Por Paula Albornoz
El día 17 de noviembre el presidente de la Nación Argentina, Alberto Fernández, presentó el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo para su tratamiento parlamentario. Esto ha sido luego de varios meses de presión feminista, dado que la presentación del proyecto fue una de sus promesas de campaña. Al principio de año, se argumentaba que “no era momento” para tratar el proyecto, ya que en medio de la crisis por la pandemia de covid19 no había que seguir “incentivando la grieta”. Aquello enardeció a los movimientos feministas que, con razón, respondían con la cruda realidad: la pandemia machista sigue cada día desde hace siglos, y las mujeres siguen muriendo a causa de abortos clandestinos en el país a cada hora. No hay tiempo que perder; se exige la legalización para que las mujeres dejemos de ser ciudadanas de segunda.
Ya en 2018 el feminismo hizo historia logrando el tratamiento del proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito tanto en cámara de Diputados como de Senadores. Más aquel dramático 8 de agosto, triunfó la derecha, el conservadurismo y el patriarcado cuando se volvió a negar a las mujeres el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos. A pesar de la derrota en aquella oportunidad, las feministas hicimos todo menos darnos por vencidas – y así será hasta que consigamos lo que buscamos. Finalmente, luego de excusas y dilaciones, años de lucha y sangre, en este año tan excepcional un presidente nos apoya y envía el proyecto de IVE a Congreso. Más el triunfo es nuestro: el de todas las que salimos a las calles, las que nos organizamos, las que redactaron proyectos, las que marchamos, las que sobrevivieron y las que murieron en una camilla sucia de clínica clandestina o con un perejil infectado dentro del útero.
Entre otras cosas, algunos puntos destacables del nuevo proyecto presentado por Fernández son:
– Se podrá acceder al aborto legal y gratuito en instituciones de salud tanto públicas como privadas hasta las 14 semanas de gestación;
– Ese plazo podrá extenderse en caso de violación o riesgo de vida de la mujer;
– Es esencial el acompañamiento y la información constante a las mujeres antes, durante y postaborto;
– A partir de los 13 años, las niñas y adolescentes podrán decidir por sí mismas sin consentimiento de un/a adulto/a si desean realizarse una IVE, y solo necesitarán de su presencia en caso de riesgo de vida de la embarazada;
– Los y las profesionales de la salud podrán presentar una objeción de conciencia, más deberán, por ley, derivar a las embarazadas con un/a profesional que les realice la IVE, brindarles la información necesaria, y la misma no será válida en caso de que la embarazada llegue al hospital o centro de salud con riesgo de vida;
– Es esencial la capacitación establecida por la Ley de Educación Sexual Integral para docentes, profesionales de la salud y funcionarios/as públicos/as, entre otros/as.
Las feministas celebramos esta nueva instancia de la lucha por nuestra salud reproductiva. Los pañuelos verdes vuelven a anudarse en nuestros cuellos, muñecas y mochilas, listos para la batalla. Seguiremos hasta que entiendan que las mujeres no somos descartables. Hasta que se hagan valer nuestros derechos humanos. Hasta estar tranquilas sabiendo que no perderemos a ninguna más por abortos clandestinos. Por nuestras compañeras. Por las que piensan como nosotras y por las que no. Por las víctimas de violaciones. Por las que no sabían cómo cuidarse. Por las que les falló el método anticonceptivo. Por las que fueron abandonadas por el otro progenitor. Por las abandonadas por el Estado. Por las que no desean maternar. Por las que sí. Por nuestras amigas. Por nuestras primas. Por nuestras madres. Por nuestras hermanas. Por mí. Por todas. Por un futuro más justo. Por la libertad. Hasta que sea ley.
Hola a todos, por cierto aquí hay una referencia a la ley de subrogación en Ucrania, traducida al español: https://maternidad-subrogada-centro.es/maternidad-subrogada-law.pdf.