La dirigencia corrupta y pro-capitalista del PCUS pisoteó la voluntad de todo un pueblo, que votó masivamente a favor de mantener la URSS.
Por Redacción NR | 17/03/2024
El 17 de marzo de 1991 se celebró un referéndum en la Unión Soviética sobre la preservación de la URSS. La pregunta era la siguiente:
¿Considera necesario preservar la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como una federación renovada de repúblicas soberanas iguales en la que serán garantizados plenamente los derechos y la libertad de un individuo de cualquier nacionalidad?
Con una participación del 80 por ciento del electorado, una mayoría del 76,1 por ciento de los ciudadanos, es decir, un total de 113.512.812 personas, votó a favor de mantener la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Tan solo el 22,15 por ciento votó ‘No’.
A pesar de la enorme campaña de propaganda occidental, los trabajadores se posicionaron de manera clara y masiva a favor de la preservación de la Unión Soviética. Sin embargo, Mijaíl Gorbachov y su círculo más cercano, decidieron pisotear la voluntad popular de 113 millones y medio de personas firmando el Tratado de Belavezha el 8 de diciembre de 1991, documento que oficializaba la disolución de la URSS y que establecía en su lugar la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Con la ‘perestroika’, se culminó el desarme moral e ideológico del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y se consolidó el proceso de restauración capitalista iniciado por el gobierno reformista de Nikita Jrushchov.
Lo que vino después fue la barbarie. El colapso económico trajo un incremento drástico del desempleo y la pobreza, escasez de productos en tiendas y supermercados y largas colas en los bancos por la congelación y pérdida de ahorros.
En diciembre de 2019, un sondeo de opinión del Centro Analítico Yuri Levada mostró que un 66 por ciento de los rusos lamenta la disolución de la URSS. Otro dato relevante es la popularidad de la que goza actualmente el líder comunista Stalin: un estudio del Centro Levada arroja que el 70 por ciento de los entrevistados opina que Stalin jugó un rol positivo en la vida de la Unión Soviética frente al 19 por ciento que opina lo contrario.
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