A más de seis meses de haber tomado el control del país, con el guiño de los Estados Unidos e Israel, los terroristas no cesan en sus operaciones, profundizando cada vez más sus acciones.
India, históricamente, ha buscado injerencia en Birmania, apoyando operaciones de contrainsurgencia contra los grupos separatistas en sus estados del noreste, contando con que algunos tenían bases en su territorio.
Quizás algún doctor en algo pueda responder por qué antes los nazis no y ahora los nazis sí. Explicar a qué suburbio infame se mudó la humanidad, para que se pueda acorralar a miles de millones de personas contra la desesperación, a la vista de todos.
El crecimiento casi exponencial de los grupos takfiristas con más y mejor armamento y nuevos combatientes se entiende a partir de que las naciones de la CES quebraron el statu quo que había mantenido a sus países atados a Francia.
La problemática fronteriza entre Pakistán e India, por Cachemira, una trampa que dejó preparada el colonialismo británico tras su retirada en 1947, podría ser comparable a otras tantas en diferentes regiones como Etiopía-Somalia, Nicaragua-Costa Rica o Serbia y Kosovo.
¿Quién podrá considerar como cierta la masacre por hambre que se ciñe sobre los palestinos que se han negado a morir de manera más ventajosa como bajo el fuego del sionismo, y ahora, en un territorio sin acceso a nada, una de las muertes más temidas los espera?.