Eduardo Montagut
La lucha por la emancipación de la mujer en el seno del socialismo no fue una empresa fácil por la persistencia de mentalidades patriarcales y paternalistas, y por la consideración acerca de la mujer trabajadora como competidora y, por lo tanto, posible factor para el abaratamiento salarial. Otro problema surgiría en relación con el sufragio femenino con posturas encontradas entre los que consideraban que era un derecho incuestionable y los que preferían posponer su reconocimiento ante la supuesta minoría de edad de la mujer o por la influencia que la Iglesia podía ejercer sobre ella.
Algunos socialistas, como Auguste Bebel, y algunas socialistas como Clara Zetkin tuvieron que empeñarse en el socialismo internacional para demostrar que la emancipación de la mujer era un asunto primordial, y que formaba parte de la causa socialista. Un momento importante fue el que protagonizó Zetkin en el Congreso de la Internacional celebrado en París en el inicio del otoño de 1900, aunque no fue el único. Este artículo recuerda la intervención de la socialista alemana en el mismo.
Zetkin participó en la quinta sesión del Congreso justo después de tratarse de la continuación de la lucha por la jornada de las ocho horas. Zetkin expresó que hablaba en nombre de sus compañeras alemanas a favor de la limitación legal del trabajo. Defendió la idea de que esa limitación de la jornada laboral era la base de todo progreso social. Además, consideró que el día que se conquistara este objetivo seguirían después el resto de libertades.
Pero era necesaria la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer. Para conquistarla era preciso luchar por conseguir una mayor protección de la mujer en comparación con la que había que lograr para el hombre, porque siempre se encontraba en una situación de inferioridad frente al segundo en el capitalismo, mayor explotador por “su debilidad y su modestia”.
Zetkin recordó a los delegados que la mujer era quien daba la vida, las generaciones del porvenir, y si el proletariado tenía que cumplir su misión histórica en relación con su emancipación, debía nacer sano, y solamente se conseguiría con esa protección. Debemos recordar el empeño socialista por la defensa y protección de la maternidad, luchando en casa país por el establecimiento de seguros sociales en ese sentido.
Hemos consultado el número 761 de El Socialista, que hizo la crónica del Congreso.
Por otra parte, nos parece oportuno consultar en la red la biografía de nuestra protagonista en el blog de Amarella Vélez. También puede consultarse la página de Marxists Internet Archive, que cuenta con una sección para Clara Zetkin.
Se el primero en comentar