El error más grave de la izquierda brasileña ha sido subestimar a los neofascistas desde 2018. Enfrentarlos de frente, sin vacilaciones, no debe ser solo un cálculo electoral.
El sionismo está en estrecha relación con los gobiernos de ultraderecha y con los establecidos a través de los llamados golpes blandos (o lawfare) y en las persecuciones políticas.
Después de asistir las diversas secciones de Extremistas.br queda muy claro para el espectador que la emergencia de la extrema derecha y del “bolsonarismo” no representan un mero capricho histórico o un accidente del curso de la historia.
Son miles de comunidades aisladas en la Amazonía que no tienen agua potable ni alimentos, ni medicinas y están sufriendo gravísimos problemas de logística extremadamente fuertes.
Cortar relaciones comerciales con Brasil, China o Vietnam, como propone Milei, constituiría un acto de repercusiones catastróficas para los productores agropecuarios y la industria argentina.