en defensa de una realidad que no podría maquillarse de manera más exagerada.-Así que majestad, tenemos muchas corridas por delante y por lo menos tenemos oreja y media ganadas antes de salir al ruedo.
FB: -El que presume de no ser muy fan de la tauromaquia…
AR: -Estos signos me dicen que la “tradición” de este país es muy grande. Que tarde o temprano el eco del 15M se apagará y que podremos seguir viviendo muy bien de esto durante muchos años. Déjeme decirles que vamos a aplicar unas medidas anticorrupción por aquí y el día de mañana quién sabe si no nos vemos en una situación más relevante.
FB: -Relevante para ti, claro. ¿Una posible opción de investidura seria? ¡Ah, claro! Un día en que lideres otro partido porque el tuyo no llegará a alcanzar esos cotas. El día que vengas con ocho o nueve millones de votos populares detrás.
AR: -¿No lo ve un camino bastante probable para mi futura trayectoria?
FB: -Bastante.-Felipe cariacontecido, trata de recuperar las riendas de la reunión.-Albert, creo que no puedo volver a pedirte que te pongas en la piel del ciudadano que está siendo fustigado por los privilegios de quienes tienes detrás. En cualquier caso, tengo que manifestarte mi intención de dar la alternativa de investidura a Unidos Podemos. Todo sería mucho más fácil si recapacitaras y trataras de intentar tu “escalada” desde otra perspectiva. Quizá pensando en que se puede hacer una “Nueva Transición”, menos condicionada por el pasado que la que lideró mi padre y que puedes ser un elemento clave en la consecución de la misma.
AR: -Buena broma es esta. El PP casi tiene mayoría absoluta con nuestro apoyo, y el Partido Español- refiriéndose en tono jocoso al PsoE- está digiriendo la cabeza de quién intentó dar un paso desesperado a la izquierda.
FB: -Pero la sociedad que me defines no es sostenible. No creo que los movimientos de Unidad Popular puedan apagarse, ni siquiera estancarse si continuamos por estos derroteros. La única opción de que este aliento no acabe revelándose contra quienes lo oprimen es gobernarles con mano de hierro y una involución así debe ser global para que no seamos la vergüenza de los países democráticos en pleno siglo XXI.
AR: -Todo se andará. Ya ve cómo están las cosas ahí fuera. Si el cambio no es brusco, sino tranquilo, continuado, paciente; esta sociedad distópica de la que me habla no será tan ilusoria el día de mañana.
FB: -Me parece increíble que vayas a Venezuela a abrazar a su gente con estos principios.
AR: -Gustoso viaje transatlántico para herir a Podemos. Pero no seamos cínicos. España, incluso con su padre a la cabeza, lleva décadas haciendo negocios con tiranos que violan más derechos humanos en sus naciones. Por supuesto que no voy a ir a Arabia Saudí a abrazar a nadie que no vaya a firmarnos un contrato descomunal.
FB: -Por mi parte esos negocios se han acabado. Si la transición sale bien mi cargo estará a disposición del pueblo y esta institución no volverá a tomar parte en tales prácticas.
AR: -No sé qué ha desayunado. Si quiere le acompaño al lavabo o hago llamar a alguien.
FB: -No hay vuelta atrás, Albert-cortando la licencia de cuestionar su juicio por parte de su interlocutor.- Voy a continuar con mis intenciones. Se las manifestaré a Fernández y a Rajoy y en unas horas llegará a oídos del ciudadano. Te rogaría que recapacitaras, pero viendo tu actitud en este encuentro, supongo que estás obligado a ello; al menos para volver a poner la cara que más te convenga mostrar.
AR: -Es una locura que nos llevará a terceras elecciones. Puedo hacer un despliegue de talante y mostrarme abierto al debate, pero los que manejan los hilos no permitirán que pase algo así. Cabe la posibilidad que de que sacrifique su posición para nada, majestad. La historia ha demostrado que España tiene mucha capacidad para poner silencio en los ruidos más dramáticos. Le rogaría, por su bien, que sea usted el que recapacitara; porque creo que ha dejado de valorar todas las implicaciones de una decisión así.
FB: -No soy Pedro Sánchez. Mi movimiento no puede ser invisibilizado con tanta facilidad. Confío en la respuesta ciudadana, que va a ser testigo del mayor intento por conseguir una verdadera libertad en muchas décadas y confiaba en que fueras capaz de considerar la oportunidad, aunque sólo fuera dando un paso al lado para no implicar tanto tu imagen, a la espera de un posible fracaso en la gestión del gobierno progresista que te diera una alternativa futura más factible.
AR: -Mas es imposible. Si fueran capaces de gobernar y saltarse unas cuantas barreras del control del poder económico, la gente vería que no se acaba el mundo, incluso medrarían y el sistema que nos da tantos privilegios se hundiría. Aunque pusiéramos todos nuestros medios en desprestigiarlos, no podríamos y pondrían los cimientos de una nueva era política.
FB: -Esa a la que simulas pertenecer para poner toda tu capacidad en el inmovilismo. Para ser un freno más del progreso. Uno más moderno y menos desgastado. Una cara nueva de misma clase oportunista y vividora de siempre. La que desencadenó una guerra y vendería a su madre con tal de no perder sus privilegios.
AR: -Esa a la que pertenece, majestad. La que le permite a su hija tener un sueldo indecente mientras otros lo pasan mal. ¿Pero acaso no prefiere esa vida para su hija que dar buena vida a una docena de familias invisibles?
FB: -Ya no. No tiene sentido. Las comodidades de una vida así queman la conciencia de una persona con una pizca de humanidad.
AR: -Buena suerte, majestad. Creo que va a necesitarla.
Rivera estrecha la mano de un Felipe VI bastante preocupado, pues no esperaba que el político fuera a “desnudarse” de esa manera ante la que se le antojaba una propuesta complicada, pero debatible. No ha podido ni aclarar quién sería su candidato, ni tratar de consensuar unas líneas de actuación de cara a los próximos movimientos a dar. La cosa parece complicarse, pero alberga la esperanza de que recapacite en frío, pues es consciente de que son la fuerza menos votada de las cuatro que deben dirimir el futuro político más inmediato.
El líder de Ciudadanos cruza los pasillos de Moncloa con paso airado y coge su teléfono al salir del palacio.
AR: -Juan Carlos, te necesito ¡ya!
Continuará…
(El acotar los nombres con las iniciales para marcar de forma más clara las intervenciones de cada uno, me ha permitido jugar con la mezcla de personalidades de Albert Rivera con Ana Rosa Quintana. Bueno, en el fondo no, ya me venían alineadas de serie; pero merecía la pena comentarlo para aquellos lectores que no se hubieran percatado de la coincidencia).
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