La subcontratación: pandemia de precariedad entre la juventud

Hablar de precariedad laboral entre la juventud trabajadora es algo ya tan recurrente que suena hasta cliché. Tristemente esa es la realidad en el Estado español.

Por Julio Hernández

Cualquier joven que finaliza sus estudios debe afrontar una pelea contra prácticas y becas que con suerte serán remuneradas con unos pocos cientos de euros al mes. El camino al margen de lo académico es igualmente desolador.

Las Empresas de trabajo temporal

La primera y más antigua lacra a la que nos enfrentamos al buscar trabajo son las famosas ETT, empresas cuya labor consiste en contratarnos para alquilar nuestra fuerza de trabajo por un salario irrisorio a terceras empresas. Compañías como Adecco, Randstad, ManPower o Workout son algunas de las más conocidas. Empresas que nos llaman a trabajar un día y se olvidan de nuestra existencia para siempre.

Mención especial merecen aquí las cesiones ilegales que hacen las ETT en el sector del telemarketing y que es la norma en el sector. Situaciones donde la ETT nos manda a trabajar bajo un contrato de obra y servicio, que se convierte en permanente, y la empresa de destino debería contratarnos. Cosa que, por supuesto, las empresas no acatan y las inspecciones de trabajo miran para otro lado.

Las Grandes empresas de Servicios

Hoy día, si miramos qué trabajadores ofrecen en grandes empresas los servicios de limpieza, logística o seguridad, veremos que la amplia mayoría no son trabajadores de esas empresas y son de terceras empresas como Ferrovial o Ilunion. Estas empresas han aprovechado para hacer especialmente negocio con la privatización de los sectores públicos.

Los capitalistas así consiguen un doble beneficio, el que contrata los servicios tiene un trabajador por un coste irrisorio y la empresa de prestación de servicios ingresa por vender la fuerza de trabajo del obrero.

La subcontratación 2.0: las consultoras tecnológicas

El progreso tecnológico de la sociedad no iba a ser un fenómeno libre de que las empresas hagan su negocio. Con el auge de las TIC, hemos visto también crecer como malas hierbas un tipo de empresas especialmente predadoras, las consultoras tecnológicas. Empresas cuya única finalidad consiste en contratar a jóvenes, generalmente recién graduados, y enviarlos a trabajar para cualquier otra compañía. Estas consultoras, con muchísima inversión en marketing de cara a potenciales trabajadores, ofrecen condiciones de trabajo basadas en jornadas interminables, presión y plazos de entrega apurados al extremo, a cambio de un salario, con suerte, algo por encima del mínimo y la obligación de ir a trabajar en traje a un rascacielos junto con ejecutivos y empresarios, a los que querrán venderte como tus nuevos mejores amigos.

¿Qué tienen todas estas empresas en común?

Todas estas empresas comparten un mismo fin, el de vender la fuerza de trabajo más barata sorteando las legislaciones laborales. Bajo estas empresas, convenios colectivos y derechos laborales mínimos son totalmente eliminados de la ecuación para continuar con la lógica capitalista: los beneficios empresariales se mantienen a costa de empobrecer a la clase trabajadora

¿Qué propone hacer el Partido y la Juventud Comunistas con estas empresas?

Cerrarlas todas y prohibir la subcontratación. Una solución rápida y eficaz para mejorar las condiciones de vida de millones de trabajadoras y trabajadores en este país.

Unidad y Lucha

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