El Ritual del Odio en Madrid

Madrid es la ciudad apropiada para hacer creer que un fuego fatuo de fin de semana se puede convertir en un incendio permanente.

Por Lucio Martínez Pereda | 21/05/2024

Vox se trae a Milei a Madrid para pisar el acelerador del odio a tope. La ultraderecha mediática ha puesto todos sus terminales en funcionamiento para convertir las elecciones europeas en unas generales anticipadas. Se ha elegido para hacerlo una ceremonia envolvente e hipnagógica, mezcla de los antiguos rituales fascistas, la iconografía barroca de los Rompimientos de Gloria, los macroconciertos musicales y las finales de los campeonatos de fútbol, induce en un público fanatizado una sensación de victoria total. Una embotamiento narcotizado de la racionalidad para construir una “vivencia” -termino que le ha gustado mucho a todos los fascismos- transcendente, de participación en “algo grande” Pero todo ello tiene algo de miedo inconfesado, de un intento por transmitir entusiasmo a unos votantes que se temen abandonen el barco en dirección al PP. Madrid es la ciudad apropiada para hacer creer que un fuego fatuo de fin de semana se puede convertir en un incendio permanente.

Madrid, desde 1945, ha sido la gran metrópoli europea del neofascismo. Ha sido después de la desaparición de Mussolini y Hitler, su lieu de mémoire, el lugar donde sobrevivió y cristalizó -como dice el historiador Pablo del Hierro- su memoria colectiva. Los fascistas escapados de los juicios de Nuremberg construyeron en Madrid, con la protección de Franco, comunidades de expatriados. Cuando empezó la Guerra Fría, Madrid se convierte en el principal centro europeo de la red internacional fascista. En Madrid encontraron protección fascistas valones rexistas, en Madrid se localizó la mayor sede extranjera del Movimiento Social Italiano, se instaló y se fundó la organización terrorista francesa Organización del Ejército Secreto( OAS), se centralizó la operativa financiera de las rutas de escape mundiales para los nazis. Madrid ofreció la cobertura para que el líder fascista inglés Oswald Mosley intentase llevar adelante su proyecto de una internacional fascista europea. En Madrid se recreó la actividad ceremonial del martirologio del fascismo rumano de la Guardia de Hierro, Madrid fue el lugar de exilio para los líderes de las dictaduras latinoamericana, en Madrid se refugiaron los terroristas italianos de la “ internacional negra”. No hay desencaje histórico alguno entre esta tradición política largamente mantenida en Madrid -durante la Transición no solo se interrumpió, sino que se aceleró- y este fin de semana de rituales neofascistas.

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