Por Earl Kiji @elkiji
Pues mire, sí. Porque determinadas cosas son blancas o negras y otras tienen infinitos tonos de gris intermedio, incluso podemos admitir que algo es de una determinada manera en función del punto de vista con el que se mire. Pero en esta cuestión que usted plantea, señor presidente en funciones, a pesar de que haya puntos de vista distintos, cada día que pasa tengo más claro que sus políticas, y hasta quienes las defienden, están en el lado más oscuro posible de la balanza.
Usted lo sabe y para hacerse el inocente recurre una vez tras otra al cinismo. Acabará investido o no, Señor Rajoy, pero en cualquiera de los dos casos no será por sus bondades.
Uno de los grandes ejemplos lo puso de manifiesto en su debate de investidura. Se enorgullecía de que se estaba creando trabajo. Sí, llevábamos un par de meses buenos, como cada verano, pero ya tiene aquí septiembre. Como podrá comprobar, no sólo no se han creado puestos del trabajo precario del que se enorgullece y del que es responsable junto a sus socios del bipartidismo, sino que además se ha destruido empleo, una vez más.
En su mundo de trajes y corbatas, no supieron ver que había gente humilde mucho más preparada que ustedes.
Sí, es usted un cínico de primera clase. Imagínese lo que los ciudadanos están tragando a niveles de derechos laborales, poder adquisitivo, libertad de expresión, sanidad, educación, dependencia y, en última estancia, techo y comida. Hay muchos españoles pasándolo mal y, sorprendentemente, de lo que usted también se enorgullece, alguno de ellos vota a la mano que le quita el pan. Son pocos y esperemos que lleguen a ser muchos menos, pero uno de los motivos no es la simpatía con la que hace usted el papelón, tirando de humor negro del que sólo se ríen sus secuaces más sanguinarios. Se burla usted de un Iglesias que ha sabido ganarse la confianza de 5 millones de españoles desde la «nada», desde la Universidad y con unas cuantas apariciones televisivas. Gente preparada e inteligente que lo ha dado todo por saltar a la palestra cuando ustedes se reían del movimiento 15M porque creían que nunca podría mirar al régimen a los ojos. En su mundo de trajes y corbatas, no supieron ver que había gente humilde mucho más preparada que ustedes. Ya ha visto que han llegado y se han ganado a la gente con su cabeza y su corazón. El tiempo de los vividores acabará, tarde o temprano, por mucho que saque toda su artillería mediática contra ellos.
Rectifico, sí que pudo conocer a un chico que le incomodaba con sus palabras en el Congreso, a pesar de sumirlo en su indiferencia por pertenecer a un grupo inocuo para las imposiciones del régimen, y que no costaba silenciar o incluso desprestigiar mediáticamente pese a ser uno de los más activos y constructivos políticamente. Ese chico, Garzón, al contrario de lo que quieren vendernos desde “teledinero” o “radioIBEX” ha mantenido a flote a una IU que su régimen llevaba décadas tratando de destruir y ahora aporta a las fuerzas del cambio una experiencia y una vitalidad que impulsará lo impulsará.
Se está acabando el tiempo de los corruptos que consiguen un cargo «Mundial» después de haber salido por la puerta de atrás de la política, aunque vitoreados por su jauría y con rumbo a una nueva puerta, giratoria, claro.
Se está terminando el tiempo de los golpes de estado encubiertos por intereses económicos y como ha escuchado usted más de una vez, viene el tiempo de la gente, gente a la que no podrá engañar más por mucho que se empeñe en sumir en la pobreza cultural, intelectual y de recursos en general.
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