Harris reconoce la escalada militar en el territorio desde la reanudación de la guerra en 2020.
Por Héctor Santorum | 21/12/2023
Haddamin Moulud Said: “Todo esto no es más que la preparación para llevar a cabo un plan a gusto de Marruecos. No existe ningún indicio, a nuestro alcance, que nos permita creer que USA vaya a actuar con respeto a la legalidad internacional en la cuestión del Sáhara Occidental”
Safia Babaahmed: “La política exterior de Estados Unidos con respecto al Sáhara se caracteriza por la tensión entre el apoyo formal al principio de la autodeterminación y la defensa de los derechos humanos, y el intento de salvaguardar los intereses de su principal aliado en la región: Marruecos.”
Según Radio Francia Internacional, Joe Biden Joe Biden quiere acabar con algunos contenciosos internacionales para poder avanzar el proceso de normalización de los países árabes con Israel antes de las elecciones de noviembre de 2024.
El 2 de septiembre, en apoyo al proceso político de la ONU en el Sáhara Occidental, el Subsecretario Adjunto Joshua Harris visitó Tinduf para consultar con diversas partes, al Secretario General Brahim Ghali y representantes destacados del Frente Polisario, agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales y colaboradores humanitarios.
Harris destacó la importancia de brindar pleno apoyo al Enviado Personal del Secretario General de la ONU, Staffan de Mistura, instando a un compromiso realista para alcanzar una solución política duradera y digna para el pueblo del Sáhara Occidental.
El 6 de diciembre el Departamento de Estado de EE. UU para Asuntos de Oriente Próximo anunció que Joshua Harris arribó a Argel para dar inicio a una serie de consultas con Argelia y Marruecos, con el objetivo de avanzar en la paz regional e intensificar el proceso político en el Sáhara Occidental bajo Naciones Unidas, buscando alcanzar una solución duradera y digna sin más demora. Este evento marca la primera vez que Estados Unidos utiliza la expresión «sin más demora» al referirse a la imperativa necesidad de resolver el proceso de descolonización en la región.
Estados Unidos se involucra directamente en la resolución del conflicto del Sáhara Occidental, prescindiendo de los canales tradicionales de la ONU y emprendiendo consultas independientes con Marruecos y Argelia. Esta acción, sorprendentemente, excluye a otros actores relevantes, planteando interrogantes sobre la transparencia y participación de todas las partes involucradas.
Harris se reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores de Argelia Ahmed Attaf.
https://dz.usembassy.gov/deputy-assistant-secretary-harris-interview-in-algiers/
https://progressive.org/latest/henry-kissinger-enabled-the-occupation-zunes-20231211/
Washington ha sido, históricamente, un defensor de la ocupación marroquí y la política de hechos consumados, esperando una rendición que, hasta ahora, consideraban segura por parte del Frente Polisario.
Carlos Ruiz Miguel enfatiza que estas acciones marcan un claro distanciamiento de la administración Biden respecto a la «soberanía» de Marruecos sobre el territorio del Sáhara Occidental.
Un dato de particular relevancia es la observación de Ruiz Miguel sobre la posibilidad de que Argelia, ante la falta de suministros de armas por parte de Rusia debido a su conflicto en Ucrania, pueda convertirse en un cliente potencial de armas estadounidenses, superando en este aspecto a Marruecos.
El 9 de diciembre, Harris reconoce la escalada militar en el territorio desde la reanudación de la guerra en 2020. La administración Biden reitera de nuevo que ya no está vigente la «doctrina Trump». La «autonomía» no es ya «la única solución» como dijo Trump sino «un enfoque potencial».
El representante de EEUU apunta a opciones alternativas a la «independencia» o a la «autonomía», aunque no especifica cuáles serían. También reconoce que la paz no puede imponerse desde fuera. La única solución duradera es un proceso de la ONU que permita a las personas que viven en el Sáhara Occidental reflexionar sobre una elección significativa sobre su futuro.
El 17 de diciembre Estados Unidos emite una posición oficial sobre el Sahara Occidental incompatible con la doctrina Trump de «reconocimiento» de la «soberanía» de Marruecos sobre el Sahara Occidental.
Estás declaraciones dibujan una lógica incertidumbre, y desconfianza. La posición estadounidense históricamente ha sido promarroquí, durante la Guerra Fría consideró que este país era la salvaguardia de sus intereses en la región del Magreb. El apoyo se vio reflejado en ayuda económica, militar y diplomática.
