Con la aparición de Ñemongeta, que significa “charlar” en guaraní, se intentan poner las bases para un entendimiento de las fuerzas progresistas para desbancar del poder al Partido Colorado.
Por Angelo Nero
Ñemongeta por una Patria Nueva, es cómo han bautizado a la herramienta que pretende aglutinar a toda la izquierda paraguaya, con el objetivo de formar un frente común para dar la batalla en las elecciones generales de 2023. “Ñemongeta ha sido un paso importante con respecto al acercamiento y diseñar una estrategia en común con una propuesta política con nuevos actores del progresismo del país”, declaró el senador Jorge Query, del Frente Guasu, uno de los animadores de la iniciativa, para continuar con que “la negociación programática puede darse, una conversación entre los diferentes sectores con estructuración mejor llevada adelante con planteamientos más serios, con bases más serias y básicamente sin la dispersión que normalmente ocurría en la oposición.”
El Frente Guasu, formado en 2010, es una coalición de partidos socialistas, comunistas y socialdemócratas, que tiene su origen en la Alianza Patriótica para el Cambio, que llevó a la presidencia de Paraguay a Fernando Lugo, un ex obispo católico seguidor de la Teología de la Liberación, terminando con los sesenta años en el poder del Partido Colorado. En 2012 Fernando Lugo fue destituido por un “golpe de estado parlamentario”, dando continuidad a un fenómeno, el de los “golpes blandos”, que se había iniciado en Honduras, con Manuel Zelaya en 2009, y que tendría continuidad con el que sufrió la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en 2015, y Evo Morales, en Bolivia, en 2019.
Ahora, con la aparición de Ñemongeta, que significa “charlar” en guaraní, se intentan poner las bases para un entendimiento de las fuerzas progresistas para desbancar del poder al Partido Colorado. En las últimas elecciones generales de 2018, el margen entre este partido y la oposición, aglutinada en la Gran Alianza Nacional Renovaba, de la que formaba parte el Frente Guasu, fue muy estrecho, un 46% para el partido oficialista, frente a un 43% para la confluencia opositora, con menos de 90.000 votos de diferencia, que dieron la presidencia al colorado Mario Abdo Benítez.
Este domingo, 19 de diciembre, en la Plaza de la Democracia de la capital paraguaya, Asunción, se reunieron partidos de todo el espectro de la izquierda y movimientos sociales, en torno a la idea de Ñemongeta, entre los que se encontraban muchas de las organizaciones integrantes del Frente Guasu, pero también de otras organizaciones como el Partido Paraguay Pyahurã, el Partido Frente Amplio, el Partido del Movimiento al Socialismo, Kuña Pyrenda, o Fuerza Común.
El senador Hugo Richer del Partido de Convergencia socialista, miembro del Frente Guasu, también apuntaló alguna de las bases del encuentro: “Nosotros no planteamos solamente una alternancia de gobierno, hay que derrotar y cambiar este modelo”. Según los datos del mismo Instituto Nacional de Estadística del país: “La pobreza total en Paraguay se incrementó 3,4 puntos porcentuales en 2020, y pasó del 23,5 % en 2019 al 26,9 % el año pasado, como consecuencia del impacto de la pandemia de coronavirus”, con lo que cerca de dos millones de personas viven con “ingresos per cápita inferiores al precio de la canasta básica de consumo, que incluye alimentos y servicios básicos”.
El ex presidente Fernando Lugo, líder del Frente Guasu, también celebró este encuentro de la izquierda paraguaya, en el que participó, señalando desde su cuenta de Twitter: “Hoy hemos dado un importante paso para el proceso de unidad entre fuerzas políticas y sociales con miras a la transformación de nuestro país. Quisieron enterrarnos en el 2012, después viene el triunfo de Luís en Bolivia, de Alberto en Argentina, ayer de Gabriel en chile, el año próximo será de Lula en Brasil. No tenemos ninguna duda y no menos importante, en Colombia el año próximo, de Castillo en Perú.”
El socialista Carlos Filizzola, senador del Partido País Solidario, y miembro también del Frente Guasu, expresó también en un tweet: “Cuando fue presidente Fernando Lugo, fue el único momento que hubo un proceso de cambio y ahora debemos continuar.” Para afirmar también que “este modelo oprime al pueblo y privilegia a unos cuantos que están con la corrupción, la impunidad y el narcotráfico”.
En el encuentro de la Plaza de la Democracia se pusieron las bases para un nuevo país, para otra pieza del continente sudamericano que se está volviendo a levantar, tal como dijo el ex presidente Lugo en Ñemongeta: “Si Paraguay fue la patria de los privilegiados en repartir la tierra a quienes no eran sujeto de reforma agraria, la nueva patria será donde todos estén asentados en su tierra propia, legítimamente construida por cada uno de nosotros.”
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