En el marco del estancamiento macroeconómico y el fuerte deterioro social, la mayoría de las encuestas no dan más de 22 % de aprobación a la gestión de Bolsonaro.
«Este contingente de personas sin ingresos demuestra lo que se ha discutido en el país: necesitamos un auxilio de emergencia», dice el economista. Patricia Fachin – IHU Los datos de la Encuesta Nacional de Hogares por
La gestión del gobierno de extrema derecha, aunque contenida por los demás poderes y por las instituciones de control, promovió la destrucción de muchos servicios públicos y conquistas nacionales.
El techo de gasto, las exoneraciones tributarias regresivas e incluso el escándalo de las enmiendas parlamentarias, no servirán a nadie, ni siquiera a sus defensores, si dejamos para atrás a millones de familias despojadas de cualquier ingreso.
La investigación parlamentaria sobre la gestión de la pandemia en Brasil difícilmente tendrá los efectos penales propuestos, pero desgastó gravemente al presidente Jair Bolsonaro, que intenta reaccionar con golpes económicos que pueden terminar por ahorcarlo.
Los peores niveles de inseguridad alimentaria se registran en las zonas norte y nordeste de Brasil: la inseguridad grave afecta a 18% de la población y a 14% de los hogares respectivamente, cuando el promedio nacional es de 9%.
Un análisis de Datafolha del 26 de septiembre señala que Bolsonaro perdió 35% de los que votaron por él en 2018 y que el 23% ya declaró que votará a Lula