Estados Unidos, junto a Francia, han sido actores secundarios de gran relevancia en el conflicto, al posibilitar que Marruecos, a pesar de sus debilidades estructurales internas y externas, mantenga la ocupación del territorio, y que se descarte de facto la celebración del referéndum de autodeterminación.
De Carter a la actualidad, la política exterior de los Estados Unidos relativa al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui se ha caracterizado por el apoyo prestado a la parte que se ha mostrado contraria al ejercicio de este derecho: Marruecos.
Los principios retóricos en los que se considera debe basarse su resolución siguen siendo los mismos que plantearon los responsables estadounidenses a mediados de los años setenta, al iniciarse el conflicto armado. No obstante, esta continuidad es menos evidente cuando se analiza la aplicación de estos principios.
Este eje del discurso entra en contradicción con un aspecto concreto de su política que es obviamente reconocido: la venta de armas a Marruecos.
EE.UU fue clave en convencer a España para que transfiriera la administración del territorio a Marruecos en noviembre de 1975 y para evitar que Naciones Unidas intervinieran tras la invasión por parte de Marruecos.
Los Estados Unidos ya desde mucho antes del inicio de la guerra del Sáhara Occidental suministraban armamento y habían adiestrado a un importante contingente de fuerzas marroquíes. Esta línea continuó durante los primeros años del conflicto.
Las entregas de armamento se iniciaron en 1960, pero no fue hasta el período 1974-1975 cuando los EE.UU se convirtieron en uno de los principales proveedores de armas a Marruecos. Todas las ventas tuvieron lugar a pesar de que la legislación de venta de armamento prohibía su utilización en conflictos con terceros países y, en el caso de Marruecos, estableciera desde 1960 que debían ser empleadas únicamente en la defensa del territorio soberano marroquí. Los dirigentes estadounidenses siguieron con el argumento que al <<mejorar la capacidad de autodefensa de Marruecos se incentivaba a todas las partes para buscar una solución negociada.>>
La batalla de Guelta Zemmur, en la que las fuerzas marroquíes sufrieron importantes bajas, sirvió para justificar un incremento de armamento.
Una delegación norteamericana de 23 personas, conducida por Francis West, secretario de Estado adjunto de Defensa, visitó la parte del Sáhara controlada por Marruecos en noviembre de 1981 y se mostró partidaria de que EE.UU adiestrara un comando móvil para ser utilizado contra el Frente Polisario.
El Congreso acabó autorizando en 1981 el envío de consejeros militares a Marruecos, y oficiales marroquíes fueron instruidos en territorio norteamericano.
Otro signo de la nueva política seguida por la administración fue la negativa a establecer contactos con el Frente Polisario, a pesar de ser una de las partes en el conflicto y de haber sido reconocido como representante del pueblo saharaui por numerosas organizaciones internacionales. Esta actitud rompía las vías de comunicación que había abierto la administración demócrata con el movimiento de liberación saharaui.
No se producían contactos oficiales públicos con el FP desde 1980, alegándose que no estaba claro que pudieran servir para conseguir un acuerdo, pudiendo llegar incluso a dificultarlo.
Estados Unidos se opuso al ingreso de la República árabe Saharaui democrática (RASD) en la OUA. Esta actitud fue fuertemente criticada por algunos congresistas, que consideraron que las partes enfrentadas percibían que EE.UU se estaba involucrando cada vez más en la guerra.
La posición al respecto se flexibilizó durante el verano de 1983, cuando se permitió que un alto oficial de la embajada en Argel viajase acompañado de una misión del Congreso a Tinduf (finalmente la visita no se produjo debido a condiciones climáticas adversas).
La violación de los derechos humanos de la población saharaui (las más de las veces independientemente de su compromiso con el independentismo) constituye uno de los episodios más negros de los años de plomo que abarcan buena parte del reinado de Hasán II.
Con relación a este asunto, la política exterior de derechos humanos de las administraciones se caracterizó por el silencio sobre las violaciones cometidas por el régimen marroquí, mientras sí se hizo eco de las alegaciones de Marruecos sobre el no respeto de los derechos humanos por parte del Frente Polisario.
La venta de armas, las relaciones comerciales, la cooperación en seguridad y las consideraciones geopolíticas han sido determinantes en la relación entre Estados Unidos y Marruecos. La influencia de factores económicos y estratégicos ha llevado a Estados Unidos a ser cauteloso en la aplicación de medidas que puedan perjudicar sus intereses o desestabilizar la región.
