La BBC ha recibido relatos de testigos presenciales de un incidente de bombardeo en una remota aldea de Nagorno-Karabakh que mató a tres niños y dos ancianos. Azerbaiyán insiste en que sólo se centró en «objetivos militares legítimos», pero la BBC habló con una madre que perdió a dos hijos pequeños y otro resultó gravemente herido, en lo que los supervivientes describen como un «ataque indiscriminado».
Por Grigor Atanesian y Tural Ahmedzade en Londres, Siranush Sargsyan en Stepanakert / BBC NEWS
Sarnaghbuyr es un pueblo en la región de Askeran de Nagorno-Karabaj. Está rodeado de bosques y lejos de cualquier objetivo militar importante.
Zarine Ghazaryan se encontraba en la cercana localidad de Askeran cuando comenzó el ataque el 19 de septiembre. Estaba tratando de encontrar fórmula para bebés para alimentar a su hijo menor, Karen. Nueve meses de vivir bajo un bloqueo de facto significaron escasez de alimentos, combustible y calefacción.
Al escuchar las explosiones, intentó regresar a su casa, pero dice que fue detenida por un intenso fuego entrante.
Le dijeron que su hijo Seyran había resultado gravemente herido y fue trasladado al hospital de Stepanakert (Khankendi), la principal ciudad del territorio. Sus otros tres hijos estaban siendo evacuados por fuerzas de paz rusas. Pero cuando llegó al hospital se enteró de que las bombas habían matado a dos de sus hijos: Mikayel, de ocho años, y Nver, de 10.
Hablamos con ella en el hospital. Ella dice que le permitieron ver los cuerpos de sus dos hijos, que tenían graves heridas en la cabeza. «Los he visto, están en un estado horrible». «Es horrible, sólo quiero que venga su padre».
Arman, un chico de 15 años del pueblo, estaba con los niños cuando fueron atacados intensamente. Hablamos con él mientras lo atendían por heridas en la espalda, los hombros y las manos.
«Comenzaron a bombardear por todas partes. Algunas personas murieron, otras resultaron heridas, vi a algunas personas a las que les volaron la cabeza. Fue horrible». él dijo.
Arman dijo que tres proyectiles explotaron junto a él.
«Agrupamos a los niños bajo algunos árboles, para ver si podíamos ponerlos a salvo, y ahí es donde bombardearon», dijo.
Las autoridades locales dicen que otras tres personas murieron ese día. Garik Alexanyan, el alcalde del pueblo, perdió a su hijo David, a su padre Alexander y a su suegra Gohar. Su descripción de las heridas de su hijo es demasiado gráfica para repetirla.
Según las autoridades, otros 15 aldeanos resultaron heridos. Muchos otros se vieron obligados a abandonar sus hogares.
Se unieron al éxodo de miles de personas de etnia armenia desplazadas de sus hogares por el ataque. La mayoría intentó llegar a Stepanakert o fueron llevados por fuerzas de paz rusas a su base en un aeropuerto local. Muchos esperaban ser transportados en avión a Armenia, pero en cambio permanecen varados en la pista de aterrizaje.
Zarine quiere llevar los cuerpos de su hijo a Armenia para darles sepultura, pero se está utilizando el espacio de los aviones que salen de Karabaj para evacuar a los heridos y la cola para salir por carretera se extiende por decenas de kilómetros. Entonces ella y su familia esperan.
La BBC no ha podido verificar de forma independiente los detalles del ataque.
El embajador Elchin Amirbekov, enviado especial del presidente de Azerbaiyán, dijo a la BBC que el ejército azerbaiyano tenía órdenes de «neutralizar sólo objetivos militares legítimos». Dijo: «Nunca ha sido nuestra intención dañar a ningún civil. Es cierto que se producen daños colaterales y lamentamos cualquier pérdida de vidas civiles».
Rechazó por completo las acusaciones de que el ataque fue perpetrado deliberadamente y afirmó que en los años 1990, cientos de miles de azerbaiyanos habían sido desplazados por las fuerzas armenias y que se habían cometido crímenes de guerra contra ellos.
Additional reporting by Kayleen Devlin
Se el primero en comentar