El Partido Socialista asumía que en esos momentos eran pocas las Agrupaciones Femeninas existentes.
Por Eduardo Montagut
En esta breve pieza aportamos un material para avanzar en el estudio de la presencia de las mujeres en el socialismo español organizado a través de la parte dedicada a las mismas en la ponencia que se iba a presentar en el Congreso que se celebró en noviembre de 1918.
El Partido Socialista asumía que en esos momentos eran pocas las Agrupaciones Femeninas existentes. Pero también es cierto que se defendía el hecho de que en el seno de las trabajadoras iba aumentando el sentimiento de una mayor mayor conciencia de clase, es decir, de su condición de trabajadoras explotadas. También parecía un hecho la toma de conciencia de la necesidad de organizarse para conseguir mejoras, uno de los pilares del socialismo, ya que tanto el PSOE como la UGT consideraban la organización como un valor en sí misma.
Las mujeres socialistas y organizadas habían secundado claramente las acciones del Partido Socialista, demostrando su compromiso en cuestiones como la entrega de un manifiesto de solidaridad a las mujeres belgas en la Embajada de dicho país. En este sentido, debemos recordar que, en efecto, las socialistas se involucraron mucho de forma solidaria con las mujeres y niños belgas que sufrieron la ocupación alemana, en sintonía con las críticas que el PSOE realizó en su momento por este hecho. Pero, además, las mujeres socialistas habían organizado distintos actos contra la carestía de la vida, actuaron contra el fraude del pan, denunciando los frecuentes fraudes en su composición, organizaron excursiones de propaganda, visitaron a los presos socialistas en solidaridad y para prestarles ayuda, fomentaron el espíritu organizativo entre las trabajadoras de las Fábricas de Tabaco, conmemoraron los sucesos de 1909 de Barcelona, realizando un homenaje a Ferrer i Guardia y a otros represaliados, además de condenar a los responsables de aquella represión intensa, realizando, por fin, actos de petición de amnistía para los líderes socialistas (Comité de Huelga) a raíz de las condenas impuestas por la huelga general de 1917.
Pero en el texto no se incluía ninguna propuesta para fomentar la participación femenina o para establecer estrategias en favor de los derechos de la mujer trabajadora. En realidad, se trataba de un texto descriptivo de la labor de las mujeres socialistas, eso sí, más activas de lo que tradicionalmente se supone.
Podemos acudir al número 3370 de El Socialista. Por otro lado, el autor de este trabajo tiene un artículo sobre la participación de la mujer en este Congreso en Tribuna Feminista (octubre de 2018). Por otro lado, es muy recomendable la consulta de los trabajos de Marta Bizcarrondo, “Los orígenes del feminismo socialista en España”, en V.V.A.A., La mujer en la Historia de España (siglos XVI-XX), Madrid, 1994, pp. 137-158; y de Rosa María Capel, “Mujer y Socialismo (1848-1939)” en Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, nº 7, (2008), pp. 101-122.
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