La falta de una postura más firme en cuanto a los derechos humanos en el Sáhara Occidental, así como la ausencia de medidas efectivas para presionar a Marruecos, reflejan las complejidades y los desafíos en la formulación de políticas exteriores coherentes y éticas en situaciones de conflicto. Las tensiones entre intereses nacionales, consideraciones geopolíticas y compromisos con los derechos humanos han generado una posición ambivalente por parte de Estados Unidos en este conflicto regional.
El verdadero interés de Estados Unidos en la región es el aseguramiento para Occidente de los recursos minerales de la región.
La petrolera norteamericana Kerr-McGee, que en cooperación con Total S.A., desde 1980, buscaron yacimientos de crudo en el territorio saharaui. Lo anterior hace que Estados Unidos se mantenga en una posición neutral, donde no presiona ni promueve la solución del conflicto, ya que no quiere perjudicar a sus compañías, porque no solo la empresa Kerr-McGee estuvo, también The Dow Chemical Company y Kosmos Energy.
Un obstáculo considerable en la solución del conflicto es la posición de Francia, aliado de Marruecos, que como miembro del Consejo de Seguridad con poder de veto, impide hasta el día de hoy que se apruebe una resolución favorable para el Sahara Occidental.
Su influencia en el Consejo de Seguridad ha hecho imposible tratar el conflicto desde el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, titulado “Acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión”.
Si este capítulo se llegara a aplicar en el conflicto, supondría la imposición de la solución ya aprobada sin la aceptación de las partes, dando como consecuencia la anhelada independencia del Sahara Occidental, ya que el derecho internacional lo respaldaría.
Esto pondría fin a los intereses económicos de Francia en esa región, pues Marruecos ya no podría convertir el Sahara en territorio reconocido internacionalmente bajo su soberanía, ni seguir siendo protector de los recursos que países como Francia y Estados Unidos explotan en conjunto.
Una de las primeras acciones de Francia al respecto fue su intervención directa en las Naciones Unidas en la década de los ochenta, para evitar de cualquier forma un arreglo que pudiera dar término al conflicto.
Cuando se creó la Minurso, Francia envió comunicados a través de sus ministros de Asuntos Exteriores, en los que afirmaba que el conflicto del Sahara Occidental era un invento de Argelia; lo que generó una incertidumbre en el escenario internacional y logró atrasar los planes ya propuestos por la Minurso para los siguientes años.
A finales de la década de los noventa, la ONU al ver que la Minurso no cumplió con los objetivos propuestos, decidió nombrar a James Baker como enviado especial para poder llegar a la salida del conflicto.
Baker realizó el Plan Baker I, que buscaba utilizar todos los mecanismos posibles del derecho internacional, incluyendo el capítulo VII de la Carta, para asegurar que las dos partes aceptaran los resultados del referéndum. Francia lo rechazó y amenazó con emplear el poder de veto para evitar que se adoptara dicho plan de arreglo.
El Acuerdo de Houston reforzó aspectos clave del acuerdo original y definió a los votantes elegibles de manera más acorde con la perspectiva territorial del Frente Polisario. Baker actuó de manera independiente, con la administración Clinton ofreciendo un respaldo total. Las razones detrás del acuerdo de Marruecos se especulan, desde la confianza excesiva hasta el deseo del rey Hassan de resolver el conflicto en medio de preocupaciones sobre la sucesión y la disminución del apoyo internacional.
Después del fracaso de la tentativa de hacer adoptar el Plan Baker I, Baker volvió de nuevo en febrero de 2002 para presentar otra solución al conflicto.
Antes de que el Consejo pudiera terminar las consultas, Francia, con el apoyo de Estados Unidos y Reino Unido, presentó un proyecto de resolución llamado “La tercera vía”, la cual tenía como objetivo saltarse todo el proceso de autodeterminación mediante un acuerdo pactado que resolvería el problema del territorio y de la población, buscando así una resolución a través de una decisión directa de parte de Marruecos y del Frente Polisario mediatizadas por el secretario general y el Consejo de Seguridad.
Esta vía de solución excluía de manera directa a la población saharaui y al proceso de autodeterminación y descolonización organizado durante casi medio siglo. Tal intento fracasó, dado que diez países miembros del Consejo y dos miembros permanentes (China y Rusia), se opusieron enérgicamente al plan brindado por Francia, lo que dio como consecuencia que se rechazaran todos los planes expuestos, además de aplazar el mandato de la Minurso hasta finales del mes de julio de 2002 y que hasta el día de hoy se haya venido renovando.
