Por Robinson Ochoa | Viñeta de J.R.Mora
Muchas veces, en nuestras interacciones sociales cometemos el error de no considerar que las personas son naturalmente egoístas y por lo tanto pueden fallar en sus compromisos y en lo que esperamos de ellos.
Cuando se estudia ingeniería se enseña que el diseñador debe tomar en cuenta todos los casos posibles, no solamente los escenarios positivos, sino todos los escenarios negativos, para que el sistema sea robusto y soporte los embates de la realidad.
Por ejemplo, cuando se diseña un puente se toman en cuenta el peor caso de viento posible, el peor terremoto, la carga mas grande que pueda cruzar, y se toman todas las medidas posibles para mitigar el impacto de esos casos. No esperamos que todos esos sucesos negativos sean lo normal, sino lo extraordinario, pero nos preparamos para cuando estos casos sucedan. Lo mismo tenemos que hacer con nuestras relaciones humanas.
El conocimiento de este error esta expresado en la sabiduría popular en la frase: «Espera lo mejor, prepárate para lo peor», que en relaciones humanos es como decir: «Confía, pero Verifica».
No estamos diciendo que hay que ver a todos como culpables, lo que estamos diciendo es que tenemos que ser precavidos en nuestro comportamiento, nuestras leyes, y nuestro actuar, dejando a un lado la ingenuidad. Por eso, al trabajar en sistemas sociales, no podemos olvidar este importante conocimiento, ya que este error lo hemos visto en muchas leyes y normas, y por lo tanto esas leyes o normas terminan siendo abusadas o tergiversadas fácilmente.
Este problema es tan antiguo como el hombre, hace unos 4000 años se hizo famoso el rey de Babilonia, Hammurabi. En Babilonia existían muchos problemas de gobierno tal como sentencias diferentes para casos iguales, cobradores de impuestos que cobraban en exceso, abusos de poder, en fin, corrupción a todo nivel. Ante estos problemas a Hammurabi se le ocurrió una solución ingeniosa: escribir las leyes en piedra y colocar estas piedras en lugares públicos donde todos las podían ver. Fue una respuesta ingeniosa para la época. Como sabemos hoy, 4000 años después, no fue la solución definitiva, pero sí un avance en la dirección correcta.
Soluciones Tradicionales
Este problema se ha tratado tradicionalmente con dos soluciones:
- La creación de leyes extensas con infinidad de detalles, lo que hace que sean poco practicas, entorpeciendo las actividades humanas. Aunque es correcto que las leyes o normas deben estar suficientemente detalladas para no fallar por ingenuos.
- La creación de un supervisor perfecto que asegure el cumplimiento del espíritu de la ley o norma, creando burocracia. Esta solución del supervisor posee la misma falla inicial, desconocer que el supervisor se puede corromper, incumpliendo su compromiso y lo que esperamos de él. Y colocar un supervisor al supervisor, sigue teniendo el mismo problema.
Por otro lado es importante destacar que no podemos hacer leyes o normas perfectas, ya que como se demuestra en el primer teorema de incompletitud de Godel, no se puede hacer un sistema de axiomas que sea a la vez completo y consistente, o hacemos una ley completa, pero inconsistente o hacemos una ley consistente, pero incompleta.
Para dar un ejemplo del tema que estamos desarrollando, en el año 1.999, Venezuela estrenó una nueva constitución, la cual se promocionó como una de las mejores constituciones del mundo. En esta constitución el equilibrio de los poderes del Estado se determinó como 4 poderes de igual nivel:
- El poder Legislativo.
- El poder Ejecutivo (el presidente).
- El poder Judicial.
- El poder Moral.
Todos estos poderes están limitados en su poder por lo escrito en la constitución. Y para evitar que la constitución fuera modificada a su favor por el poder Legislativo, que es el poder que hace las leyes y puede modificar la constitución, se estableció que el poder Judicial supervisaría al poder Legislativo. Es decir, se cayó en la trampa del supervisor incorruptible, y efectivamente este poder Judicial se corrompió notablemente en el 2016, convirtiéndose en una herramienta del poder Ejecutivo para suprimir y dominar al poder Legislativo. Aunque esto nos parezca un error grave hoy, les aseguro, que las personas que redactaron esta constitución, eran personas bien preparadas, con los mejores asesores y tenían las mejores intenciones. Pero fracasaron totalmente en dar una solución efectiva al problema que hemos descrito en este artículo.
En el fondo, estamos tratando de un problema educativo, ya que es humano cometer errores así como compensarlos, pero la violación mal intencionada de la ley proviene de la mala intención egoísta que solo puede ser solucionada con una re-educación del ser humano hacia la sensibilidad social y ecológica, es un error tratar de corregir un problema de formación del ser humano con normas y leyes. Aquí nosotros proponemos usar nuestra metodología de la educación circular.
¿Cómo Solucionar Este Difícil Problema?
Nosotros proponemos como solución aplicar nuestra innovadora metodología de los círculos, así como la inteligencia de las masas. Específicamente nos referimos a:
- Hacer leyes dinámicas, vivas, abiertas a la mejora constante de su redacción por parte de todos los ciudadanos, no solo de unos pocos parlamentarios, aplicando la metodología de los círculos para unificar los cambios propuestos. De esta forma tendremos leyes que se ajustan a la velocidad de los cambios en la sociedad, y no como ahora que las leyes van años atrás de los cambios sociales.
- Agregar al supervisor social la inteligencia de las masas mediante la transparencia total de los datos fuente y de todas las decisiones, con todo al detalle, y no resúmenes como hacemos hoy. Las decisiones de este supervisor social deben ser vinculantes para que sea efectivo. De esta forma eliminamos burocracia y corrupción.
Palabras Finales.
La solución propuesta, si bien puede solucionar este difícil problema que nos presiona por muchos frentes, requiere la participación mas activa de los ciudadanos, su re educación en nuestras innovadoras metodologías y el uso de herramientas informáticas tal como loomio y git. Es decir, implica un cambio sustancial del modelo actual, y un mayor nivel de conciencia ciudadana. El modelo anterior ya no funciona, mejorarlo es poco efectivo, pero sustituirlo por uno que funcione, requiere esfuerzo y compromiso de parte de todos los ciudadanos.
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