En sesión del Ayuntamiento de Vallecas, presidida por el alcalde-presidente el socialista Amós Acero, figura fundamental en la Historia del socialismo madrileño, se aprobó una suscripción popular a favor de los trabajadores por paro forzoso
Por Eduardo Montagut
En este artículo estudiamos la medida adoptada para ayudar a los parados que estableció el Gobierno municipal socialista en Vallecas en mayo 1931. Para enmarcar la situación debemos recordar qué se estaba haciendo en ese mismo momento en el nivel nacional.
En ese propio mes de mayo de 1931 el Gobierno Provisional aprobó un Decreto para crear un Servicio para el Fomento de Previsión contra el Paro involuntario del Trabajo. Este sería el origen del primer seguro de desempleo en España. Se creó una Caja de subvenciones, denominada Caja Nacional contra el Paro Forzoso, el organismo encargado de suministrar las subvenciones públicas a los sindicatos y mutuas que ofreciesen el seguro de paro a sus militantes y asociados. La subvención no podía ser superior al 50% de lo que recibían los parados, aunque el Gobierno se reservaba la posibilidad de variar este porcentaje si lo estimaba necesario. También se creó un Fondo de Solidaridad para atender los sectores laborales donde el riesgo de paro era mayor. Los fondos para esta Caja procedían de los Presupuestos del Estado, aunque también se aceptaban aportaciones de entidades públicas y privadas, así como de lo que producían los activos que administraba la Caja. El modelo era voluntario cuando ya comenzaban a imponerse los sistemas obligatorios en el resto de Europa, el segundo modelo. Los beneficiarios serían parados mayores de 16 años y menores de 65 años, y de todos los sectores productivos, incluido el agrario, menos los trabajadores y trabajadoras del servicio doméstico. Había que estar afiliado a un sindicato o pertenecer a una mutua. El parado estaba obligado a apuntarse a la bolsa de trabajo correspondiente, pudiendo perderse la prestación si se rechazaba un trabajo ofrecido en la oficina de colocación, aunque se fue algo permisivo en esta cuestión porque se aprobaron determinadas excepciones, como el cambio de residencia o de profesión, o si el salario ofrecido era menor que el que se había percibido anteriormente, o que los empleos fueran por vacantes producidas por huelga o cierre patronal.
Pues bien, en sesión del Ayuntamiento de Vallecas, presidida por el alcalde-presidente el socialista Amós Acero, figura fundamental en la Historia del socialismo madrileño, se aprobó una suscripción popular a favor de los trabajadores por paro forzoso. El Consistorio aportaría al fondo cinco mil pesetas. Esa sesión tuvo un marcado carácter social, ya que se abordó una inversión para enseñanza primaria en el barrio de Puente de Vallecas. Amós Acero, además de alcalde fue un destacado maestro.
“El Socialista”, fiel a una vieja tradición desde los tiempos en los que el PSOE comenzó a tener concejales socialistas, informaba puntualmente del trabajo de los ediles en los Ayuntamientos con una sección propia. En el número de 26 de mayo de 1931, además de informar sobre lo que estaban desarrollando los socialistas en Carabanchel Bajo (Madrid), exponía la labor del Ayuntamiento vallecano, expresando que era una “prueba fehaciente” de la labor que desarrollaban los concejales socialistas, que atendían los problemas de lo que había sido un Ayuntamiento “caciquil” en un pueblo eminentemente obrero.
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