No obstante, el daño causado al proceso de paz original fue bastante serio y sus efectos se proyectan hasta nuestros días, dado que todas las intervenciones y bloqueos de Francia, permitieron a Marruecos evadir todos los planes propuestos por las Naciones Unidas referentes a la solución del conflicto, además de ofrecerle una protección política y diplomática que consiente la persistencia de la ocupación ilegal en el Sahara Occidental.
En abril de 2013, Estados Unidos dió marcha atrás en su propuesta inicial de incluir los derechos humanos entre las atribuciones de la MINURSO.
Las relaciones entre Estados Unidos y Marruecos se hicieron aún más evidentes con el Acuerdo de Libre Comercio, cuyas negociaciones concluyeron en marzo de 2004 y entró en vigor en enero de 2006. El Gobierno estadounidense le otorgó estatus de aliado preferencial a Marruecos, incrementando de antemano las ayudas en el terreno militar.
En febrero de 2007 la Casa Blanca anunció la formación del Comando Africano de EE. UU (Africom). El 1 de octubre de 2008 comenzó oficialmente actividades, en su sede temporal, Stuttgart-Alemania, mientras se preparaba su sede principal en la ciudad de Tan Tan, frontera entre Marruecos y el Sahara Occidental.
El 23 de Julio de 1999, moría Hasán II, rey de Marruecos durante casi cuatro décadas, el gobernante bajo cuyo mandato se realizó la ocupación del Sáhara Occidental, y el responsable último de las graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos en el territorio.
La delegación estadounidense en sus funerales incluyó al presidente Bill Clinton acompañado de su mujer, el expresidente George H.W. Bush y a dos antiguos secretarios de Estado, James Baker y Warren Christopher.
El presidente Clinton se refirió al fallecido con palabras de alabanza, afirmando: “El rey Hassan trabajó incansablemente por el bienestar de su pueblo […] Él tomó medidas importantes para profundizar en la libertad en su país”.
Con el objetivo de adentrarnos en aspectos más detallados del tema en cuestión, he realizado entrevistas con: Haddamin Moulud Said y Safia Babamed. Estos encuentros permitieron ahondar en sus perspectivas y conocimientos, ofreciendo una visión más completa y matizada sobre los asuntos abordados.
Héctor Santorum: ¿Cuál es tu punto de vista sobre la política exterior de Estados Unidos con respecto al Sáhara?
Safia Babaahmed: La política exterior de Estados Unidos con respecto al Sáhara se caracteriza por la tensión entre el apoyo formal al principio de la autodeterminación y a la defensa de los derechos humanos en general, por un lado, y el intento de salvaguardar los intereses de su principal aliado en la región: Marruecos, por otra. La tensión alrededor de dichos objetivos afloró con diferente intensidad durante el reinado de Hasán II, que finaliza en 1999. En general se puede afirmar que a pesar de algunas acciones puntuales, la política norteamericana se caracterizó por su falta de apoyo a la aplicación del principio de la autodeterminación al favorecer a una de las partes en el conflicto (Marruecos), y por la ausencia de presiones sobre Marruecos para que pusiera fin a las violaciones sistemáticas de los derechos civiles y políticos en el Sáhara ocupado.
Héctor Santorum: ¿Cómo se justifica la aparente contradicción entre el cambio de postura de Estados Unidos hacia el Sáhara Occidental y su historial de apoyo a la ocupación marroquí? ¿Es un cambio de postura real?
Haddamin Moulud Said: A mi juicio no existe un cambio de postura, a favor o en contra de alguno de los bandos. Lo que existe es un cambio de interés ‘aparente’ en la terminación del conflicto. Este repentino interés en la terminación del conflicto, parece que es real.
Héctor Santorum: ¿Qué medidas concretas está tomando Estados Unidos para presionar a Marruecos y garantizar la participación equitativa de todas las partes, especialmente cuando excluye a actores relevantes en el proceso de resolución del conflicto?
Haddamin Moulud Said: Si siendo “el titular de la pluma”, a la hora de redactar la resolución del Consejo de Seguridad de NNUU sobre el Sáhara Occidental, excluye a todos, resulta muy verosímil pensar que, también, los va a excluir de cualquier otra gestión.
Héctor Santorum: ¿Cuál es la verdadera motivación detrás del distanciamiento de la administración Biden respecto a la «soberanía» de Marruecos, y en qué medida esto podría alterar las relaciones históricas entre ambos países?
Haddamin Moulud Said: Las razones del aparente escaso entusiasmo de la Administración Biden respecto del tuit de Trump son:
- Su abierta ilegalidad.
- El hándicap que ello supone a la hora de tratar con Argelia, Sudáfrica, México, el propio Polisario y otros países.
- Aquella decisión de Trump nunca contó con el respaldo del Departamento de Estado.
El conflicto de Ucrania y el elevadísimo número de países que NO se han alineado con USA revela que las consecuencias perniciosas de una política exterior unilateral y ajena al Derecho Internacional. Es decir, si USA adopta una decisión contraria al DI, que no espere de los demás Estados que adopten una determinada posición en un determinado conflicto.
Héctor Santorum: ¿Cómo justifica Estados Unidos su participación en la venta de armas a Marruecos, a pesar de las continuas violaciones de derechos humanos y la falta de avances en el proceso de autodeterminación en el Sáhara Occidental?
Haddamin Moulud Said: No lo justifica. La orfandad de la causa saharaui en la política americana permite a los tomadores de decisión seguir actuando sin justificar sus decisiones.
El argumento de que lo apoyaba militarmente para autodefenderse es radicalmente falso. Los cables de la CIA que ya no están bajo secreto revelan que, desde los años
ochenta, USA apoyaba a Marruecos dándole las coordenadas exactas donde se encontraba acantonada la artillería del Polisario para que los aviones marroquíes pudieran
atacarla. Le avisaba de los movimientos del Polisario para que Marruecos pudiera prepararse ante un eventual ataque.
Héctor Santorum: ¿En qué medida el interés de Estados Unidos en los recursos minerales de la región ha influido en su posición neutral, y hasta qué punto se priorizan estos intereses sobre la justicia y la autodeterminación del pueblo saharaui?
Haddamin Moulud Said: Insisto en que USA jamás ha sido neutral en este conflicto. Los intereses económicos no tienen, a mi juicio, tanto peso en la posición de USA. Es la defensa de la corona de un rey muy próximo a Occidente y a Israel lo que guía la posición de USA.

Héctor Santorum ¿Cómo se explican las declaraciones de Estados Unidos sobre derechos humanos con la decisión de dar marcha atrás en incluirlos entre las atribuciones de la MINURSO en 2013, y qué mensaje envía esta ambivalencia?
Haddamin Moulud Said: Se explican porque, en la Casa Blanca, es mucho más poderosa la voz del Pentágono que la de Human Rights Wach. Cuando aquella vez, Obama propuso la ampliación del mandato de la MINURSO, las mayores quejas y presiones procedieron del Pentágono.
Héctor Santorum: ¿Cuál es tu opinión sobre la visita de Joshua Harris y su consulta con diversas partes en Tinduf, y qué esperanzas o preocupaciones genera en relación con el proceso político de la ONU?
Haddamin Moulud Said:Todo esto no es más que la preparación para llevar a cabo un plan a gusto de Marruecos. No existe ningún indicio, a nuestro alcance, que nos permita creer que USA vaya a actuar con respeto a la legalidad internacional, en la cuestión del Sáhara Occidental, ninguno.
Referencias:
https://revistas.utadeo.edu.co/index.php/RAI/article/download/995/1034/2642 https://www.academia.edu/5379069/Laura_Feliu_2013_Estados_Unidos_y_el_S%C3%A1ha ra_Occidental_Una_perspectiva_hist%C3%B3rica_sobre_la_autodeterminaci%C3%B3n_y_ derechos_humanos_Revista_de_Investigaciones_Pol%C3%ADticas_y_Sociol%C3%B3gica s_vol_12_no_2_
https://docplayer.es/81367999-Revista-analisis-internacional.html https://www.un.org/es/about-us/un-charter/chapter-7
https://elwatan-dz.com/dialogue-militaire-algero-americain-alger-cherche-a-diversifier-ses-fo urnisseurs-darmes
https://dz.usembassy.gov/deputy-assistant-secretary-harris-interview-in-algiers/ https://progressive.org/latest/henry-kissinger-enabled-the-occupation-zunes-20231211/ https://mepc.org/journal/united-states-and-western-sahara-peace-process https://www.usc.es/export9/sites/webinstitucional/gl/institutos/ceso/descargas/Artic_Mundy_ LMD_EN.pdf
https://twitter.com/StateDept_NEA/status/1736438378525024267/photo/1
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